Capítulo 19

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Harry no soltó a Sirius hasta que se dio cuenta de que lo estaba aplastando. Draco se rió entre dientes y le dio un breve abrazo. Grimmauld Place fue modernizado. Los papeles pintados y las alfombras opacas fueron reemplazados por madera dura y paredes pintadas. Se escuchó un grito ahogado en la pintura y, por una vez, no se trataba de traidores a la sangre.

"Ambos no nos habéis contactado en los últimos dos meses", resopló Sirius indignado. "No te haría daño llamar -

"¿No se suponía que el espejo era sólo para emergencias?" Lily apareció en el pasillo detrás de ellos, saludándolos a los dos con una cálida sonrisa. Remus entró momentos después y Sirius se inclinó hacia él.

"Dales un respiro, Sirius." Dijo Remus con una sonrisa. "Has estado impaciente toda la semana, y ahora que están aquí, ¿podrías calmarte?"

"No puedes calmarte ni darles un respiro". Lily dijo con un puchero. "¡Tenemos que decorar el árbol de Navidad y vamos a empezar tan pronto como podamos!"

Harry se rió entre dientes y se inclinó. "Esperando que empezáramos con el árbol de Navidad, ¿verdad?"

"¡Sí!" Dijo encantada. Draco le revolvió el pelo y se rió. Ella gritó cuando sus ojos se posaron en Hedwig y corrió hacia el búho nival, durmiendo con la cabeza bajo el ala. "Ella es bonita."

"¿Quieres mostrarles tu obra de arte, Lily?" Preguntó Sirius con una suave sonrisa.

Se dejaron arrastrar hasta el salón. Harry amablemente miró en la dirección que ella señalaba. Alguien, presumiblemente Sirius, había usado un hechizo adhesivo para mantener un trozo de papel en la pared encima de la repisa de la chimenea. La "obra de arte" mostraba dos huellas de manos azules unidas por los pulgares. Se pintaron llamas amarillas encima de cada dedo.

"¡Es una mina!"

"Menorah", corrigió Sirius mientras entraba a la habitación. Agitó su mano en el aire y cinco tazas de coca caliente entraron zumbando en la sala de estar. "Se usa para celebrar la fiesta judía".

Harry tomó un sorbo de la bebida caliente y se sentó en el sillón. Ella se subió a su regazo y miró la cicatriz en su frente. Draco se rió entre dientes y se sentó en el sofá junto a Remus. Sirius estaba en el suelo, frente a ellos.

"He oído que has iniciado el DA de nuevo", dijo Sirius, con una sonrisa. A pesar de las advertencias, habían fundado una organización ilegal. Sólo que Umbridge no estaba allí para señalarlo. "Buen trabajo."

"¡Canuto no!" Dijo Remus, frotándose la sien. "No es así como se suponía que debía ser".

"Están aprendiendo a defenderse. Por favor, dígale a Moons: ¿qué hay de malo en eso?"

"Por el amor de Dios

"Idioma", advirtió Draco, mirando a una Lily muy divertida. "Honestamente, ¿tienes que maldecir delante de ella? Apenas tiene siete años y probablemente le hayas enseñado más de lo que debería saber".

Harry se rió, mientras Remus resopló indignado y arrugó la nariz. Por lo general estaba sereno con ellos, pero ni siquiera él había escuchado a Remus maldecir tan a menudo.

"Sé que prometimos que no violaríamos la ley", dijo Draco, mientras Remus se giraba hacia él y le preguntaba en silencio. Era tu responsabilidad, ¿cómo te obligó a hacer esto? "Nuestro elegido aquí no se preocupa por la ley ni por sus consecuencias".

Remus, para su mayor sorpresa, sonrió. Harry frunció el ceño confundido, pero él simplemente sacudió la cabeza y agitó la mano en señal de rechazo. "¿Algún problema en el paraíso?"

Draco le dirigió una mirada suave y se puso bastante rosado. "Me equivoqué, pero logré compensarlo colándome en la fiesta de Navidad".

"Siempre fuiste un romántico empedernido", dijo Harry, poniendo los ojos en blanco. "Entrar en la fiesta e invitarme a bailar --

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