París

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—¿Hace cuánto no cogemos? —preguntó relajadamente Julián, acostado al lado de su novia.

Su mano dejaba lentas caricias en su muslo descubierto mientras miraban la tele. Julián había vuelto un poco más temprano del trabajo así que estaban aprovechando el tiempo juntos para descansar.

—Anteayer cogimos, amor. —dijo ella.

Julián se acercó a ella y apoyó su cabeza en su pecho, sintiendo como ella enterraba los dedos en su pelo. Su mano acarició su piel debajo de su remera y subió lentamente para agarrarle una teta y morderla por arriba de la remera.

Camila se rió, porque le encantaba cuando Julián se ponía así juguetón. Con la mano dentro de la remera le pellizcó un pezón y después lo acarició mientras le dejaba un par de besos en la boca.

—Estoy en el segundo día, Juli.

Julián gruñó enterrando su cara en el medio de sus pechos y Camila se rió. Él ya sabía, pero se había olvidado. La verdad es que si fuera por él, la dejaría embarazada con tal de que no le venga por nueve meses. Mentira, no la dejaría embarazada solo por eso.

—¿Te está bajando mucho? —preguntó alzando su cabeza para mirarla. Ella asintió lentamente.

—Sí, es el segundo día.

Él se removió en la cama y su novia aguantó una risa al ver que estaba fastidiado.

—¿Querés que te ayude en algo? —le propuso. Él frunció el ceño y negó con la cabeza.

—No, es aburrido si disfruto yo solo.

Una mano traviesa quiso acercarse a su bulto pero Julián se la atajó antes de que llegue. Ella bufó enojada.

—Sos un aburrido. —dijo ella.

El futbolista se le volvió a poner encima para darle repetidos picos y ella se rió cuando le pasó la lengua por el labio superior.

—Ridículo. —le dijo riendo.

Él se volvió a acostar boca arriba y se quedaron en quietud mirando la tele. Camila hizo zapping porque el canal en el que estaban se puso en propaganda y dejó de cambiar cuando vió que apareció el rostro de su novio en la tele.

—...Y este lunes 27 tenemos los premios The Best, dónde están nominados cuatro de nuestros campeones actuales... —había dicho la periodista—. Vamos a tener en París el reencuentro de Emiliano Martínez, Lionel Scaloni, Julián Álvarez y, por supuesto, Lionel Messi. Además, la hinchada argentina es candidata a la mejor hinchada...

Camila se giró a mirarlo sorprendida, no podía creer que recién se enteraba.

—¿Cómo? —dijo sin poder creerlo. Se tiró a sus brazos y le llenó la cara de besos, orgullosa—. Mi amor, viste que sos el más grande. El próximo Messi, mi vidaaaa.

Estaba tan emocionada que no notó la poca emoción de su novio.

—¿Hace cuánto lo sabés? —le preguntó cuando se calmó. Él se encogió de hombros sin dar una respuesta certera—. ¿Por qué no me dijiste?

—No sé... no estoy seguro de ir.

En realidad tenía los dos pasajes guardados en la mesita de luz, pero no le había dicho nada.

—¿Por qué? —preguntó confundida.

—Es que... —se rascó la cabeza, divagando—. Guardiola recién me tuvo en cuenta el anterior partido y después del gol espero que me ponga de vuelta el martes, necesito que me ponga de vuelta... Y los premios es obvio que no voy a ganar nada, Leo se lo merece, obvio.

Camila asintió, decepcionada. Entendía lo que le estaba diciendo, pero le hacía ilusión ir a algún evento así con su novio, ya que nunca había concurrido a algo parecido.

Al notar su silencio y como seguía cambiando de canal, volvió a hablar.

—Igual si querés ir, vamos. 

A Camila le cayó mal ese comentario, sentía que la estaba invitando porque no le quedaba otra. Ni siquiera le había dicho nada de la nominación, en primer lugar.

Negó con la cabeza y se levantó con la idea de ir a la cocina a picar algo.

Cuándo se puso a hacer tostadas sintió los brazos de Julián envolverla por detrás, pegándola a su pecho. Se mordió el labio al sentir como le dejaba besos sobre el hombro.

—Igual si tenías ganas de ir solo, me lo podías decir. —le dijo de la misma manera que le dijo el antes.

Julián frenó sus besos y la dio vuelta para poder verla. Entrecerró los ojos al ver cómo ella se cruzaba de brazos. Se había enojado.

—¿Por qué querría ir sin vos?

—Y no sé, por algo no me dijiste nada.

Se quiso dar la vuelta para seguir viendo las tostadas pero Julián no la dejó con el agarre en su cintura.

Camila bufó al ver que no le dijo nada más y se dió la vuelta. El silencio otorgaba.

Dió vueltas las tostadas y escuchó cómo Julián se iba. En un día común no le afectaría tanto, pero estar menstruando la ponía sensible y ya tenía ganas de largarse a llorar.

Cuando se sentó en la mesa a atragantarse con las tostadas y el queso crema, vió que Julián volvía a aparecer y a dejar dos papeles apoyados en la madera para que ella vea.

Ella, orgullosa, no le prestó atención y siguió untando la tostada.

—Dale, tonta. Mira.

Miró de reojo los papeles y después le preguntó con la boca llena.

—¿Qué es esto?

—Algo que pensaba darte en nuestro aniversario, pero como sos una ansiosa...

Camila agarró el papel y vió que se trataban de pasajes. A París. En una semana.

—No quería que vayamos por los premios, quería llevarte yo...

Julián no termina de hablar, que ya tiene a su novia colgada de sus brazos dándole muchos besos en los labios.

—Me estás llenando de queso crema. —fingió disgusto, aunque bien recibía cada uno de sus besos—. ¿Ves que te enojas por nada?

—Perdón, estoy sensible.

—Ahora me vas a tener que compensar con esa ayudita que me dijiste antes.

Camila le empujó el hombro divertida y negó con la cabeza.

—Nop, pero te puedo cebar unos mates.

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Shot cortito, espero que les haya gustado

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Shot cortito, espero que les haya gustado.

Inserten nombres para las próximas protagonistas!!

Si quieren aportar algo, siempre abierta a propuestas.

Besote.

One Shots | Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora