Donde Cobramos Vida || Drarry / Harco ||

Capitulo 13

La oscuridad se aclaró tan repentinamente como había aparecido y vio a Draco parado frente a él. Estaba extremadamente confundido, así que dio un paso más hacia él y extendió su brazo.

De repente, un ejército de Inferi comenzó a acercarse a Draco mientras lo arrastraban al rincón más alejado de la habitación.

No estaba en su sano juicio en ese momento, demasiado atrapado en su abrumadora situación. Observó desde lejos cómo le arañaban la piel y le desgarraban las extremidades mientras él aullaba de dolor. Gritó, pero no pudo encontrar su voz. Había oído hablar de personas que quedaban paralizadas debido al miedo, pero la sensación de estar aterrorizado hasta el punto de no poder moverse era tan frustrante que lo estaba volviendo loco.

Luchó por acercarse para salvarlo, pero sólo pudo observar cómo sus gritos se hacían más fuertes.

La oscuridad lo envolvió nuevamente, pero esta vez vio a Ron y Hermione. Estaba preparado para que los Inferi los atacaran a ambos y para sus lamentos, pero era mucho peor. Estaban dando un paseo por la orilla del Lago Negro y la luna brillaba intensamente, de repente ambos fueron arrastrados al interior del lago y los kelpies y los tritones se estaban dando un festín con sus cadáveres.

"¡NO!" Lloró, haciéndose un ovillo. Lloró, hasta que todo el lago empezó a ponerse rojo. No podía respirar, el miedo recorrió su cuerpo mientras miraba el lago ensangrentado, y los huesos comenzaron a resurgir.

Sentía la garganta en carne viva después de gritar tanto. Era completamente consciente de que estaría presenciando la muerte de una persona más, pero estaba exhausto, agotado de sentir el dolor y la miseria de perder tantas veces a alguien.

Pero cuando vio a Sirius muerto allí y desangrándose, sus sentidos lo abandonaron una vez más por tercera vez. Sirius yacía inmóvil con la boca abierta. Hubo un hilo de sangre que se deslizó por su pálido rostro desde su sien. Tenía los ojos abiertos y sus ojos grises estaban apagados.

La respiración de Harry se atascó en su garganta. Se arrastró hacia delante mientras el corazón le latía incómodamente en el pecho. Sirius no se había movido, ni siquiera había parpadeado. Extendiendo una mano temblorosa, los dedos de Harry rozaron la fría mejilla de su padrino. Sus entrañas se convirtieron en hielo.

"¿Sirius?" Harry gruñó. "¿Sirius?"

Estaba demasiado absorto en el cuerpo inmóvil de su padrino. Harry sintió que comenzaba a temblar, sus extremidades se contraían violentamente. Su visión se volvió borrosa.

"¡Sirius!" Gritó Harry. "Despierta, por favor, Sirius, despierta."

Las manos de Harry se movieron hacia el bíceps de su padrino y comenzó a sacudir al hombre con todas sus fuerzas. Deseó que el hombre parpadeara. Sólo quería que parpadeara. Un sollozo seco escapó de sus labios. Una mano soltó el brazo de su padrino y con furia secó una lágrima perdida que se había escapado de su ojo antes de que pudieran caer sobre su mejilla.

"¡Sirio!" Harry bramó tan fuerte que pensó que su garganta podría partirse por la mitad.

Boggarts.

Cuando se dio cuenta, apretó con más fuerza su varita. Su mente se aclaró, pero el dolor de las pérdidas estaba claramente arraigado en su mente. Tembló cuando la sangre comenzó a manar alrededor de su padrino. Su brazo temblaba ligeramente, mientras apuntaba con su varita mientras decía: "¡Riddikulus!" y con un crujido, el cuerpo de Sirius desapareció.

Se le hizo un nudo en la garganta. No sabía qué era peor: si su mayor temor era ser un Dementor o su mayor temor era la muerte de todos los que lo rodeaban.