Capitulo 3

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Harry se despertó sobresaltado, gotas de sudor brotaban de su frente, jadeando pesadamente. Pasó sus dedos por su húmedo cabello negro azabache, comprendiendo la pequeña charla que tuvo con Malfoy.

Realmente era patético, cómo Lucius Malfoy estaba viendo a su hijo siendo torturado por Voldemort. La luz del sol de la mañana se filtraba por debajo de la cortina, fluía sobre el alféizar de la ventana y saturaba la funda nórdica.

Sintió un intenso latido en su cabeza, el miedo recorriendo su cuerpo. Tenía que convencer a los demás para que ayudaran a Draco. Si no cumplían, Harry tendría que hacerlo él mismo. No iba a dejar que sufriera. Pero dudaba que el otro realmente estuviera de acuerdo con eso.

Harry no había visto la marca, pero estaba bastante seguro de que Draco ahora era un mortífago. Si los demás supieran eso, no le darían exactamente la bienvenida aquí. Sirius probablemente podría, pero dudaba incluso de eso. Al menos Draco se había acercado a él. Eso contaba para algo.

Convencerlos no iba a ser fácil. No querrían precipitarse en una misión suicida. Después de una ducha rápida, se dirigió hacia el comedor, todavía preguntándose cómo iba a sacar a Draco. Ron y Hermione discutían, pero ella se sonrojaba. Sirius se estaba riendo de algo mientras Remus lo miraba con añoranza. Harry inhaló profundamente.

"Necesitamos hablar." El anunció. Sirius frunció el ceño y los demás esperaban que continuara. Eligió sus siguientes palabras con mucho cuidado. "Ayer, Draco se acercó a mí. Lo que vi, cuando sin querer entré en la mente de Voldemort, era real".

Esperó a que alguien protestará. Pero estaban completamente en silencio. Draco había soportado todo durante tanto tiempo y finalmente había contactado a Harry. No iba a encogerse de hombros y sentarse. A diferencia de su director, no abandonó a las personas que le importaban.

'Vaya' pensó Harry. '¿De donde vino eso?'

"Voy a sacarlo de allí. No me importa si me ayudas o no. Lo haré yo mismo".

Sirius negó con la cabeza, mientras Remus pensaba en esto. El silencio entre ellos se fue alargando, volviéndose incómodo por minutos. Escaneó sus rostros, esperando una respuesta. Sirius estuvo a punto de decir algo, pero no lo hizo. Harry no sabía qué hacer con esto.

"No puedes". dijo Hermione. "Es una trampa."

"¿UNA TRAMPA? Está siendo torturado bajo la maldición cruciatus. ¿Sabes que solo se acercó a mí para disculparse y no para pedir ayuda? Se está rompiendo. Y no me voy a quedar sentada y mirando". Harry replicó.

"¿Qué está haciendo Voldemort para que haga eso?" preguntó Remo.

"Él no-

"¿No voluntariamente, pero bajo la maldición imperius?" Sirius proporcionó.

"Él no está bajo la maldición imperius". Harry dijo con firmeza. "Lo mantienen en un sótano, Sirius. Lo torturan, y Dios sabe qué".

"Estoy seguro de que está bien". dijo Hermione.

"¿Y estamos dispuestos a correr ese riesgo?" preguntó Ron. "¿Qué pasa si realmente está en problemas?"

Harry estaba atónito. No había esperado que Ron lo respaldara. Odiaba a Malfoy. Bueno, ¿no es un día extraño? Le dirigió una mirada de agradecimiento, que él le devolvió con un ligero asentimiento de 'nosotros tenemos esto'.

"Honestamente Ronald-

"Me pediste que dejara mi orgullo a un lado. Lo estoy. Mira, mione, sé que es una misión suicida, pero si Malfoy realmente está siendo torturado, entonces tenemos que hacer algo al respecto. No dejemos atrás a nuestros amigos". " interrumpió Ron. Eso era algo que Ron Weasley nunca diría. Pero solo estaba siendo un amigo leal y Harry estaba agradecido por eso. No se iba a quedar aquí abajo.

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