Capítulo 17

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El festejo por el triunfo de Yibo se extendió toda la noche. El señor Li apartó un club nocturno para que festejaran. Los miembros del equipo y también todos los empleados del taller. Había música, comida y bebidas de todo tipo. Algunos de los muchachos iban acompañados de sus novias, esposas y los solteros invitaron algunas amigas. Yuchen obviamente llevó a Xuan Lu.  Pero el centro de atención era el castaño. Brillaba por donde se lo mirara y su felicidad era contagiosa, todos disfrutaban con él. Cantaron karaoke, bailaron, comieron y bebieron hasta más no poder. 

En medio de la fiesta Yuchen se acerco a Yibo y lo llevo a un lugar privado para poder preguntarle

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En medio de la fiesta Yuchen se acerco a Yibo y lo llevo a un lugar privado para poder preguntarle.

Yu - Bueno hermano, ya tienes tú trofeo, ¿ahora si compraras el anillo?

WY - Por supuesto de echo mañana mismo, iré al centro comercial a comprarlo. 

Yu - ¿Quieres que te acompañe?

WY - No creo necesitar ayuda para elegir algo bonito. Pero si la necesito te llamaré.

Yu - Esta bien. Cualquier cosa que necesites solo pídelo.

WY - Así lo hare, amigo. Ah. . . Yuchen. Gracias por todo.

Yu - ¿Ha?

WY - Gracias por tu amistad, por apoyarme siempre en todo, gracias por estar ahí en las buenas y en las malas. Gracias

Yu - Yibo ¿Qué pasa me estas asustando?

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Yu - Yibo ¿Qué pasa me estas asustando?

WY - jajaja nada. Pero es algo que solo quería decirte.

Yu - ok. No olvides llamarme si necesitas ayuda.

WY - No lo haré. Ahora vamos a disfrutar la fiesta.

Dos horas después Zhan salía del club con un Yibo un tanto pasado de copas, que estaba bastante cariñoso. Con cuidado lo subió a un taxi. y se dirigieron a casa. Yibo balbuceaba dormido. Le decía a Zhan todo lo que lo amaba y lo importante que era para él. Su cabeza reposaba en el hombro del ex ángel, mientras este lo abrazaba con un brazo atrayéndolo más cerca y con la otra mano acariciaba su rostro con una pequeña sonrisa. escuchaba esas dulces palabras. El taxista miraba por el retrovisor, le daba mucha ternura.

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora