Eros Loughty.
Cuando eres pequeño, tu primer amor parece irrelevante ya que puedes confundirlo con amistad. El problema real comienza cuando el afecto no se marcha con el pasar de los años, al principio creí que me confundía ya que era la única chica entre nosotros. Sin embargo, había algo raro y lo reconocía. No era normal lo mucho que me gustaba su voz, hacerla reír ni contarle mis secretos.
Recuerdo que me molestaba ver cómo otros niños buscaban la atención de Rose, la detestaba cuando se reía de sus chistes tontos o nos dejaba plantados para irse con sus amigos de primaria. Nunca se lo confesé ya que no quería ser motivo de burla, pero algo dentro de mi enloquecía cuando ella estaba cerca. Necesitaba que su atención estuviera puesta todo el tiempo en mi.
Supe descifrarlo cuando entré en la adolescencia y las chicas fueron tema de todos los días, ninguna me interesaba de la misma manera en la que Rose lo hizo. Claro que podían parecerme atractivas pero no llegaba más lejos, no tenía esa rara y estúpida necesidad de llamarles la atención. Extrañaba aquella niña que se reía hasta cuando nos despedíamos, echaba de menos su sonrisa y la forma en la que sus ojos brillaban ante una melodía.
Quizás por eso perdí los estribos cuando volví a verla, era como si aquel niño luchará por salir e intentará que esa niña también apareciera. Volví a sentir la necesidad de ser su centro de atención y maldición, incluso ahora me sentía así. Rose a quien siempre he anhelado en silencio, admitió que me quería y yo la besé. Todos esos años y deseos acumulados explotaron en minutos.
Siempre había sido ella.
Y yo esperaba haber sido siempre su primera opción.
— ¿Qué demonios estabas haciendo? —le preguntó Selene y Rose amagó a morderse las uñas pero se detuvo.— ¿Rose?
— Estaba en el baño.
— ¿Tú también estabas en el baño? —me susurró Ryan divertido.— Vaya a saber uno qué hicieron durante el apagón.
— La besé.— respondí sin rodeos y el rubio se paralizó.
— ¿Y dejó que lo hicieras?
— ¿Tanto te sorprende?
— Bueno, es un gran avance para ti.— palmeó mi espalda.
Volví mi atención a las tres chicas frente a mi que se reían ante un comentario de Selene, no me costó mucho darme cuenta de cuánto se querían. Mary era la más madura en todos los sentidos y estaba seguro que eso fue lo que captó la atención de Foster, aquel aura misterioso y autoritario seguro lo enamoró en el primer minuto. Selene por el contrario, no parecía ser el tipo de persona que se estresará fácil ni a la cual le gustará el silencio.
— ¿Qué era lo que necesitabas decirme?
Ryan titubeó.
— Como supondrán, Winter está como loca buscándolos, sobre todo a Rose.— murmuró sin mirarla.— Estamos planeando un ataque sorpresa dentro de dos semanas, al parecer está teniendo unos problemas con Evan que la han distraído de su objetivo principal.
— ¿Qué ocurre con Evan? —la pregunta de Rose flotó sobre nosotros.
— No lo sé, hasta ahora sólo sabemos que están haciendo caminos separados aunque de vez en cuando ella lo visita.
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Pequeño Demonio: Bestia | EDITANDO
RomanceEn cuanto más fuerte sea la traición, más fuerte se volverá la víctima. Dos personas que alguna vez se amaron, ahora se enfrentarían en una pelea a muerte. Él la había lastimado de una forma inolvidable, ella lo engañó como la mejor atacante dentro...