Así inicio esto

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El día estaba levemente nublado, parecía que en cualquier momento empezaría a llover, el duque se encontraba paseando por sus extensos jardines, disfrutando del clima, cuando de repente el día se oscureció de una manera tan poco natural para todos lo que lo presenciaron. Una luz cegadora apareció de repente cayendo del cielo como una lágrima de luz, el impacto fue tan grande que el duque no dudó en ir a ver de qué se trataba.

Sorpresa, sorpresa fue lo que lo embargo cuando lo  vio, no podía creerlo, era simplemente imposible

El llanto desconsolado de la mujer le hizo saber que no estaba soñando, era una mujer llena de tierra y sangre, con largos cabellos rojos quien lloraba mientras soltaba palabras que el duque apenas y entendía por la voz ahogada de la chica

-¿Que le paso?-hablo el duque haciéndose notar, no quería acercarse mucho para no asustarla

-Dios murió, su hermano lo mato y a la tierra me condenó -lloro la mujer en un idioma que el duque no puedo comprender

-¿Necesita usted ayuda?, Yo puedo brindarle protección -el duque se sintió tonto, él no estaba seguro de por qué, pero sabía que esa chica no necesita protección -puedo brindarle un hogar

Por primera vez la mujer volteo a verlo, y el duque se sintió como nunca antes

Era hermosa, de eso no cabía duda, pero lo más sorprendente era su desnudez, su cabello cubría su busto dandole un toque inusualmente sensual, ella parecía la diosa del amor que los antiguos griegos adoraban

-humano mi hogar se me fue arrebatado, tu no puedes darme eso-su voz era dulce y atrayente como el canto de una sirena

-puedo darte un nuevo hogar -el duque se sacó su abrigo y se acercó despacio a ella, cubriendo su espalda sangrante -ven conmigo

Ella dudo pero termino aceptando, después de todo no tenía donde ir, ya no era parte de nada, ya no era nada de lo que alguna vez fue

-¿Cual es tu nombre?-pregunto el duque mirando sus inusuales ojos color violeta

-Ameliel

-Bueno Ameliel, yo soy...

-Eres Caín -interrumpió la mujer callandolo por la sorpresa

-no, soy Charles Baudelaire duque de luxemburgo, un placer...

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