cap: 0 - Antecedentes

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Ya hace cuatro años que Claire, Owen y Maisie formaban una familia, los padres consiguieron firmar los papeles de adopción después de muchos meses y des de entonces, no hay nada que los separase.

Claire al igual que los años anteriores trabajaba en la DPG, era la principal líder y fundadora y a medida que iban pasando los años todos los proyectos en los que trabajaba eran cada vez mejores y de mayor ambición para expandirse a lo largo del territorio incluso más allá del continente. Después de años de dedicación y esfuerzo, habían conseguida reinstalar el edificio entero, modernizarlo, mejorar las tecnologías diferentes espacios y sobre todo, rescatar a cientos de especies en peligro de extinción.

La pelirroja estaba más feliz que nunca, tenía un trabajo que le iba bien, una familia que amaba más que a nada, las mejores amistades que alguien podía tener y la estabilidad tanto laboral como económica que le ayudaba a vivir como siempre había querido. No obstante, los traumas y acontecimientos que llevaba arrastrando des de hacía ya años, seguían estando muy presentes en su día a día y por mucho que supiera cómo llevar su ansiedad, siempre tenía algún punto en que explotaba.

Por otro lado estaba Owen, el era el mismo de siempre, feliz y con buen humor para los suyos. Todos las mañanas trabaja por las montañas rescatando dinosaurios, el al igual que Claire también trabajaba en la DPG y el trabajo que tenía le encantaba. Por las tardes se encargaba de estar por su hija que llegaba temprano de la escuela, le ayudaba a hacer los deberes cuando lo necesitaba, miraban películas, merendaban, preparaban pasteles... un sinfín de actividades que siempre compartían entre los dos.

Personalmente el también tenía sus momentos, estaba mayormente sonriendo y dándolo todo por su familia pero los hechos del parque y de la mansión le llevaban generando insomnio durante años. Pero aquello no era suficiente como para arruinar su vida. Tenía un montón de cosas por las que estaba feliz y contento y por mucho que el mundo estuviera en llamas, el seguiría estando alegre si estaba con su amada y su hija.

Maisie era el terremoto de la casa, siempre para arriba y para abajo con sus nervios y sus inquietudes pero continuamente feliz por estar con quien quería.
La adolescente había encajado a la perfección con sus padres, los quería como nada en el mundo y confiaba ciegamente en su palabra.
Des del principio tuvo una vida muy activa, iba a la escuela con su primo Gray por las mañanas, y por las tardes practicaba sus actividades favoritas como la pintura.
También escuchaba música, bailaba y hacía muchas cosas que por mucho que fuera abandonando por la edad, le seguían encantando y de vez en cuando las practicaba a su bola.

Maisie era una chica única, tenía una personalidad que tenía a sus padres enamorados y un carácter que aterraba hasta al alma más temperamental de la tierra. Por un lado era una adolescente encantadora, educada, respetuosa y por mucho que a veces le costara controlar su carácter y lo que les decía cuando se enfadaba, seguía siendo el angelito de sus padres.

La familia estaba feliz viviendo en la cabaña que había construido Owen, hacían un montón de cosas juntos, compartían películas y juegos de mesa, los martes y viernes disfrutaban del reality que a Claire le encantaba y los findes de semana siempre intentaban hacer algo chulo.
A veces iban al lago a bañarse, otras bajaban a la ciudad para pasear e ir de compras, iban a cafeterías a tomar chocolate y constantemente pasaban rato juntos.

Los primeros años fueron los más fáciles para la pareja, Maisie todavía era una niña inocente pero cuando entró en la adolescencia se les desmontaron los esquemas. No sabían cómo gestionar las situaciones, ambos se agobiaban porque no sabían que hacer, Maisie les dominaba con su carácter y todo era un descontrol hasta que sus padres aprendieron a entender su comportamiento. Y por mucho que pasaran tardes y días enfadados, seguían queriéndose y manteniéndose el respeto que se merecía cada uno.

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