un regalo para Tony

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Loki no tenía muchas oportunidades de estar afuera desde que Thor decidió entregárselo, así que le parecía cautivador poder observar al dios relajado y tranquilo sin ese gran sube y baja de emociones que lo acompañaban desde que comenzó a convivir con el, aunque era un gran mentiroso y podría solo estar actuando pero Tony deseaba profundamente que no fuera el caso. Quería que el dios de las travesuras pudiera estar realmente tranquilo para variar, era muy extraño ver al dios con la guardia baja y por algún motivo a Tony le encantaba verlo así.

Se relajaron juntos por un rato, recostados sobre el pasto, a la sombra de el árbol, admirando el cielo y sintiendo el viento helado, era simplemente perfecto. Ambos disfrutaron de ese momento juntos esperando la inminente interrupción que se aproximaba con el pasar de los minutos pero decidieron gozar cada segundo antes de ser interrumpidos.

Los amigos de Tony llegaron junto con Thor, Loki se levantó del suelo con con cuidado y entró al establo nuevamente para ensillar a los caballos pero definitivamente no esperaba que su hermano lo siguiera.

Se dedicó  a preparar el caballo de Thor con tanto esmero que no escuchó cuando este entró al establo, por este motivo Loki dio un pequeño salto cuando sintió como su hermano le daba una fuerte palmada en la espalda. Loki decidió arrodillarse ante su hermano y Thor permitió que lo hiciera pero se notaba un gran disgusto en la cara del mayor.

Pasado un breve momento Thor ayudó a Loki a ponerse de pie nuevamente, aunque su padre le había curado sabía que ese tipo de heridas tardaban en sanar y tardaría aún más debido a que la marca de su pecho neutralizaba su magia.

-No debiste haber salido, sigues lastimado Loki.

Dijo Thor algo preocupado  pero Loki negó con la cabeza dando a entender que se sentía mejor.

-¿Vas a ignorarme otra vez?

Loki miró al rededor, apoyó su mano sobre una viga gruesa de madera, humeó un poco y sobre esta se podía leer.

"Sabes que no podemos hablar en público, nos castigarán a ambos."

Quemado sobre la madera. Loki se puso a ordenar algunas cosas, cuando Thor terminó de leer el mensaje este simplemente desapareció. dejando la viga intacta nuevamente.

-Tony nunca te ha prohibido hablar con nadie, menos conmigo. No vas a meterte en problemas, somos hermanos, no es extraño que hablemos.

Loki solo se limitaba a mirar a Thor con cierta tristeza y se dirigió a quemar otro mensaje sobre la viga nuevamente.

"No es decisión de mi amo, es cuestión de costumbres y lo sabes bien, no podemos hablar."

Thor solo miró trabajar a su hermano por un tiempo cuando terminó de cepillar y ensillar al caballo de Odín se dedicó a darle caricias y hacer unas cuantas trenzas en su crin.

-Aunque no lo creas te extrañó bastante, no dejó que nuestro padre lo montara por tres meses, intentaba patear a todos los que se le acercaban y dejó de comer por unos días.

Loki miró a Thor sorprendido y luego miró a Sleipnir. Decidió montarlo por un rato, extrañaba eso demasiado, en Midgard siempre se sentía extraño, encerrado, en un lugar desconocido. Por primera vez desde que había vuelto se sentía el mismo, libre, aunque fuera solo un instante, podía moverse con libertad mientras el viento helado mezclado con la briza chocaban contra su cara.

Tony y el resto de su grupo se encontraban cerca, pudieron ver a Loki y Thor, cuando Loki se percató de esto decidió ir rápido a su encuentro ya que un par de minutos después llegarían Odín y Frigga. Loki sacó uno a uno los caballos y los entregó. Nadie sabía montar  a excepción de Barton.