Mi Héroe (Carl Grimes)

De nuevo junto a él

Fin de maraton.

Habían pasado dos días desde que me aleje de Ty y Carol, les contaré...

Estábamos los cuatro juntos, pero luego una horda de caminantes empezaron a salir de la nada, logrando así, acercarse a la cabaña. Habían cientos y no podíamos con todos, por lo cual me tuve que alejar para no morir y así, perdí de vista a los tres.

Solo tenía un bolso en mi espalda con una munición de balas y 6 latas de sopa para sobrevivir yo sola. Si, ahora estaba completamente sola y estaba aterrada.

Llegue a un pequeño pueblo en donde habían muchas casas, entré a revisar algunas para ver si conseguía algo o a alguien y nada. Me senté en el suelo con mi cabeza gacha mientras lloraba, hasta que oí unos 3 disparos cerca.

Me levanté rápidamente y cargué mi arma, me acerqué a donde se habían escuchado los disparos y vi a Carl de espaldas caminando.

¡Santa mierda, era Carl Grimes!

Sonreí como estúpida y lo llamé repetidas veces, él solo quedó paralizado y luego volteó. Pude mirar en él confusión y me acerqué.

– ¿Carl? Oh dios, ¡No lo puedo creer! –Dije mientras daba pequeños saltitos.

– ¿Isabella? ¿Cómo...? –Preguntó él, aún confundido.

– Pues, no soy tan cobarde después de todo. –Dije feliz, tenía ganas de abrazarlo.

– ¿Estás sola? –Preguntó.

– Sí. –Dije, ven y abrázame, tonto.

– ¿Esa sangre es tuya? –Preguntó. Yo Bufé.

– Sí, vamos... ¿eres policía o qué? –pregunté divertida, él no hizo ningún tipo de mueca.

–¿Fue de la cárcel? –Preguntó de nuevo, ya me empezaba a obstinar.

– No, Carl. Larga historia.

– Tengo tiempo para que me la cuentes. –Dijo cruzándose de brazos y viéndome fijamente.

– ¿En dónde estás refugiado? –Pregunté, ahora era yo.

– En una casa.

– ¿Y Rick? –Pregunté y volteó los ojos.

– Vamos, ¿ahora eres tú la policía? –Rió.

– Ya tú hiciste tus preguntas, ahora me toca a mí. –Dije alzando una ceja.

– Está en una casa descansando ¿me acompañas o te quedas aquí?

– Claro, me quedo aquí. –Dije sarcásticamente. El empezó a marcharse. –Estaba siendo sarcástica.

– Lo sé, linda.

¡¿Qué?!

– ¿Qué?

– Nada, solo camina rápido ¿sí?

Me había llamado linda, lo sé. Lo seguí a una casa y entramos por la puerta trasera, y ahí estaba Rick sentado esperando a Carl. Me saludó amablemente y yo lo abracé, estaba todo golpeado.

Después de comer, me senté en el comedor que quedaba en la cocina y luego se sentó Carl en frente mío mirándome, me incomodaba.

– ¿Qué? –Pregunté.

– Cuéntame tu ''larga historia''

– Pues...- Empecé a recordar todo. -¡Judith está viva! –Dije.

– ¿Qué? –Preguntó.  Su ceño estaba fruncido.

– ¡Yo estaba con ella! –Dije exaltada, él solo me miró confundido.

– ¿En dónde está? –Preguntó Rick.

– Está con Tyreesse y Carol.

– ¿Cómo lo sabes? –Preguntó Carl-  ¡Habla!

– Después lo de la cárcel, me fui con Ty, Mika, Lizzie y Judith. Luego ella empezó a llorar en el bosque y Carol llego a ayudarnos.

– ¿Está viva? –Preguntó Rick, asentí.

– Luego llegamos a una cabaña y Lizzie se volvió loca, ¡ella alimentaba a los caminantes en la cárcel! –Dije y Rick agachó su cabeza. –Decía que ellos eran sus amigos, incluso, estaba jugando con uno y Carol se asustó y lo mató, la hubieran visto... ¡se volvió loca! Empezó a gritarle a Carol y...

– ¿Y...? –Preguntó Carl.

– Carol y Ty fueron a buscar comida, yo estaba con Judith y la acosté en una cuna, empiezo a escuchar grito y...

Mika gritaba, pero no le presté atención ya que era porque Lizzie la perseguía. Pasaron unos 10 minutos y estaban en silencio, me preocupe y Salí, fue lo peor que pude ver.

-¿Mika? –Dije mirando su cuerpo tirado en el piso. -¿Mika? ¡¿Mika?! –Dije mientras corría a ella. -¡¿Qué le hiciste?! ¡¿Qué le hiciste a tu hermana, Lizzie?! –Dije llorando mientras la sacudía de los hombros.

-Ella volverá, lo prometo. –Dijo sonriendo.

– Traté de quitarle el cuchillo pero me hirió, Carol dijo que era una amenaza para todos y la asesinó. –Dije cabizbaja.  –Después de todo eso huí por una horda de caminantes y aquí estoy.

– ¿Y cómo se si Judith está viva? –preguntó Carl preocupado.

– Ty y Carol la cuidan muy bien, sé que estarán vivos. –Dije.

Carl se colocó su sombrero y se marchó, pude notar en su mirada furia, confusión y preocupación, y lo entendía

Pero estaba feliz de estar junto a el de nuevo.