Donde Jimin se la vivió en el hospital por un enfermedad en la sangre, no sabía muchas cosas pero aun así, se enamoro pero...olvido absolutamente todo, como si nada hubiera pasado. O donde Jungkook aún tiene el recuerdo de cierto rubio que fue su to...
No le dijo absolutamente nada a sus padres sobre el club de baile. Sabía que le dirían que no, por que apenas estaba recuperando fuerzas después de todos sus años con esa enfermedad y apenas estar cumpliendo dos meses que está en remisión.
Algo bueno, es que ya tenía dos amigos o bueno tres si contaba el chico pelirrojo que aún no sabía su nombre, pero su sonrisa era contagiosa.
Llegando a la escuela lo primero que vio fue a Shua, con los mismos chicos del club de baile. Por lo cual no dudo en acercarse a ellos.
— Hola Shua, hola chicos. — saludó Jimin un poco tímido, ya que aún no conocía a los demás y le daba un toque de pena. Shua al escucharlo volteo a verlo y solo optó por darle un rápido beso en su mejilla, que nuevamente lo sonrojó.
— Hola Jims, ¿Preparado para ahora? — preguntó Hoshi, con una sonrisa bastante bonita por lo cual solo asintió con la cabeza. — me parece perfecto, entonces nos vemos en la tarde y nos presentaremos formalmente. — dijo Hoshi despidiéndose de los dos para ir a su salón de clases.
— Vamos, Jims. No estaré en tu mismo salón, pero te acompaño. — ya se le estaba haciendo costumbre agarrar su brazo o su manita pequeña. Eso al rubio lo cohibía un poco pero tampoco negaba dicha caricia que se sentía bien.
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