10. Hablando las cosas - Coral

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Los entrenamientos comenzaron siendo pesados y cansados pero a los pocos días cogí el ritmo de Bepo, lo que sorprendió al oso y a Ikkaku que para apoyo se acercó a ver cómo nos iba.

Law se dejó caer sutilmente unas veces, pero no se mentía o decía algo. Notando que en ocasiones, cuando mis entrenadores me alababan él ponía cara de sorpresa, posiblemente dándose cuenta de que no era mentira y que mi rendimiento iba mejorando con los días.

Como decirles que era normal, ya que mis reflejos y resistencia eran propios a los de un animal. Ya cuando vivía en alma era de las más auténticas de la isla e inquieta, no podía estar en las clases, ya que el sentimiento de salir y correr por el bosque era mucho más fuerte. Puede que también fuera esa la razón por la que mis habilidades de elemental eran tan malas y nefastas, solo hasta que llegaron las piratas conseguí centrarme un poco más y eso por que Yoko era muy parecida a mi y bueno Vera era muy buena profesora.

- Vamos a descansar un poco, que hace mucho calor - sentir cansado el oso y pude notar como se veía acalorada.

- Quieres que salgamos a cubierta durante el descanso. - mi idea pareció contentar al oso que rápidamente salió corriendo para tirarse al fresquito de la mañana.

- Ohhh esto si que es vida - sentenció con un suspiro nada más abrir la puerta que salía al exterior.

- La verdad hace muy buen clima hoy - me apoye en la barandilla y mire hacia el horizonte de este océano. Quedándome atrapada un buen rato en sus profundas aguas, que si no llega a ser por la presencia de dos pajarillos volando de un lado a otro juguetonamente, seguramente el bamboleo del agua sobre el submarino me hubiera entrado sueño.

No se cuanto tiempo fue que vi a los pájaros revolotear de un lado a otro, pero con una sonrisa los llamé para que vinieran y jugaron conmigo, pasando así otro buen rato, hasta que se marcharon volando libremente.

- Quien me diera poder tener esa habilidad de los animales. - susurró mientras lo observaba alejarse hacia el gran océano en busca de aventuras.

- Siempre te encuentro jugando con animales ..- pegue un respingo sorprendida de la voz grave a mi lado. Law se encontraba mirando en mi misma dirección - Lo siento - parpadee un par de veces y me pellizque para saber que no era un sueño y que realmente el pelinegro se estaba disculpando conmigo.

- Quizás....- carraspeó en busca de encontrar mi voz más segura - Pero solo quizás, fui un poco exagerada con mi comportamiento - me gire con una sonrisa en la cara - aunque mi cabreo estaba justificado creo que fui demasiado lejos.

El sonrió y sin pensarlo dos veces me refugie entre sus brazos, sorprendiendo al pirata que no rechazó mi gesto. Si no que se acomodo conmigo en los brazos.

- Quiero ayudarte a ser más fuerte también - me reí y asentí con la cabeza.

- Pero si eres un maniático controlador sin sentido te hecho de mis entrenamientos esta vez él soltó un bufido que supe que era la contención de una carcajada.

- Creo que seré capaz de tener cierto control sobre mi sobreprotección sin sentido hacia ti.... - apretó más sus brazos a mi alrededor - No lo volveré a asumir, pero estos días sentí celos de Bepo. - me gire con sorpresa y diversión en la mirada.

- ¿Y eso? - mis manos fueron a su cuello jugando con el pelo de su nuca.

- Dormía contigo todas las noches, entrenaba contigo y te tocaba aunque fuera en luchas simuladas... - cerró los ojos, sabía que ese gesto lo hacía cuando lo que le hacía le gustaba, la verdad que era como un pequeño felino, solo le faltaba ronronear bajo mi toque.

- Bueno, pues mañana serás tú el que me entrene - sonreí y le di un pequeño pico. - pero no voy a apartar a Bepo, la verdad que su estilo de lucha me es más útil que el tuyo.... sin ofender - el pirata rio y sonrió negando.

- No, tienes razón, pero me conformo con ayudar - sus manos subieron por mi espalda - y poder estar más cerca de ti cada día.

