METANOIA - Marcos. G y Pedri. G

12. Mierda.

No procesaba lo que había visto, estaba segura de que mi visión no estaba equivocada pero también me encontraba negada hacía esa idea aterradora.

Pedri no podía ser tan descarado de confirmar nuestra relación sí me había sido infiel, ¿No?

Escapé del Camp Nou lo más rápido que pude, cuando llegué a mi auto quise aclarar mis pensamientos, pero mi celular vibrando de notificaciones por lo que había pasado minutos atrás no me lo permitía. Me dirigí rápido a la casa de Kiara, necesitaba hablar con alguien.

Toqué la puerta desesperada y la de rulos me abrió con una sonrisa que se ensanchó al verme.

-Recién lo veo, ¿Estamos felices o no estamos felices?- No la dejé continuar y me abalancé a sus brazos dejando que las lágrimas recorran mi cara.

Ella entendió y me correspondió el abrazo.

-No estamos felices.- Dijo para si misma Kiara.

Nos sentamos en la cama de su habitación mientras trataba de calmarme.

-Lu, necesito que me cuentes que pasó, ¿Él no te consultó? ¿No estabas preparada para confirmar?- Se apresuró a preguntar la española.

-No es eso...-- hice una pausa porque las palabras no salían -- Es que ví algo Kiara, Pedri tenía un chupetón.

La cara de la más alta se transformó, no podía creer que Pedri, quien era algo así como su cuñado, desde hace ya un año, había sido capaz de lastimar de tal manera a su amiga.

-¿Hablaste con él?- Preguntó la que consolaba.

-No, ni siquiera quiero abrir su chat. Él no sabe que yo ví eso.

-¿Estás segura que viste bien? Háblale, quizás y fue todo un malentendido.

-Quiero creer que mi vista fallo, creo que sí le tengo que responder.

Los mensajes del canario básicamente constaban de audios invitandola a su casa así charlaban las consecuencias del inesperado acto del chico.

Él nunca nombró lo que pudo llegar a ver Luciana, ella tampoco, simplemente accedió y con mucha insistencia por parte de su amiga, se dirigió al hogar del 8 del Barcelona.

Apenas toqué la puerta el canario me abrazó, al parecer Fer no estaba. No pude ni tratar de hablar sobre el tema porque el me interrumpió.

-Te tengo un regalo, espera acá.

Me quedé quieta en mi mismo lugar; esperando su sorpresa, aunque sabía que antes de irme de ahí tendría que tocar el tema sí o sí.

Pedri Pov's:

Baje las escaleras con una cajita en mis manos; era básicamente un collar dorado que tenía un dije de una "P".
Era un presente debido a que nunca le consulté si ella estaba preparada o no.

La notaba un poco tensa pero al verme se le formó una sonrisa un poco débil.

-Mirá esto.- Abrí la caja y sonreí al ver la reacción de la chica expectante.

Ella se sorprendió y por un segundo pude notar que su sonrisa sin ganas desapareció y fue reemplazada por una real. Aunque al poco tiempo, la sonrisa falsa volvió, no entendía el porqué, pero también me daba miedo preguntar.

-Como diría Taylor Swift, no es porque me pertenezcas, es porque realmente te conozco.- Esbozé una sonrisa de tonto enamorado.

Luciana se giró para que yo pueda enganchar el collar.

Cuando levanté su pelo para poder hacerlo, su voz apareció.

-Pedri lo ví.- Soltó ella rápidamente.