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Jungkook iba montado sobre su camioneta negra al día siguiente, yendo rumbo al rio Han, eran unos minutos pasados del medio día, iba un poco atrasado, pues dormir con Taehyung nuevamente después de tanto tiempo, le dio tranquilidad y relajo, lo qu...

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Jungkook iba montado sobre su camioneta negra al día siguiente, yendo rumbo al rio Han, eran unos minutos pasados del medio día, iba un poco atrasado, pues dormir con Taehyung nuevamente después de tanto tiempo, le dio tranquilidad y relajo, lo que provocó que durmiera de más. 

El Ceo sonrió como todo un enamorado al recordar que su novio durante la madrugada conversó con su mejor amigo y le pidió que le llevara un traje negro para el funeral, Yoongi llegó a las once de la mañana con un esmoquin perfecto y camisa planchada, todo en color negro. Jungkook ni siquiera había pensando en su vestimenta, así que agradeció que su chico se hubiera preocupado de eso.

Tomó una ducha en el baño de la habitación de Taehyung en el hospital y se vistió, viéndose mas elegante y ordenado, se despidió de su novio y fue a su vehículo. 

Cuando llegó a la entrada del rio Han notó como solo había un vehículo estacionado allí, el de su hermano y sus parejas, frunció el ceño. 

Aparcó su vehículo al lado de este, bajo en silencio y caminó por el césped y entre los arboles verdes hasta llegar al inicio del rio. Observo a los presentes, Jeno y Renjun estaban unos metros alejados de Jaemin, dándole su espacio, mientras que este yacía parado a la orilla del Rio con la urna en sus manos con las cenizas de Myoroh. 

El Ceo saludó silenciosamente a los chicos que estaban unos pasos más atrás de la mano, dándole su tiempo a Jaemin, Jungkook pudo notar como las manos del mas joven temblaban con la urna entre sus manos. 

—Estoy contigo, tranquilo.—susurró Jungkook posando su mano por el hombro de su hermano, este pegó un salto al escuchar su voz.

—Viniste.—se sorprendió el mas joven viéndolo. 

—Por supuesto, este es un capítulo que ambos debemos cerrar para poder seguir con nuestras vidas.—respondió el Ceo dándole caricias en el cabello a su hermano menor. Jaemin sonrió asintiendo con su cabeza. 

—Sólo somos nosotros, ninguna de las supuestas mejores amigas de Myoroh asistió, es una vida muy triste.—le contó el mas joven al ceo suspirando.—Lamentablemente ella misma se lo busco. 

—Si, ella nunca nos pidió perdón por las cosas que nos hizo, pero debemos perdonarla para que su alma este en paz.—le dijo Jungkook mirando hacia el cielo, habían pocas nubes tapando el sol. 

—Te perdonamos Myoroh.—suspiró Jaemin decidido, la compañía de Jungkook le había dado mucha más valentía, tomo la tapa de la urna y la quitó. 

Ambos hermanos veían como las cenizas caían con lentitud hasta el agua, esparciéndose por el lago, fueron unos largos segundos silenciosos. Jaemin finalmente termino de dejarlas caer y cerró nuevamente la ahora vacía cajita. 

—Ahora podemos ser felices con libertad.—susurro Jaemin mostrando una pequeña sonrisa. Su hermano mayor le devolvió la sonrisa y se dieron un abrazo apretado. 

Amor al estilo BALENCIAGA •KookTae• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora