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Louis era bueno. Estaba a punto de convertirse en el piloto más exitoso de la Fórmula 1. Tenía un camino claro: batir algunos récords, ganar la mayoría de las carreras y volver a repetirlo todo al año siguiente.
Por supuesto, ahí es c...
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Un mes después de que Louis se diera cuenta de que le gustaba Harry, se hundió tanto en su entrenamiento que estaba seguro de que sus sentimientos habían desaparecido. (En absoluto). Condujo el simulador todos los días con Ben entrenándole en las curvas, construyeron tres estrategias totalmente nuevas basadas en el impecable talento de Gemma y planificaron la carrera mil veces con el coche y los neumáticos.
Louis se había preparado para esto. Había hecho todo lo imaginable para estar absolutamente preparado para vencer a todo el mundo y ganar el maldito primer puesto en el Gran Premio de Australia. También se había convencido a sí mismo de que si ganaba el GP de Australia y Harry realmente dejaba de hablarle, entonces su atracción se curaría.
Había una sensación de profundo deseo que Louis no podía esperar a saciar. No podía esperar a ver la cara de Harry cuando Louis condujera la última vuelta hasta la línea de meta, con su coche adelantando a todos los demás mientras pasaba volando tan rápido que sólo era un borrón rojo. Iba a ganar y, por fin, poner fin a los avances de Harry. Se acabaron las distracciones, los hermosos ojos verdes, los labios rosas y los cabellos rizados que caían perfectamente sobre su frente. No más manos gigantes con uñas pintadas, y dedos suaves, anillos por todas partes. No más ropas extravagantes que te hacían entrecerrar los ojos un segundo para acostumbrarte, ni dialectos raros que te hacían preguntarte de dónde mierda era.
No más, Harry. Iba a ser genial.
"¿Listo, Tommo?" le preguntó Niall al oído, con el coche vibrando bajo él, los pies metidos dentro con uno en el freno y el otro en el acelerador. Sus manos enguantadas se aferraban con fuerza al volante, con los dedos apoyados en las palancas de cambio. Todo su cuerpo vibraba de emoción. Estaba preparado.
"Vamos", dijo Louis brevemente por el micrófono, dejando flotar sus pies, sintió que la potencia del motor empezaba a revolucionar. Había liderado la salida de boxes desde que había ganado la Carrera Clasificatoria, lo que significaba que tenía la primera posición. Gemma estaba a unos metros a su derecha, segunda, y Liam justo detrás de Louis, tercero.
Harry le había enviado una serie de mensajes a lo largo de la semana de entrenamientos y clasificación. La mayoría habían sido bastante breves. Pero no por ello menos molestos.
'Esto no cambia nada 28, prepara tu ego para el segundo lugar', Harry envió un mensaje de texto una hora después de que Louis terminara en primer lugar en la Q3 el viernes, el sol australiano cayendo sobre la ciudad, el mar unos kilómetros atrás pero aún visible sobre los edificios.
'Q2? Más bien QT ;) Acabo de verte en mi televisión haciendo una entrevista, tengo que estar de acuerdo en que hay mucho en juego esta temporada', Louis puso los ojos en blanco inmediatamente ante la broma, incluso dibujó una cara de confusión en su teléfono tratando de entender qué le pasaba a Harry. Por supuesto, le había mandado un mensaje justo cuando Louis cruzaba la línea de meta en primer lugar, otra vez.
