Relato:-Secretos ocultos.

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Lucero es la madre de Ana mi mejor amiga desde que empecé el instituto, desde que la vi por primera vez fue algo especial, yo siempre estado con chicos y con chicas pero con una mujer mayor nunca y mi curiosidad fue más allá de una obsesión fue más que un amor platónico hacia Lucero.

Iba todos los días a su casa, a comer, a merendar e incluso a cenar, nunca me quedé a dormir porque tampoco lo quise o lo pregunté pero esa noche que le dije Ana que si podía quedarme a dormir, y me dijo que si podía quedar me puse súper nerviosa, llevaba más de un mes mirando a la madre de Ana con ojos de algo más, quería besar sus labios rojos e incluso que me huciera suya. No se si a Lucero le gustan las mujeres por lo que tengo entendido es viuda y si estuvo con mujeres después de que su marido Jhon se murió.

Eso me ponía más caliente. Pero...¿Cómo iba a saber si esa mujer se iba a fijar en mi? Era muy complicado por la edad y más cosas.

Pero esa noche no pude aguantarme e hice algo que me gustaba, tocarme pensando en ella, ella se levantaría con mis gemidos e iria y me vería en el despacho y me observaria.

Tal cual fue la cosa que estaba yo tocándome y pendiente de la puerta en el sofá del despacho,  donde ella suele escribir. Me puse solo un camisón sin nada debajo y comencé a tocarme mi sexo despacio con pequeños toquecitos en él nada exagerado solo un poco y al rato también toque mis senos.

Oí un ruido por el ruido era Lucero por las chanclas, yo gemí un poco más viendo esa foto de Lucero en la mesa del despacho. Yo sabía que me estaba viendo por el hueco de la puerta, ella estaba ahí mirando todo desde las rendijas.

Entonces fue cuando la llamé. —Lucero entra. Se que me miras. Entra y hazme tuya. Te necesito. Ella abrió y cerró con cerrojo.

—No debería hacer esto, Yoanna, eres la mejor amiga de mi hija. Pero eres preciosa no suelo estar con mujeres alguna más que otra pero contigo es diferente me miras y me deseas verdad? Ella se acercó con un camisón de raso rosa que no llevaba sostén porque se marcó los senos en él, ella se acercó me cogió las manos y me acercó a sus senos. Se bajó los tirantes ella hacia todo yo estaba quieta parada viendo a esa mujer que me estaba masturbando más de una vez por ella y ahora no podía no, estaba como nerviosa me latía el corazón a mil y entonces me desnudo me colocó en el sofá y así estaba ella tocándome a mi haciéndome de todo me besó sentí la calidez de sus besos en mi boca, sus dedos masturbandome y yo goze...ella estaba nerviosa también pero menos que yo. —Intenta no gemir demasiado mi hija nos puede oír y no querrás eso que ocurra no? Yo dije que no y Lucero seguía tocando sus manos todo mi cuerpo, todo mi ser.

Con la boca, con las manos. Hasta que sentí el orgasmo más brutal y profundo de toda mi vida, he estado con más chicas pero ninguna como Lucero.

Quise algo más tal vez fue un poco corto así que me puse encima suya y comencé a rozar mi sexo con el suyo, entonces me movía más acelerada y ella también, me besó y la besé estuvimos en esa posición un rato hasta que las dos sentimos el placer y el orgasmo de dos amantes en una habitación. Tal vez vuelva a verla pero sería nuestro secreto más oculto.

La Mirada Indiscreta. (Relatos Eroticos Y Un poco más fuertes ) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora