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Louis era bueno. Estaba a punto de convertirse en el piloto más exitoso de la Fórmula 1. Tenía un camino claro: batir algunos récords, ganar la mayoría de las carreras y volver a repetirlo todo al año siguiente.
Por supuesto, ahí es c...
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"La carrera ha empezado, amigos, es una tarde de domingo perfecta, los coches están listos para rodar y la formación de la parrilla de pilotos es oficial. Tenemos a Louis Tomlinson de Ferrari en la primera posición, Gemma Styles de Mercedes en la segunda y Liam Payne de Ferrari en la tercera. Esta pista en particular es para memorizar. Cincuenta y siete vueltas, 3,36 millas de largo, 2 zonas DRS, y más de mil lámparas iluminan este circuito. Pero, nada es demasiado brillante para el mayor talento de este año, Louis Tomlinson. Como todos recordamos, la última vez que la Fórmula 1 pasó por esta particular ciudad, Tomlinson sufrió un dramático accidente que le impidió asistir a tres Grandes Premios de ese año. Sin embargo, se las arregló para acumular suficientes victorias para traer a casa el campeonato de constructores para Ferrari...
"Ya basta", murmuró Wes, bajando el volumen de la radio.
Louis se quedó callado mientras se concentraba por completo en sus ejercicios de calentamiento. Estaba agachado, con la nariz casi pegada a las rodillas y los pies perfectamente colocados uno al lado del otro. Exhaló después de contener la respiración durante cinco segundos. Wes apoyó la palma de la mano en la espalda de Louis, ayudándole a estirarse.
"Bien, es suficiente ", dijo Wes, y Louis se soltó aliviado, con los músculos ardiendo ligeramente.
"No sé por qué me las he arreglado para ser tan flexible, no hacemos suficientes de estos para que tenga sentido", Louis respiró pesadamente mientras iba por su botella de agua, el pecho ligeramente húmedo por el entrenamiento. Sólo faltaban dos horas para que empezara la carrera, la energía que se respiraba por todas partes fuera del despacho de Wes era casi eléctrica. Emoción, miedo, ansiedad, hambre, de todo.
"Podría aburrirte con la ciencia, pero lo dejaré para la cerveza que me debes en Londres", Wes se sentó de nuevo en su escritorio, dejando que Louis recogiera su teléfono, lentes de sol y las llaves del garaje. Un rato después: "¿Cómo es que no ha venido tu amigo Harry?".
Louis frunció los labios y miró a Wes con cara de "¿en serio?", porque Wes le conocía. Conocía su historia, sabía parte de lo que hacía Leonard, y sabía que Harry y él no estaban empezando nada. Al menos no que Louis supiera.
"Tenía otras cosas que hacer, y no se lo pedí", dijo Louis. Luego dobló su camisa limpia, optando en su lugar por volver a la sede de Ferrari para darse una ducha.
"Hmm, interesante", Wes se interrumpió, jugando con su teléfono en sus manos. "Es que estaba ojeando Twitter y vi que todo el mundo estaba bastante entusiasmado con ustedes dos como algo más que amigos".
Louis aguzó los oídos y su corazón latió un poco más rápido: "¿Qué?".
"Hay muchas fotos de ambos. Las cuentas de los fans tienen algo que se llama 'ship' y los han metido a los dos en él. No sé, soy demasiado viejo para entenderlos", Wes se encogió de hombros, mirando a Louis como si en cualquier momento fuera a confesar su amor eterno por Harry.
