*El coleccionista de bragas*

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*Toda tuya*

Esa noche llegué con el coleccionista a su casa, era una casa rústica, la casa llena de piedras tanto por fuera como por dentro, total que la casa me encantó, estaba en el salón sentada, sentía un frío en mi sexo cuando me senté en el frío sofá de cuero, no supe cómo sentarme así que me levanté, él llegó a la  salita donde me encontré, me dijo que lo siguiera le seguí claro, estaba subiendo unas escaleras de madera, yo detrás de él, su trasero estaba bastante marcado en ese pantalón, no os podéis imaginar que culo tenía ese hombre, al subir al piso de arriba solamente era una puerta la del baño a la izquierda y su pedazo de habitación, enfrente una cama de 1,90 cm, unas mesillas a los lados y unos ventanales en el techo, también colgaban unos velos de color blanco.

-Ponte cómoda, me dijo con una sonrisa pícara.

-Si y usted. Le dije tímida me quedé un poco intimidada al verlo solo lo vi en las sombras, era realmente atractivo.

-¿Usted?, no me llame así, tuteame, llámame Ozan, para ti, soy Ozan. Se estaba desnudando, cuando se quitó la camisa rota por mi, le costó quitarsela llevaba las mangas recogidas hasta los codos, fue cuando la dejó en una silla, cuando vi sus grandes brazos, su pecho musculoso y algún bello en él me excitó bastante, miré ya su pantalón viendo la tira del bóxer, donde estaba encima ese pantalón negro, se desabrochó el cinturón y se bajó el pantalón, junto con el bóxer, ya desnudo para mi, era una fantasía sexual ese hombre, todo era un cuerpo de espartano como lo guerreros de Esparta, como Brad Pitt y Orlando Bloom en Troya, pensé: -Estoy con un rey de Troya, madre mía, que cuerpazo gasta éste hombre.

Se metió al baño, donde allí dejó mis bragas, se oía la ducha, fui a verlo sin pensarlo, me levanté desnuda pues mientras que iba andando me estaba quitando la ropa hasta quedar desnuda, observandolo desde la puerta entreabierta, estaba de espaldas apoyado en la pared y la cabeza hacia atrás le caía el agua por la cara y el pelo, resbalan hileras de agua por su piel, estaba enjabonando llenando su cuerpo y pelo de espuma, yo no podía dejar de retorcer mis piernas una entre la otra me estaba poniendo a mil, quería que ese turco me lo hiciera de nuevo.

-Nena...me dijo. ¿Puedes acercarme esa toalla? Se la di. Se la enredó entre la cintura para tapar su pene. Coge esa y me puedes secar por detrás. Cuando cogí la toalla y vi su espalda era grande pero sequé su espalda me estaba haciendo la idea en mi mente de tenerlo entre mis piernas, pero no llegaba nunca y yo no podía más.

-Un momento me llaman, no tardo, dúchate. Si quieres, soy un poco obsesivo con la higiene y después de haber follado en la calle es mejor que te duches muñeca. Cogió mi cara entre los dedos índice y pulgar, agarró mi mejilla, donde me dió un beso y en el oído me dijo:- No tardes...te espero en la cama. Vi que hablaba su idioma natal y no entendí nada de nada solo le estaba observando mientras yo estaba duchando me.

-Si

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-Si...ahora no puedo cielo, estoy ocupado, si eres única para mí, que si, mañana te veo, no te preocupes te dije que no me llames, que te llamaba yo, no me enfadé...si princesa si. Adios. Hizo un gesto levantando la ceja izquierda.

-Terminaste, asentí con la cabeza.

-¿Quién es esa, que te insiste tanto? Le dije. El estaba secándome. Me gira y cogió mi cara con las dos manos.

