Viaje al corazón - Historias del Grand Line III

19. Despertar - Coral

AVISO: en este capitulo se trata abiertamente el maltrato y violencia de todo tipo. 

Un goteo lejano se escuchaba, los ojos me pesaban muchísimo y no era capaz de abrirlos, el cuerpo también parecía tenerlo dolorido. 

- Parece que esta vez estás tardando más de lo que esperaba - declaro una voz femenina, era una voz que me sonaba. Pero no sabía de donde, en el barco de los Mugiwara no estaba ahí que qui .... espera un minuto. 

- Perra... - declare recomponiéndome un poco y dándome cuenta de todo lo que pasaba. Cada vez era así y cada una de esas veces la odiaba más profundamente. 

- Oh no te pongas así conmigo pequeña mocosa, que tu mente sea frágil y fácil de manipular no es cosa mía. - se carcajeo y puede ver como Gaia, la elemental que estaba asustada de Vergo me sonreí con superioridad. - Bueno puede que solo un poco - se volvió a carcajear y me dieron ganas de darle con algo, si no fuera por estas cadenas que tenía en manos y pies se enteraría de quién era Malani.

- Por que me haces esto no lo entiendo.... - declare consiguiendo recomponerme un poco y logrando sentarme en el suelo de la celda en la que estaba, la movilidad era complicada, estas cadenas pesaban demasiado. 

- Vamos, no te quejes. Solo hago que tu vida sea mucho mejor, que estés con tu amorcito y tus amigos - se volvió a reír y se marcho con la amenaza de que solo me había despertado por que se lo habían pedido, sabía lo que venía ahora, siempre era as. Rugí furiosa y golpee las malditas cadenas que retumbaron en el suelo. 

Desde que había sido capturada en Punk Hazart estaba prisionera de nuevo, golpee el suelo nuevamente, siendo eso lo único que parecía poder hacer,  maldije a la maldita elemental traicionera. Al entrar en la celda con las demás prisioneras Gaia se destaco, parecía que era solo una mujer asustada que parecía ser como el resto, pero en el momento que apareció Vergo, note que su comportamiento no era algo extraño. El miedo que decía profesarle no se le notaba para nada y de hecho le hablaba tranquilamente. 

Flash back*

- No si me atrapa me matara, no puedo, se que moriré si salgo de aquí. - vi lo aterrada que estaba, pero no podía, ni quería dejarla ahí. 

- GAIA - le grite y agarre su cara para darle un golpe - Desiste y pierde la esperanza cuando no tengas mas opciones, pero ahora tienes la opción de escapar, dime ¿prefieres vivir encerrada o morir intentando escapar? - algo en sus ojos me dijo que su miedo no era real, tonta de mi creí que estaba consiguiendo tranquilizarla - Se que Akira no se arrepintió de intentarlo. - pensé que mis palabras harían algún efecto en ella, pero nunca me espere su reacción: se reía. 

- ¿Akira? Akira nunca existo solo me la invente para causar miedo a las demás y que permanecieran sumisas y controladas - se levanto y se estiro, sonriendo. Había dejado de temblar y no había rastro de la mujer asustada de hace unos segundos. 

- Gaia - La voz del marine resonó - déjate ya de tus juegos. 

- Oh venga, me vas a decir que no disfrutas de la persecución y de la caza - se rio macabramente y esta se fijo en mi - oh pequeña mocosa. No soy como vosotras, el mundo esta en mis manos. Todo lo que quiero lo puedo conseguir, soy única e inimitable - me agarro del pelo - no soy una escoria única que no sabe usar sus poderes como tu - me soltó bruscamente.

- Coraaaaal - me gire para ver como Law se acercaba corriendo hacía mi, quise ir hacia él, pero no pude la traidora me tenía agarrada y no podía escapar. 

Vi como luchaba contra Vergo y resultaba gravemente herido, me sentía inútil e inservible en ese momento. 

- Creo que será mejor marcharnos o tu amorcito estará demasiado distraído para sobrevivir - la mujer me arrastro por el laboratorio hasta un navío escondido, ahí me tuvo unos minutos hasta que me conto que seria de mi. - y sería una pena...... - su risa fue de lo ultimo que escuche.