☆Es una promesa☆ [Hanako x Tsukasa x Tu]

☆࿐ཽ༵༆13༆࿐ཽ༵☆

♥︎cap13:♥︎

My proposal did not annul yours, but it will be impossible to have it...

–Yugi Amane

¿Alguna vez han sentido tantas emociones juntas que su estómago parecía que se saldría? ¿Alguna vez estuvieron tan nerviosos que casi se desmayan? Alguna vez... ¿Se confesaron?

Amane estaba como loco mientras iba de un lugar a otro, cerciorándose de que no falte nada. Tsukasa metía todos los adornos en las bolsas que se llevarían para decorar la azotea. Estaban a un día de la gran confesión y Dios... Se sentía horrible, los nervios se apoderaban de su cuerpo y salían a duras penas como si de un exorcismo se tratase.

Hoy llamaron a la chica para decirles que por un inconveniente con su padre tenían que ir más temprano a la escuela y no podrían pasar a buscarla, cosa que era una clara mentira para poder llevar los adornos sin que la chica sospeche. Pues aparte de ser muy obvios con las decoraciones, ella sabía leerlos de pies a cabeza, y hoy ambos gemelos estaban eufóricos, no podían ver a la chica hasta que mínimamente se les pase un poco o la obviedad les haría perder la magia del momento.

— ¿¡Ya!? –pregunto gritando al casi caerse de las escaleras por andar buscando los adornos.

Tsukasa asintió, tomó la bolsa para luego ir juntos a la academia con sus nervios a flote. Si se sentían así un día antes no querían ni pensar como sería en el momento, apuestan a que siquiera podrán decir su nombre.

_____ por otro lado estaba en una situación horrible, y eso que la palabra se quedaba corta. Su madre al fin se había decidido por el tan dichoso pretendiente. Se había salteado un par de horas de trabajo y la hizo levantarse temprano para conocerlo.
Era un joven alto, de tez blanca, cabellos rubios y ojos color violacio.
¿Era guapo? Sí. ¿Era lo que quería? No, ni cerca.

Trato de mantener la compostura antes de que ambos tengan que irse a clases. Era un momento incómodo para ambos "futuros esposos", se veía que ninguno quería ser emparejado con el otro, pero no podían hacer nada hasta cumplir los 16, día en el que se casarían. El joven cumplía años un mes antes que ella, y pensaban casarlos el día del cumpleaños de _____, el peor día. No sabía cómo decirle a los gemelos, simplemente no le daba el corazón para hablarles del tema. Sabía que no se lo podría ocultar por mucho tiempo, así que sería con el paso de este que quizás se sienta lista.

La chica caminaba por las calles con suma tristeza. ¿Que hará ahora? Su destino estaba sellado con aquella persona que ni siquiera pudo recordar el nombre, ¿y la importancia de su felicidad? Al parecer no le importaba a su madre ese tema.

Al llegar a la academia solo se adentró en el aula, no quería hablar con nadie ni mucho menos con los gemelos. No les había hecho nada, no eran algo como para sentirse mal, pero aún así sentía que les estaba fallando.

...

El día transcurrió... "Normal", si dejamos de lado el comportamiento de los amigos. Los tres se hablaban, sí, pero se notaba que algo no encajaba en ellos. Sin embargo al estar tan absordos en sus pensamientos y sentimientos no le dieron importancia y trataron de seguir el día con normalidad.

A la hora de salida ambos hermanos se habían ido con Tsuchigomori para aclarar si se podían quedar hasta tarde en la academia, tuvieron que decirle de la confesión o de lo contrario no les dejarían quedarse ni un segundo más.

Por otro lado, la madre de _____ se había tomado el día al igual que el padre de aquel pobre chico. Lo habían obligado a ir a la academia donde estudiaba la chica para que después de clases siempre vuelvan juntos, y al salir, _____ se encontró con esa desagradable sorpresa, al parecer su vida ya estaba planeada y no podía hacer nada al respecto, no quería ser una decepción para su familia.