SanHwa

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Seonghwa le dio una calada al cigarro y peino su cabello rojizo hacia atrás. Hoy no había sido su día. Peleas y discusiones en su trabajo y con San. Nada estaba saliendo bien últimamente.

El cerrojo de la puerta le indicó que San estaba devuelta. Lo tomó por sorpresa cuando el menor lo abrazo por la espalda y acaricio su abdomen desnudo.

El mayor suspiró. Saco su mano del barandal y acaricio la de su novio. Este comenzó a darle besos cortos en el cuello y hombro. Era la forma de San de pedir perdón.

Seonghwa no pudo resistirse mucho tiempo, después de todo el menor lo traía tan loco por él que ni su mal carácter podían cambiar lo que sentía por Choi San.

Se giro y ahí estaban esos ojos felinos que amaba tanto pero estaban acuosos.

—No me dejes...—susurro el menor.

—¿Qué? ¿Porque lo dices? Jamás lo haría.

—Es que solo te doy problemas hyung—sollozo San—. Podrías estar con alguien mayor o siquiera alguien que te ayude con la casa. Yo solo...soy un estudiante de universidad que no puede conseguir empleo...

Eso estrujo el corazón de Seonghwa. San había sido la luz al final del túnel para el mayor. Ese chico era la definición de felicidad.

—Mirame—pidió Hwa levantando la vista de San—, tu eres el arcoiris en mis días lluviosos. Eres la cara que quiero ver cada vez que despierto y la única persona que veo en mi futuro. Jamás, jamás te dejare, eso ni lo pienses—sentenció.

Y con eso, Seonghwa deposito un beso corto en los mofletes de San. Cosa que se intensificó en cuestión de minutos.

Sabiendo de memoria el recorrido al cuarto, ambos se movieron sin dejar de besarse. San estaba debajo del pelirrojo. Apretaba el trasero y la cintura de Hwa. Este tironeo del cuello de su novio para así sacarle la camisa con más facilidad.

El menor se giro para terminar arriba. Comenzó un camino de besos deteniéndose en los botones erizados de su hyung. De un tirón, quito los pantalones y bóxer de Hwa. Volvió a subir y, lamiendo el cuello ajeno, empezó a estimularlo.

Seonghwa gemia bajo. A pesar de la edad, el menor estaba mucho más experimentado que él. Sabía perfectamente que hacer.

San quito sus dedos y sacó su miembro para reemplazar sus dígitos. Las embestias eran lentas. Enloquecian al pelirrojo.

—¿P-porque lo haces...ah...tan b-bien..?—jadeo Park. San se detuvo y peino los cabellos rojos alborotados.

—Lo hago bien porque eres tu a quien quiero dar placer. Te deseo demasiado hyung—explicó. Seonghwa sintió mariposas en su estómago. Sonrió y enrredo sus dedos en la hebras azabache de su novio y lo acercó para besarle.

Choi continuó dando fuertes embestidas pero a la vez lentas. Hacer gemir al mayor era música para sus oídos.

Llegaron al orgasmo gimiendo el nombre del contrario. Lo hicieron un par de veces más, en la ducha, la cocina y el sillón del living. Necesitaban demostrarse cuanto se deseaban y que nada cambiaría eso.

Saranghae...—dijo San abrazando a su novio, quien se escondía en su pecho y estaba a punto de quedarse dormido.

—Saranghae yobo.







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Pd: es el capitulo más tierno que escribí jiji. Disfruten ^^. Gracias por leer💜


+18 ATEEZ SHIPS (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora