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Louis era bueno. Estaba a punto de convertirse en el piloto más exitoso de la Fórmula 1. Tenía un camino claro: batir algunos récords, ganar la mayoría de las carreras y volver a repetirlo todo al año siguiente.
Por supuesto, ahí es c...
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Durante el resto de la primera semana, Ferrari hizo trabajar duro a Liam y Louis. Estaban decididos a conseguir cada día las vueltas más rápidas, el mayor número de kilómetros recorridos y el mayor número de puntos. Cuando Louis terminaba a las seis de la tarde, le quedaba energía suficiente para comer algo ligero, darse una ducha y desmayarse de agotamiento. Todo volvía a empezar a las seis de la mañana, con el despertador gritándole al oído. No le importaba demasiado.
La semana, en general, no había sido de las mejores. Entre ver a Harry todos los días y las palizas que le daban Lacasa y Styles, Louis no lo estaba pasando precisamente bien. El viernes se levantó de mal humor. Se debía a que Harry no había parado de hacerse amigo de absolutamente todo el mundo remotamente cercano a Louis durante la última semana. Y lo que era peor: también había hecho un buen trabajo..
Louis llegaba a la cafetería y Harry ya estaba sentado en la mesa de Ferrari hablando con quienquiera que estuviera allí. A Louis le fastidiaba la facilidad con la que Harry se ganaba la simpatía de la gente y, desde luego, le sorprendía que hubiera llegado hasta Ben.
Ben solía mostrarse frío y deliberadamente distante con los demás equipos, porque era naturalmente protector con su personal y sus amigos, pero en cuanto Harry empezó a hablar, pareció absorto e intrigado, y eso hizo que Louis se pusiera furioso.
Si había llegado a Ben, entonces Harry realmente había llegado a todos en su equipo.
Aparte de todo eso, Louis intentaba que Harry no le distrajera de su verdadero trabajo. Por el momento, él y Gemma estaban atrapados en un tira y afloja. Entre los dos se disputaban cada día la vuelta más rápida. Se adelantaban el uno al otro sólo por milésimas. Louis deseaba poder dejar atrás a Gemma por uno o dos maravillosos segundos. Oh, la gloria.
En general, era seguro decir que por primera vez en mucho tiempo; los aficionados a las carreras estaban encantados de ver la semana de pruebas como si fuera una carrera real. Ben le había enviado un mensaje el día anterior diciéndole que la audiencia estimada este año se había triplicado durante la semana, y que todo se debía a que la gente estaba intrigada por ver a Louis Tomlinson ser desafiado después de tanto tiempo. Louis no estaba seguro de si eso era un cumplido o no.
Gemma no tardó en demostrar por qué Mercedes la contrató enseguida para conducir sus coches en la Fórmula 1. Aprendía rápido y era tenaz, conducía el coche con aplomo y gracia, nunca demasiado agresiva o impulsiva. Después de solo tres días de pruebas, hizo que Louis se diera cuenta de la gran amenaza que era realmente para Ferrari, los imbatibles campeones de Fórmula 1 desde 2012.
Había superado tres veces el mejor tiempo de Louis y una vez el de Liam, lo que significaba que conducía más rápido que ellos dos... y ganaba. Era intrépida. Si chocaba contra la grava o dañaba alguna pieza del coche, volvía a la pista en un santiamén. Louis sospechaba que algo de eso tenía que ver con el hecho de que ahora tenía muchos ojos puestos en ella. Probablemente sintiera la presión de impresionar a sus fans, a lo que ayudaba el hecho de que fuera demasiado buena conduciendo.