-No hagas preguntas, no eres la única, que me desea, esa es una de mis colecciones una que me follo de vez en cuando, quería de mí está noche, suele venir a casa, pero como te conocí a ti, pues no puede venir, ella es mi secretaria

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-No hagas preguntas, no eres la única, que me desea, esa es una de mis colecciones una que me follo de vez en cuando, quería de mí está noche, suele venir a casa, pero como te conocí a ti, pues no puede venir, ella es mi secretaria. Y no me preguntes más las chicas que preguntan tanto no me gustan. Me besó fuerte, deseando que esa boca me devorase. Metió su lengua, cogiendo mi labio de abajo dejándome loca de deseo.

-Lo siento mucho yo no quería, soy una estúpida, ya no haré más preguntas. Le dije un poco apunto de llorar.

-No no llores, no quise ofenderte pero no me gusta que me pregunten tengo varias mujeres no eres la única, pero si podías ser la primera que significa eso nena, que serías la que más me vería y la que más tendría sexo, pero hay una regla que es muy importante, NO TE ENAMORES DE MI, no serías muy feliz conmigo tengo un problema me encanta el sexo y no soy fiel con nadie. Y ahora basta de preguntas y vayamos a follar.

Me dejó helada, pero si follé con él, estaba en la cama, en ella tumbada y él se acercó. Me abrió las piernas y comenzó a penetrarme al principio me dolió mucho la penetración sería que estaba nerviosa y entre eso y que era grande el dolor era molesto. El comenzó a moverse dentro llevándome al éxtasis, notaba el pene apretado entre mis pliegues como si le costaba entrar.

-Muñeca, si te pones nerviosa te haré daño, relájate. Sino no podremos disfrutar. Seguía embistiendo contra a mi, me relajé besando su cuello y sus labios. Y por fin ya noté mis músculos de la vagina más relajados y si disfruté enredé mis piernas en su cintura, pero él cogió una pierna y la puso en su hombro, haciéndome explotar cuando tocó mi clitoris con sus dedos.

-Te haré volar ahora, sacó su pene y fue a mi sexo, besandolo, jugando con la lengua en él, metió los dedos casi cuatro y comenzó a masturbarme, los sacaba y chupaba sus dedos, los volvía a meter y a chupar así un par de veces, volviéndome loca. Gimiendo en la cama, con la lengua jugaba en mi clitoris.

Cuando noté uno de los orgasmos más intensos me penetró por detrás, se movía rápido,salvaje loco entre mis nalgas, dejándome jadeando otra vez, me puse encima de él. Cogiendo mis senos, yo me movía fuertemente contra él. Él también se movía de arriba abajo. Dejándome loca otra vez.

-Ozannnnn...que rico. Le dije.

-Nena voy a llegar. Voy a llegar. Cogió el cabecero y lo empotró contra la pared haciendo un ruido entre la pared y el cabecero. Noté como rápidamente llenó el condón. Estaba caliente, pero él quería algo más. Quería correrse en mi así que...le hice una felación.

Cuando noté que se iba a correr otra vez porque costó un poco me lo echo en los labios yo cerré la boca pero él insistió en que la abriera y le hice caso.

-Todas las  con las que tengo sexo me corro aqui. Les gusta, sino te gusta dímelo, veo que no te gustó. Te ofendí. -Viéndolo desde el miembro arriba observé su cara de gusto. -Sssi te ofendí didimelo. Ahhhhh.

-No, claro, pero...no suelo hacerlo mucho, no porque no me guste. Sino porque no me han gustado muchas y me ha dado asco. Pero si suelen correrse, mi último novio lo hacía continuamente eso. Cogí un clinex y me limpié los restos.

-Bueno nos duchamos juntos, dormimos un rato y ya te vas al amanecer tengo que ir a la oficina mañana. Me dijo. -Tengo que descansar tengo una reunión muy importante y debo descansar.

-Ok, Ozan si lo deseas duermo abajo en el sofá, dijo que me quedase con él, hasta el amanecer en aquella cama.

La Mirada Indiscreta. (Relatos Eroticos Y Un poco más fuertes ) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora