13.Angustia

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Charles

La ansiedad me consumía, ya había oscurecido y no tenía noticias de el caballero y Ameliel, mi prometida...

Era rara la sensación, me iba a casar, ella dijo que si

Trate de separar esos sentimientos ahora, había salido a la mañana temprano, solos, a enfrentarse a criaturas que sólo se escuchan en leyendas

-Deberia entrar gran duque-el barón Edward llegó hasta mi, sentándose al igual que yo en la escalera

-Ha pasado mucho tiempo-sigo mirando el lugar, ya más oscuro,  eran unas pocas velas que iluminaban un poco

-Por eso mismo, debería entrar es peligroso-dirijo una mirada dura al barón

-si Ameliel no regresa salva y sana no los perdonaré-tal vez tenían a criaturas increíbles en sus tropas pero yo seguía siendo el gran duque, general de tropas del reino y ellos tenían una debilidad, la plata como contaban las leyendas, ese caballero comía con cubiertos de oro, extravagante hasta para la aristocracia mucho más para un simple caballero

-tranquilo, ella estará bien, Dalton es un gran caballero y ella es un ángel, sabemos de lo que es capaz-aunque trataba de mantenerse tranquilo habiabun ápice de duda y miedo en sus facciones

El sonido de un aullido me hizo levantarme, mirando al frente fui testigo como un gran lobo se acercaba con tres cuerpos en el lomo, y tras de ellos dos personas estaba apenas caminaban. El barón corrió hacia ellos caballeros empezaron a aparecer atendiendo a las personas que venían, Vi como a ese lobo gigante le los empezaba a quebrar los huesos, la forma en la que su piel parecía moverse mientras resucia su golosas tamaño

Fue algo asqueroso e impactante ver como ese lobo se convertía en el caballero Dalton, pero la sorpresa duró poco para ser remplazado por angustia, eran 5 personas las que volvieron con ese caballero, dos jóvenes inconscientemente,  uno que almenos podía mantenerse en pie, un hombre de contextura robusta muy herido y una sola mujer, esa mujer tenia el cabello marrón, no rojo

-¿Donde esta Ameliel?-el barón se dio vuelta de inmediato, el hombre robusto fijo su mirada en mi, era intimidante aún estando herido, pero a mi solo me importaba ella

-Esa mujer, se quedó alla-me acerque a él hombre sin inmutarme, nos mirábamos tan fijamente que la tensión se sentía

-explícate

-ella se quedó con el vampiro a cambio de dejarnos ir-mi corazón empezó a latir desenfrenado

-¿gran caballero, Barón?- me gire a él, su vista que se había mantenido en mi todo el tiempo se desvía hacia el suelo-esto no se quedara así, desde hoy te me encargare que le saquen el título y las tierras.

-¿que?

-como lo escucho Edward,  te lo adverti-me iba a retirar cuando una mano toma mi brazo

-por favor-su suplica me pareció tan ridícula

-deme una razón para no matarlo ahora-la voz del hombre robusto me hizo fijar mi vista nuevamente

-no hay razones para no matarme, pero le deben la vida a mi prometida-veo hacia donde se llevaron a la mujer para ser atendida -puedo dejar que muera ella

Su cara se transformó en pura desesperación, en menos de un segundo el aura amenazadora desapareció

-no te atrevas

-ustedes abandonaron a la mujer que los salvo, no hay ni honra ni honor  en eso, yo no me compórtare como un caballero

Llame al asistente que traje, lo vi muy poco por la cuestiones sobrenaturales pero le informe que enviara una carta al rey para tratar la destitucion del barón de su título y tierras

Y que también traigan un batallón del ducado, y sobre todo mucha plata

Por Ameliel yo movería cielo, tierra e infierno

Dalto se interpone en mi camino, su ojos están en un amarillo brillante, aquel inusualcolor de ojos quee daba escalofríos luego de nuestra última charla

-no la deje morir, y le prometo servirle a usted hasta el final de mis días-era tan profunda su desesperación que se puso de rodillas -lo juro por la diosa Luna

-tu juramento es aceptado, solo si mi prometida vuelve a mi lado-el asiente

-yo se donde esta, servire fervientemente y daré mi vida si hace falta para que ella vuelva

-me encargare yo mismo de la salud de la mujer, más te vale que cumplas-lo rodeo y subo hasta la habitación donde atienden a la rubia mujer, ahí alguna curanderas están tratándola-¿cuál es su condición?

-Gran duque-una de las mujeres se reverencia-la luna esta muy grave, tiene heridas que van sanado de una manera lenta, se nota que fueron con plata, y la más preocupante es el de su vientre que se ve como si fuera la herida de un humano, no sana y sigue sangrando

-ya llamamos a el doctor de la aldea-dice otra mujer-esa herida no fue hecha con plata

-es mucho peor

-nunca vimos nada asi-la angustia en la cara de las mujeres es incomoda para mí,  me fijo en la mujer que se encuentra inconsciente en la cama, su pálido rostro tiene varias cortadoras, sus labios se encuentran rotos y azules

Pareciera que estuviera enfrentando a la muerte en la inconsciencia, pero aún así se ve bella

No tan bella como Ameliel

Hasta la comparación era ridícula, Ameliel era unica

De repente algo vino a mi mente como un eco, me fije en wl vientre de la mujer, que apesar de que le cambiaron el vestido podía verse nuevas manchas de sangre

Metal divino

Fue eso lo que causó la herida

No sabia que era, ni por que sabia, lo único de lo que estaba seguro era que esas dudas solo Ameliel me las podría aclarar

Rogaba al cielo que este bien.

ExistenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora