Ten confianza. No en mí, claro, ni en ningún sabio aunque sea de los de verdad, ni en presidentes, curas ni policías. No en dioses ni diablos, ni en máquinas, ni en armas, ni en personas, ni en banderas. Ten confianza en ti mismo. En la inteligencia que te permitirá ser mejor de lo que ya eres y en el instinto de tu amor, que te abrirá a merecer a una buena persona.
-Dayn