Donde Cobramos Vida || Drarry / Harco ||

Capitulo 4

Draco no debería haber contactado a Harry

Si había una lista de las "Diez cosas más estúpidas que has hecho en tu vida", esta era sin duda una de ellas.

Solo esperaba que Weasley lo detuviera, ya que odiaba tanto a Draco.
Pero Potter era testarudo y eso no era muy tranquilizador.
Granger probablemente lo pensaría bien y decidiría no arriesgarse, pero Harry Potter siempre hacía exactamente lo contrario de lo que ella decidía.

Por una vez, deseó que Harry no fuera tan terco todo el tiempo. Ni siquiera quería acercarse a él, pero no creía que iba a seguir con vida mucho más tiempo, así que quería disculparse por todas las malas decisiones que había tomado, con la esperanza de que Harry se hubiera mudado en ese momento. Debería haber pensado en esto.

Potter haría cualquier cosa para proteger el mundo o el universo. Habría aplaudido su valentía si no hubiera estado en esta posición. Solo podía esperar. Espero que Harry tuviera un plan y no se precipitara en esto.

En parte, esperaba que Harry lo ayudara a salir de aquí, pero después de verlo, simplemente no lo hizo. "Al diablo con la autopreservación". Maldijo por lo bajo de la manera más amable posible, quería pedirle al Señor Oscuro que dejara de obsesionarse con Potter como una adolescente.

Si pudiera dejarlos vivir sus vidas en paz sin sus estrategias exhaustivas, podría conquistar el mundo mágico más tarde.

Estaba completamente agotado. Esto era como Azkaban, menos los dementores. Pero, de nuevo, este lugar ya era deprimente. Anhelaba los días en que la mansión estaría animada, con banquetes y fiestas.

La música resonaba hermosamente mientras llegaban los funcionarios más importantes del ministerio. La mansión estaba oscura y aterradora ahora.

Las acusaciones verbales de su padre tampoco ayudaban. Lo estaba destrozando mentalmente porque siempre había escuchado elogios de él.

Se dio cuenta de que solo era un niño ignorante que quería complacer a su padre. Había ejecutado mal sus ideas y creencias, porque se había vuelto arrogante, orgulloso y malcriado en el proceso. Había recibido amor de sus padres, especialmente de Lucius Malfoy.

Pero estaba tan lejos. Deseaba estar con Harry, quien hacía que incluso los lugares más aburridos parecieran dinámicos, sólo sus ojos eran suficientes para eso. Realmente fue el hombre más hermoso que caminó sobre la tierra.

Escuchó suaves pasos a lo lejos, acercándose a la escalera que conducía al sótano. No podía soportar más de esa tortura. Después de la poción que Snape le había dado ayer, probablemente por cuarta vez, había sentido un alivio inundar su cuerpo. Pero le había advertido a Draco de los efectos secundarios. Demasiado de eso era físicamente dañino. Su rostro cayó entre sus manos, esperando que su padre o el Señor Oscuro aparecieran y lo torturaran nuevamente. Habían tratado de someterlo a la maldición imperius, pero el relicario que su madre le había dado había hecho lo necesario. Le había lanzado un hechizo de invisibilidad para que nadie se enterara. Su padre creía que podía resistir la maldición, por lo que no volvieron a hacer ese truco.

Se apartó el pelo de la cara, girando lentamente hacia la izquierda. Vio un gran perro negro, descendiendo las escaleras con cuidado. Su pelaje estaba despeinado, caminaba hacia Draco con autoridad y con cierta gracia.

Draco se congeló. Su mente estaba tratando de acceder a una pieza de información, pero no podía. Estaba mentalmente agotado, por lo que pensó que era una alucinación.

El perro se detuvo, mirando a Draco por un momento. Entonces se formó comenzó a cambiar. Draco parpadeó un par de veces. De pie frente a él, estaba Sirius Orion Black. Exhaló bruscamente. Draco luchó por erguirse, todavía vacilante.