MinYun

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-Quisiera probarme este vestido-hablo la clienta. La empleada de turno se sonrojo.

-Disculpe pero no podrá ser ahora, están limpiando los vestidores-dijo señalando el cartel con la nota.

La mujer frunció el seño con molestia pero aún así confío en que le quedaría y se lo llevo. La encargada suspiro.

Dentro de la sala donde se probaban la ropa, se estaba haciendo algo que no tenía que ver en lo absoluto con la limpieza. Yunho, el segundo encargado de turno, saltaba en el regazo del dueño de la tienda.

Mingi gruñia ronco por lo bien que se sentía y sujetaba con fuerza la cintura del chico que estaba a espaldas de él.

Sabían que lo que hacían estaba mal, pues el señor Song era un hombre casado. Pero eso no quitaba que Yunho quisiera ser follado hasta morir por el imponente hombre. Desde que se vieron por primera vez, la tensión sexual era ,y aun lo es, tal que mínimo dos veces en el turno deben esconderse en la sala o baño.

-Has sido un buen empleado estos días querido-hablo el dueño, deteniendo los movimientos de Yunho-Déjame compensarte.

El pelinegro se levantó de su delicioso lugar y se sentó en el sillón, mientras Mingi comenzaba a darle la mamada de su vida.

-Ah~

El pelinaranja disfrutaba de darle placer al más alto pues éste luego le devolvía el favor con más ganas. Eso no restaba que escuchar gemir a su empleado lo volvía loco.

-M-me voy a...-y Yunho se vino en la boca de su jefe. El hombre hacia delicioso todo.

-Volteate cariño-pidió el hombre, a lo que su subordinado obedeció.

Nuevamente, Mingi penetro a su amantes, embistiendolo hasta alcanzar el clímax de ambos. Cayeron agitados en el sofá.

-Lo hiciste demasiado rico-susurro Yunho.

-Y eso es solo una de las cosas que puedo hacer tan rico-le sonrió Min. Luego se acercó al pelinegro para volver a besar esos mofletes hinchados por sus mordidas.

-Señor, su hija lo busca. Dice que necesita su ayuda-interrumpió la empleada del otro lado de la puerta.

Los amantes bufaron y se acomodaron la ropa y el cabello.

-Esto no se quedará así hermoso-dijo Mingi depositando besos en el cuello del contrario, mientras este terminaba de acomodar su uniforme.

-Te espero a la salida-respondió el chico, volteando para depositar un beso en los labios de su jefe y sin más salió primero de la sala.

+18 ATEEZ SHIPS (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora