Los Dilemas Del Amor [Hurrem x Ibrahim]

1. Bonita Pelirroja

El príncipe Solimán ascendió al trono como sultán del imperio otomano, y en ello se llevó a cabo una gran celebración en todo Estambul, todos estaban alegres y aliviados de que el reinado de su padre, Selim I, haya acabado. Deseaban una feliz y victoriosa regencia.

Para su entretenimiento personal, organizaron una pequeña fiesta para el nuevo sultán, habían llegado nuevas esclavas al palacio como obsequio, quienes se prepararían para dar un gran espectáculo en la noche.

Entonces ahí encontramos a Ibrahim, Ibrahim de Parga, dirigiéndose al harén para seleccionar a las mujeres que se presentarían con sus danzas para el sultán, a quién podría llamar con mucho orgullo, su mejor amigo. Estaba feliz por él, sin dudas su mejor compañero más allá de cualquier título de autoridad, lo apreciaba como a un hermano y viceversa.

Ibrahim se encargaba a gusto de estas tareas, después de todo, servía con lealtad y nobleza a su soberano. Apenas encontró a Sumbul Aga lo llamó para que lo llevara a ver a las concubinas para ser seleccionadas.

Ambos se pusieron detrás de unas ventanas a observar a las muchachas que estaban en fila escuchando las indicaciones y lecciones de Nigar Kalfa, una encargada del harén. Ahí estaba Sumbul Aga mostrándole quienes eran las más bellas para danzar para el sultán. Ibrahim concordaba a sus palabras ya seleccionando a unas cuentas con anticipación.

De pronto su mirada se detuvo en una de las jóvenes, alta, de cabellera rojiza, ojos claros. Detenidamente la observó mientras ella estaba haciendo algunas señas y ligeras muecas para hacer reír a sus compañeras. Ella sonrió. Su sonrisa era tan hermosa.

Ibrahim nunca había visto a una belleza como ella.

—¿Quién es esa?—Preguntó con curiosidad sin quitarle la vista de encima.

—No le prestes atención, Alexandra es una lunática. —Sumbul Aga hizo una mueca y chasqueó los dientes.

¿Alexandra? Su nombre era tan hermoso como quien lo portaba.

Ibrahim volteó a verlo casi sonriendo—¿Es de Crimea?

—De Rutenia, es hija de un cura ortodoxo...

Así que se podría decir que era una creyente así como él antes de llegar al palacio, qué coincidencia...

—Ortodoxa...—Dijo casi para sí mismo.

—Ortodoxa—Siguió Sumbul Aga—Bandidos tártaros la raptaron de su pueblo, luego la vendieron al palacio de Crimea. —Suspiró casi irritado—Deberías haberla visto cuando llegó... Sinvergüenza, insolente....

Cuanto más escuchaba de ella, más le fascinaba, le parecía interesante sus gustos, movimientos, su historia, incluso cómo ahora la estuviera describiendo Sumbul, para él era intrigante, divertido.

—Pero ahora me estoy encargando de educarla... —Hizo un movimiento con su mano de arriba abajo, dando a entender que tenía su clase de educación y modales firmemente.

Aún así Ibrahim no podía sacarle los ojos de encima.

A esa bonita pelirroja.

Pero pensaba mucho para que había venido al harén, las muchachas debían prepararse, él debía escogerlas. ¿Qué hacía queriendo pretender a las mujeres de su mejor amigo? No Ibrahim, estaba cruzando cualquier raya establecida de su límite. Ya había preguntado por ella, no quedaba de otra...

—Prepara a esa muchacha de Crimea, Sumbul Aga.

—¿Alexandra?

—Sí.

Alexandra opacaba a cualquier mujer en ese harén.

Solo esperaba que el sultán Solimán no pensara lo mismo.