capitulo 30

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Cuando a la mañana siguiente entró en la galería con ben, miranda estaba cansada y ojerosa. Sin embargo; aquella mañana parecía pálida, tras una interminable noche de insomnio en la cual había revivido miles de veces el último día con christopher y el accidente. Era como si jamas fuera a liberarse de aquel recuerdo, aunque viviera mil años.

- al parecer has estado trabajando muy duro, querida- la saludo Jack con una sonrisa desde detrás de su escritorio.- ¿oh quizas estas saliendo hasta muy tarde con nuestro médico favorito?
- No, no he estado de fiesta. Quizá demasiado tiempo en el cuarto oscuro.
- Estas loca. Una mujer como tú tendría que pensar solamente en salir a bailar.
- Más tarde. Después de trabajar un poco.- miranda comenzó a describir su nueva idea sobre una serie de tomas de la vida en las calles de san francisco, y el asintio con satisfacción.

- Me gusta. Perfecto. Hazlas tan pronto como puedas.- Estaba a punto de entrar en detalles cuando fueron interrumpidos, por su secretaria, haciendo gestos de que quería hablarle en privado.
- ¡aja! ¡probablemente una de tus chicas, jack!- a miranda le encantaba bromear con él, y este sonrio y se encojio de hombros mientras se dirigía con su secretaria, luego le dio a esta una señal afirmativa y volvió junto a miranda
- tengo una sorpresa para ti, miranda. Una persona muy importante esta interesada en tu trabajo.- la puerta se abrió antes de ella pudiera entender el significado de lo que le decía, por lo que se volvió para encontrarse cara a cara con chris. La muchacha contuvo a duras penas un jadeo y sintió la taza de café temblar en sus manos. Christopher estaba muy elegante con su traje azul oscuro, su camisa blanca y su corbata oscura.

Miranda dejo a un lado su taza de café para estrechar la mano que él le tendia y christopher se sintió impresionado por lo serena que ella se mostraba a esa mañana. Parecía imposible que aquella fuera la misma persona que había contestado el teléfono la noche anterior, con un tono de sufrimiento reflejado en su vos, rogándole que la dejara en paz.

- Estoy muy contento de conocerla al fin, señorita saviñon; me ha obligado usted a emprender una buena casería.

Chris le dirigió una sonrisa y miró a Jack, que se encontraba al otro lado del escritorio, extendiendo su mano hacia el. Jack se encontraba impresionado por el interés de la firma uckermann en el trabajo de miranda. Christopher había aclarado a la secretaria que su interés era profesional, quería utilizar sus obras para uno de los proyectos más grandes que la compañía había encarado jamás.

- ¿puedo ir derecho al grano y explicarles a ambos lo que tengo en mente?
- por supuesto que si.- Jack hizo una seña a su secretaria para que le sirviera café a chris.
- Me temo que mi respuesta aún sigue siendo la misma, señor uckermann.
- ¿entonces ya habían discutido esto antes?- Jack parecía confuso
- Uno de mis colaboradores, mi madre, y yo mismo, hemos tenido contacto con la señorita saviñon. Todos le mencionamos el proyecto, aunque a grandes rasgos, y su respuesta fue siempre una firme negativa. Aún espero hacerla cambiar de idea.

Jack miraba a miranda con asombro mientras ella volvía a negar con la cabeza.

- lo siento, pero no puedo hacerlo.
- ¿pero por que no? - la frase provenía de Jack casi frenetico
- porque no quiero hacerlo.
- ¿puedo al menos conocer sus razones? - la voz de chris era en aquel momento suave y mostrada
- pueden llamarme artista temperamental, si lo desean como prefieran. De cualquier manera, la respuesta es no.

Al terminar de hablar. Miranda dejo la taza sobre el escritorio, se puso de pie, estrechando la mano de christopher.- de todos modos, gracias por su interés. Estoy segura de que encontrará a la persona indicada para su proyecto. Quizás el mismo Jack pueda recomendarle a alguien.
- sin embargo, me temo que solamente estamos interesados en su trabajo.
- Eso es poco razonable de su parte, señor uckermann. Eh infantil. Ya encontrará algún otro artista. Yo no quiero trabajar con usted. Eso es todo.
- ¿trabajaría usted con alguna otra persona de la empresa?
Ella nego silenciosamente con la cabeza y se encaminó hacia la salida.
- prométame al menos que lo pensara.
Su espalda estaba vuelta hacia chris cuando se detuvo por un instante en la puerta, pero de nuevo sacudió la cabeza, y ellos pudieron distinguir claramente la palabra "NO" mientras ella salía con su pequeño perro.

LA PROMESA Adaptación VondyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora