Nadie nunca se había disculpado conmigo por quitarme la sonrisa de la cara. O tal vez nunca me importó.
Da igual cuanto intente a veces no puedo seguir, jaja. El retorno no es posible, solo queda avanzar, ¿no?
Correr es improbable, mis rodillas están lesionadas; caminar es doloroso, mis pies tienen cristales clavados. Todo me duele, desde el cuerpo hasta la mente.
Sonrío cuando realmente quiero hacerlo y hasta cuando no puedo hacerlo. Mi sonrisa es lo único que nadie nunca me ha podido quitar. Ni las discusiones, ni los "amigos", ni los amores a medias, ni la depresión.
Incluso cuando esté muriendo, prometo que voy a sonreír.
No te lo prometo a ti, se lo prometo a este cuerpo que ha aguantado más de lo que creo que debería haber tolerado.
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Yu
RandomEl infierno de Dante dice que hay 9 divisiones para el mismo. ¿Y si hubiera 10? El décimo sería la mente. Más específicamente la mía. Infinitas posibilidades de muerte, de suicidio, de dolor. ¿Cuánto dolor puede acumular el cuerpo? Busquemos la resp...