Cerró su discurso con un beso profundo que le seguí con mi lengua.

Esa misma noche hablan de Cora san, donde le cuenta la razón de su sobreprotección, la muerte de Corazón fue su culpa y no quiere que otro ser querido lo pase mal por que el no fue lo suficiente fuerte, ya no es el niño que era en la caja.

Brevemente habla de cómo fue y de sus primeros días en la isla de invierno hasta encontrar a Bepo, después llegaron Sachi y Penguin.

Esa misma noche la pase en su camarote donde no paramos de hablar y darnos caricias, el me conto mas sobre Corazón y como tras ser testigo de la muerte de su protector salió a caminar por ese paisaje nevado pensando que seria su final. 

- Me desmaye, cansado de caminar - el acariciaba mi pelo mientras hablaba - no quería rendirme después de que Cora hiciera el sacrificio que hizo por mi, pero era un niño y mi cuerpo no aguantaría el clima de la isla y la ventisca cada vez era mas fuerte. Caí sobre la nieve agotado. - me incorpore y lo mire fijamente. 

- ¿Qué paso para que no murieras congelado en ese lugar? - el sonrió y se encogió de hombros. 

- Bepo, me encontró y llevo a la casa donde se estaba quedando el hombre que habia ahí era un poco desagradable, pero me dejo quedarme con ellos después de que Bepo se lo pidiera. 

- Así que conoce a Bepo desde tanto tiempo - este me pego mas a su pecho y sonrió. 

- Así es y no solo a el si no que Sachi y Penguine también estaban en esa isla, al principio se metían mucho con nosotros, pero las circunstancias hicieron que nos hiciéramos mas cercanos y saliéramos al mar juntos. 

Asombrada comencé a hacer muchas preguntas sobre la infancia de todos y el entre risas contenidas me respondía. Contándome los planes que tenia para vengarse de todos los que habían hecho daño a Corazón. 

- El era un infiltrado de la marina y ellos solo lo abandonaron, no le dieron respaldo, lo dejaron a su suerte y si nos hubieran dado algún tipo de ayuda quizás ahora estaría vivo Cora-san - declaro con algo de odio en su voz el pirata. 

- ¿Por eso decidiste ser pirata? - el asintió 

- Es mas fácil vengarte si no tienes un superior por detrás diciéndote que debes o puedes hacer - otro encogimiento de hombros. 

- Pero también no fue un pirata quien asesino a Corazón - este asintió y se revolvió un poco del abrazo. 

- Lo es, pero no todos los piratas son como el - sus ojos se tornaron más oscuros e impregnados de odio - Ese hombre, no es ni pirata, ni marine, ni nada....hace lo que le viene mejor, se denomina el Rey de un Reino que el mismo se encargo de destruir para resurgir como el héroe de la nación - sus palabras eran afiladas y resentidas - Por eso emprendí este viaje, para conseguir medios para poder destruirlo - se giró en mi dirección y sonrió - por eso tenia ese informe en mi poder. 

- El participa en eso....- susurre asustada, un hombre que era capaz de hacer esa atrocidad que hacían con las mujeres elementales, debía ser muy peligroso - Law, puede ser peligroso, no seria mejor....

- Cora-san era su hermano biológico y lo mato sin miramientos ni remordimientos. - gemí asustada por su declaración - lleva años comercializando personas como esclavos y vendiendo drogas, haciendo experimentos y mas cosas que aún no se todo por sus bien y beneficio - se incorporo de la cama y se me quedo mirando fijamente. - Claro que es peligroso, pero a mi parecer es mas peligroso que siga suelto y haciendo todo lo que se le plazca. Hay que pararlo y nadie se atreve, es Shichibukai y la marina no lo va a detener, así como aliado de un Yonkou, es prácticamente intocable, pero nadie lo es en este mundo y pienso encontrar s debilidad para poder derrotarlo y que desaparezca para siempre. 

Abrace con fuerza al pirata y le di todo mi apoyo, con un fuerte beso que nos distrajo, dejando ver ese lado tierno que solo yo conocía del capitán pirata nos quedamos dormidos con nuestro cuerpos entrelazados. 


Viaje al corazón - Historias del Grand Line IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora