One Shots | Julián Álvarez

Tratarte mejor

La familia Messi siempre organizaba las mejores fiestas, eso ya era sabido. Por eso se habían encargado de preparar la última del año, todo decorado con las tres estrellas y bien ambientado para los recientes campeones del mundo.

Toda la scaloneta estaba invitada y, aunque no todos pudieron concurrir porque lo estaban pasando con sus familias, la mayoría se encontraba ahí festejando.

Si bien era parte de la familia Messi, Marlenee, recién llegaba a Rosario, ya que había pasado la navidad en la provincia de Buenos Aires, dónde vivía la familia de su novio. La cara le cambió cuando entró a su hogar y vió a toda su familia, es lo que había estado esperando hace rato. No iba a dejarlo solo a su novio después de prometerle estar con él en Navidad, pero la verdad que no la había pasado como esperaba.

Marlenee abrió la puerta de su casa con sus llaves, ya que no creía que escuchen el timbre con lo fuerte que estaba la música adentro. Ni bien entró con su pareja, Paredes se separó de ella y fue directo a saludar a Lo Celso y a De Paul que estaban tomando algo.

La menor de los Messi lo miró, pero al toque tenía a su madre frente a ella buscando su atención. Celia abrazó a su hija con emoción y unas lágrimas cayeron de su rostro al verla. No había pasado tanto tiempo, pero la mujer no estaba acostumbrada a pasar las fiestas lejos de su hija.

—Hola, mi amor. —dejó unos cuantos besos en su cachete—. Al fin llegan ¿Y Lean?

Cuando se separaron Marlenee señaló el lugar por el que se fue su pareja, pero no lo encontró con los dos futbolistas.

—Por ahí debe andar. —le restó importancia.

Sintió otros brazos envolverla y ahí estaban sus tres hermanos y hermana, rodeándola por todos lados. Eran muy unidos y la habían extrañado en esos pocos días. Abrazó a uno por uno mientras se hacían cortas preguntas sobre cómo se encontraban.

—Hola Mari. —el último en abrazarla fue Lionel.

—¿Cómo está el campeón del mundo? —preguntó la menor. Leo sonrió marcando sus oyuelos y le dejó un beso en la frente. Se ponía feliz solo de recordar que había ganado el mundial.

—Mejor que nunca. —dijo el mejor del mundo—. Estuvieron preguntando mucho por vos. —habló refiriéndose específicamente a una persona en particular.

Durante el mundial la chica se había vuelto cercana a la mayoría de los jugadores, así que no le llamó la atención el comentario. Al ser la hermana de Messi y la novia de Paredes, había compartido mucho tiempo con los futbolistas y sus novias, eran todas personas muy lindas.

Antes de que pueda indagar en el tema, ya estaba siendo recibida por el resto de su familia. Era una familia muy grande así que le tomó mucho tiempo saludar a cada uno, además se quedó un rato largo charlando con sus sobrinos que le hacían todo tipo de preguntas. A cada rato se encontraba buscando a su novio. Todo el mundo le preguntaba por él y ella no sabía que decir, se preguntaba por qué se había ido por su lado en lugar de saludar a su familia junto a ella, como ella había hecho en Buenos Aires.

Con Leandro se habían conocido en la Copa América 2019, el primer campeonato de la selección mayor al que había sido convocado el ojiazul. Ella era más chica, pero acompañaba a Leo a todas partes. Recién en la Copa América del 2021 habían empezado a hablar más con Paredes y formaron un lindo vínculo. Pero nada más. Vivían en diferentes países y no pretendían nada más. A parte Lean estaba todavía en una relación.
Pero cuando Leo se ve obligado a abandonar el Barça y la ciudad en la que había crecido como jugador durante la mayoría de su carrera, su hermana no dudó en acompañarlo a dónde sea que vaya. Ahí fue cuando llegaron a París y fueron recibidos por Di María y Paredes, que ayudaron a la familia a instalarse y sentirse cómoda en Francia.