Febrero 4

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Silencio que parece decir más de lo que escucho. Música ardiente en mi pecho.
Escucho tu voz a través de la ventana que alberga mi memoria.
Tu visión de la existencia ha sido lo más positivo que me han mostrado.
Sin perfección vacilando en la oscuridad.
Danzando en la indecisión.
Nombrando calles con tus adjetivos.
Hablando de países con tus apellidos.
El temblar de mis manos no debe ser sólo por el paralizante frío, también por tu falta de compañía.
Lejos, físicamente; cerca, mentalmente. Ocúltate en mi oscuridad y enciende las lámparas de tu corazón para echar a mis demonios.
Abrazando mis miedos, huyendo conmigo de la mano por un cielo gris que has empezado a amar por mí.
El sonido de la noche no para de devorarme por instantes, pero me quedo callada escuchando tu voz en mi pecho.

No huyas.

YuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora