+18 ATEEZ SHIPS (One Shots)

SeongYunJoong

[Alteración de edades: Seonghwa 26, Yunho 25 y Hongjoong 21]

Hongjoong tiene dos novios super amorositos y cariñositos. Lo tratan como un rey. Pero lo tierno se les quita cuando quieren tener sexo.

Son fetichosos. Extremadamente posesivos y es difícil que Kim no termine cojeando. Pero los ama, son la luna y el sol de todos los días. No los cambiaría por nada.

Ahora, Hong está en la cocina preparando galletas. Las favoritas de su Yunnie. Detrás de él viene sigilosamente uno de sus hombres. Y se escucha una sonora nalgada.

—Hola precioso—le beso Yunho. El menor solo río y le tendió una galleta calentita—Deliciosas, como tu.

Yunho lo ataco con besos haciéndole cosquillas y Hongjoong reía escandalosamente dejándose besuquear.

—Ahí están mis niños—entró Seonghwa en la cocina.

Les dio un poquito a los dos y tomó una galletita.

—Les pondré crema batida, así serán como alfajores—sonrió Hong y sacó la dichosa crema.

Fue entonces que por la cabeza de los mayores atravesó una idea. La habían mencionado antes entre ellos dos y ahora estaba la oportunidad.

—Honggie~

Oh no...

Cuando los mayores cantan ese nombre solo significa una cosa. Kim cerró los ojos y suspiró. Volteo y vio los ojos de sus novios, estaban poseídos.

—Acabo de ponerme estos jeans como para que me los arranquen—se quejó.

—Bien, quitatelos tu y ven aqui—Ordenó Seonghwa.

No hizo más que obedecer y se desnudo, si, en plena cocina, porque los mayores le habían enseñado que no importaba el lugar solo debía hacer caso cuando se le pidiera.

Yunho camino hasta unos cajones y de ahí saco una cuerda encerada roja e hizo sentar al menor en una silla. Allí comenzó a colocar la cuerda alrededor del pequeño cuerpo y terminar amarrando con la misma las manos de Hongjoong.

Seonghwa tomó la crema batida y comenzó a esparcirla en el cuerpo. La puso en las partes sensibles del pelinegro y luego comenzó el juego. La tarea de los hombres era lamer (y marcar) la crema del cuerpo.

Hongjoong comenzó a jadear y suspirar.   Se sentía jodidamente bien. No paraba de sorprenderse de sus novios. Estos fetiches sólo provocaban más deseo de ellos.

—Ahh~—gimió cuando sintió como era masturbado por la boca de Seonghwa y lubricado en su entrada por Yunho.

Los gemidos inundaron la cocina. Eso ponía más a los dos mayores. Cuando terminaron con su desastre, ayudaron al pelinegro a limpiarse y limpiar todo. Aún así no permitieron que Kim se vistiera. El menor debía solucionar unos temitas bastante grandes en su cuarto con los hombres.

"Me despido de ti culo mio, fuiste bueno mientras duraste" pensó para si mismo cuando observo las palpitante erecciones en los pantalones ajustados de Yunho y Hwa.