☆Es una promesa☆ [Hanako x Tsukasa x Tu]

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🍃cap8: no...🍃

Amane había salido a una cita con Yumei, pensaba al fin confesarle sus sentimientos. Compró un collar de cadena plateada corta, con una nave espacial en el centro. Algo muy significativo para Amane y estaba dispuesto a dárselo a la chica.

— ¡Amane-kun por aquí! –llamó la peli negra.

Los chicos se saludaron con un abrazo y se encaminaron a los lugares que Amane había planeado para su cita. Fueron primero a un parque, donde se la pasaron hablando, o bueno, Yumei hablo. Por que cada que Amane hablaba de su vida la chica mostraba desinterés o lo interrumpía para hablar ella.
Un poco bajoneado por lo que había pasado camino con la chica hacia el siguiente lugar; la heladería. Amaba este lugar por que siempre que venía con _____ pasaban mucho tiempo discutiendo de quien pagaba, si pagaba él o ella mientras Tsukasa se robaba las chispas para ponerle al helado. Era un momento que le encantaba por que demostraba la bondad de la castaña, algo que sin duda no podía faltar para que una chica le guste, y aparte tenían chispas gratis, y pensó que sería así con Yumei, pero en cuando le dieron su helado ella se fue afuera, sin discutir nada, definitivamente su intención desde un principio era que Amane pague todo.

Ya estaba dudando un poco de su decisión, honestamente las otras "citas" que tuvieron ellos casi nunca hablaban y nunca iban a comer algo, pero esta vez ya había un poco más de confianza y la verdadera actitud de la chica no le estaban gustando mucho.
Su otro lugar era un restaurante, le iba a dar la oportunidad de hacer esa pequeña discusión.
Durante la cena estuvieron hablando de temas diversos y aunque la chica tomaba la palabra muchas más veces que él, la propuesta de noviazgo volvió a los planes. A la hora de pagar la peli negra prácticamente le rogó a Amane que lo haga él, la pequeña pelea no pasó y eso hizo dudar de nuevo al chico.

Su último lugar era una plaza con vista al cielo, algo que no le tenía que faltar a una cita con Amane para que sea perfecta. Los dos chicos se acostaron sobre el pasto mirando al cielo, y como es común para Amane empezó a hablar del espacio.

— Amane-kun... Se que te gusta el espacio y todo eso pero, detesto que hables todo el tiempo de eso.

Eso paralizó a Amane, ¿hablar del espacio todo el tiempo? Él casi no hablaba cuando estaba con ella y tenía que prestarle atención con sus anécdotas mal contadas y problemas absurdos ya que sino se enojaba. El azabache fruncio el ceño, gruñio y asintió.

«Que error pensar que le iba a pedir ser mi novia...»

Deprimido caminaba hacia su casa, paso por en frente de la casa de la castaña, esta estaba poniendo la mesa para cenar ella sola, ya que su madre por el trabajo se quedaría hasta la mañana siguiente. Decidio pasar para despejarse un rato. Tocó timbre y cuando la chica abrió la puerta lo recibió con un abrazo.

— ¿Como te fue? –sonrió dulcemente mientras desacia el abrazo.

— A-Ah.. Bueno... Mal. –dijo cabizbajo.

— ¿Por que? ¿Te dijo que no? Espera, ven pasa. Hice arroz con pollo para cenar, ¿quieres? De paso me cuentas lo que pasó.

— E-Esta bien...

La cena era silenciosa, Amane no quería hablar y _____ solo insistió un par de veces y dejó de insistir, no quería incomodarlo. Después de cenar la chica levanto los platos y los lavó, Amane no sabía como empezar a decirle lo que había pasado.

— Amane, ¿sabes que día es hoy?

— ¿Eh? Nuestro aniversario de amistad es en noviembre...

— ¡No me refiero a eso! –la chica se hecho a reír–. Me refiero a que se dice que se podrá ver a Júpiter hoy. ¿Tu enamoramiento te tuvo tan ocupado que te olvidaste del espacio? –rió.