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Louis era bueno. Estaba a punto de convertirse en el piloto más exitoso de la Fórmula 1. Tenía un camino claro: batir algunos récords, ganar la mayoría de las carreras y volver a repetirlo todo al año siguiente.
Por supuesto, ahí es c...
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Dos días después, Harry seguía enviando mensajes a Louis como si su beso nunca hubiera ocurrido.
Le envió un mensaje asegurándose de que Louis había aterrizado sano y salvo en Londres, y éste le contestó que estaba de nuevo en marcha, practicando para el próximo GP en Vietnam. Harry envió una foto de un bloque de mármol, tallado sólo hacia un lado, donde se formaba perfectamente un hombro humano. Parecía un hombre saliendo lentamente de la piedra. Louis se alegró de señalar lo aterrador que parecía. Harry se rió de él y le explicó que no estaba ni mucho menos terminado. Louis habría mentido si no admitiera que estaba en un constante ataque de risa por el simple hecho de permanecer en su teléfono hablando con Harry.
Gracias a Dios que vivía solo. Las incesantes burlas que Liam o Niall le habrían hecho soportar habrían provocado definitivamente la expulsión de uno de ellos del piso. Volvió a sentirse como si tuviera dieciséis años. Un oleaje de nervios cuando pensaba y reconsideraba las palabras que escribía antes de enviarlas. La anticipación de esperar cualquier tipo de reacción. Había olvidado lo entretenido que era todo aquello.
Dejando todo eso a un lado, el martes a las 10 de la mañana se llevó el teléfono a la mejilla izquierda, sobrecalentada por la pantalla del teléfono.
"Deberías haberles oído animar. Fue una locura, Lou. Pero de verdad, ¿cuándo puedes venir a visitarnos?".
Louis tragó el poco de agua que había estado bebiendo de la botella. Los tennis se le clavaban en la planta del pie, pero el gimnasio no estaba lejos, así que no se quejaba.
"Son once días de descanso, así que planeemos una comida en Donny la semana que viene, ¿vale?". Louis se ofreció, arreglándose un mechón de pelo que el viento le pasaba por los ojos.
Su madre lloriqueó de alegría: "¡Sí! Es maravilloso, cielo. Se lo diré a las niñas y a los gemelos", dijo. Luego hizo una pausa; Louis la conocía bien. Tenía ganas de preguntar desde que la había llamado hacía diez minutos.
"Vale, ya suéltalo, mamá, ya casi estoy en el gimnasio", dijo Louis, divertido, jugueteando con su botella de agua vacía.
"¿Qué es todo eso que he visto por Twitter? Sobre ti y ese artista, Harry, ¿verdad?". Preguntó ella, y aunque sonaba insegura, Louis era perfectamente consciente de que ella sabía exactamente quién era Harry, si no por él, sí por todos los años que lleva siendo conocido en Inglaterra.
Aun así, se le revolvió el estómago y su mente repasó rápidamente su beso, sus respiraciones entremezcladas, la mano en su mejilla. Suspiró y se sacudió físicamente los recuerdos.
Louis rió entre dientes, el viento moviendo la misma brizna de aire, "Es Harry Styles, sí mamá. Es el hermano pequeño de Gemma, y nos conocimos hace un año en una fiesta. Acabamos de hacernos amigos al principio de la temporada, en realidad".
Louis no sabía hasta qué punto era cierto que habían empezado como amigos desde el principio. Al principio, Louis estaba seguro de que había estado anhelando el día en que vería la despedida de Harry de la gira. Descubrió que ya no era así. Aun así, estaba seguro de que estaba en algún lugar debajo de todo el cariño y toda la pelusa que había adquirido al llegar a conocer a Harry como realmente era. Si lo necesitaba, lo encontraría. El beso fue sólo un pequeño contratiempo.
