Mi Héroe (Carl Grimes)

¿Qué le sucede a Carl?

Mis dedos dolían gracias  a la manía que tengo de comerme las uñas debido a los nervios. Sí, esos nervios eran por culpa de Carl Grimes.

Me encontraba sentada en su cama esperando a que llegara y así me contase el por qué Enid lo necesitaba, quería saberlo. No confiaba en ella, es tan estúpida y sería capaz de hacer cualquier cosa solamente para molestarme y hacerme la vida de cuadritos.

Mis piernas temblaban, no estoy exagerando, cuando suelo estar nerviosa mis piernas tiemblan y como mis uñas como si estuviera.muerta de hambre.

La puerta sonó y me levanté de inmediato, pero no era Carl. Rick entró y yo le sonreí desanimadamente.

-¿Y Carl? -Preguntó viendo hacia todos lados.

-Salió.

-¿Qué haces aquí sola? -Preguntó alzando.sus cejas. Yo me encogí de hombros.

-Esperándolo. -Dije y Rick asintió- ¿Lo necesitas?

-Sí, necesito su ayuda en algo.

-Cuando regrese yo le aviso -Dije, él asintió y se marchó.

Habían pasado mas de una hora desde que se fué y nada que regresa. Y lo peor era que ambos estaban fuera del muro,  en el bosque y solos. No era nada agradable lo que pasaba por mi cabeza al mencionar "Carl y Enid solos en el bosque". ¿Y si a ambos lo habían mordido? Mi piel se erizó y me levanté de inmediato de su cama.

Saqué mi navaja y lo guardé en mi cinturón. Bajé las escaleras y fuí hacia el muro, pero me puse a pensar en si salir o no. Me quedé unos minutos ahí y luego ambos llegaron.

Enid estaba sucia y Carl completo de hojas secas, Enid reía como estúpida al igual que él. Fruncí el ceño y me crucé de brazos, ambos se dieron cuenta de mi presencia y callaron.

-Me divertí mucho, Carl -Dijo ella, yo alcé mi ceja derecha- ¡Nos vemos luego!

Carl asintió y quedó frente a mí solo que me daba la espalda.

-¿Y...? -Pregunté. Carl se giró y metió sus manos en los bolsillos.

-¿Y, qué? -Preguntó.

-¿Estás molesto? -Le pregunté debido a su respuesta tan cortante.

-No, ¿por qué? -Preguntó rascando su nuca.

-Por nada, ¿y para qué te necesitaba? -Dije cambiando de tema.

-Necesitaba ayuda.

-¿De...? Carl, vé al grano. -Dije cansada.

-La navaja que su mamá le había dado se le había quedado en el bosque.

-¿Y no podía ir sola? -Pregunté. Él negó.

-Tenía miedo, supongo.

-Claro... -Dije molesta- Se diviertieron mucho rescatando una navaja.

-Supongo que sí.

-Muy divertido -Dije sarcásticamente- Rick te necesita.

Él asintió y se alejó de mí. Estaba extraño conmigo, tal vez Enid le habia dicho algo malo sobre mí o estaba molesto conmigo debido a que suelo ser obstinante.

Di un gran suspiro y fui hacia mi habitación, subí las escaleras y me encontré con Enid saliendo de la habitación de Carl. La muy estúpida me sonrió y se fué.

Mi sangre empezó a hervir y apreté mis puños. Quería saber qué hacía ella ahí y por qué.

Entré a su habitación cerrando la puerta de un portazo haciendo que Carl se sobresaltara. Él me miró confundido y se levantó.

-¿Te sucede algo? -Me preguntó irritado.

-¿A mí? ¡Nada! -Dije- ¿Te sude algo a tí, Carl Grimes?

-No me sucede nada.

-¡A mí sí! -Dije alzando la voz- Has.estado.cortante conmigo desde que cruzaste ése muro con Enid.

-No he estado cortante.

-¡Lo estás ahorita mismo!

-¿Puedes dejar de gritar? -Dijo irritado, apreté más mis puños.

-¿Qué hacía Enid aquí? -Pregunté, él rió irónicamente.

-¿Estás celosa? -Preguntó.

Sí lo estoy.

-Ella no me cae bien.

-A mí sí, Isabella -Dijo mirándome seriamente. Mis puños se aflojaron y me dieron ganas de llorar.

No llores por esa estupidez, idiota.

-Eres un idiota. -Dije.

-Isabella...

-Jódete -Lo interrumpí- ¡Un gran idiota! -Grité mientras bajaba las escaleras. Rosita estaba sentada en el sofá y me miró confundida.

Carl me hacía enojar.

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LO SIENTOOO

SORRYYYYYYY

No he subido porque he decidido alejarme unas semanas de las redes sociales para así ponerme las pilas en el liceo y no seguir reprobando materias.