17. Punk Hazard. - Cora

36 6 0
                                    

Discusiones, gritos y muchos insultos, eso era lo que se había transformado esta tranquila reunión en donde decidiríamos quienes se irían al Nuevo Mundo a una isla que si el ex marine no mentía era peligrosa ya sin contar con la presencia Marine o de los cuidadores de las elementales secuestradas. 

- Pienso ir, digas lo que digas....- le gritaba Vera a Marco y sus nakamas que coincidían todos en que se quedara mejor en la isla. 

- Creo que harás mejor labor aquí en la isla, yendo a rescatar a las otras chicas que aún están bajo las manos de otros marines - le respondía su marido con los brazos cruzados. 

- Tu déjame aquí que veras como soy capaz de ir detrás- amenazo la chica y la sonrisa del pirata me pareció siniestra, era verdad que desde que vi al pirata pelo piña torturar al marine lo veía con cierto respeto añadido, entendiendo por que a corta edad fue asignado como segundo al mando de uno de los piratas mas fuertes. 

- Dije que no y es que no, no me obligues a amenazar a un nakama para que te mantenga a salvo en la isla - se acerco a ella y le susurro algunas palabras que hicieron que la chica pusiera morritos y asintiera. - Bien, por seguridad creo que lo mejor es solo ir los piratas a por las chicas en caso de fallo ...- miro a la castaña que iba a decir algo - que no pasara nada, solo somos piratas no nos harán nada y toda la flota de padre estará para rescatarnos a un toque de caracolofono. 

Observe a la elemental dual como se callaba asumiendo las palabras de su marido y comandante. Pensé por un segundo que podria contra el y si ella podía ir yo me hubiera apuntado, pero si el no habia cedido ante Vera, claramente no lo haría conmigo. Aun así hice el amago de quejarme y fui cayada con una mirada amenazante. Fruncí el ceño y mire hacia mis pies, notando que a mi lado Bob se reía por lo bajo. 

- ¿Y tu de que te ríes? - le pregunte en un susurro. 

- Te lo digo después - sonrió y seguimos entendiendo al plan de los piratas para entrar en la isla de hielo y fuego. 

Por los siguientes días las reuniones eran muy concurridas y casi no pude ver a Bob o a Vera para hablar, las cosas que había que preparar eran muchas, ya que sin el apoyo de los piratas teníamos que entrenar mucho mas, pues nuestra ofensiva se reducía drásticamente para atacar a marines y rescatar a las demás elementales. 

El día había llegado y veía como el barco de los piratas se alejaba de la costa, hacia el Nuevo Mundo. A mi lado, más tranquila de lo que pensé que llegaría a estar estaba Vera que se despedía de su marido, claramente demostrando su descontento con esta decisión. El barco desapareció de nuestra vista y la castaña se giro en mi dirección. 

- ¿Quieres ir? - asentí y ella sonrió con malicia.

- Genial, pues tenemos mucho que preparar - en ese momento me acorde de la risa del elemental del espíritu, seguramente había leído en las emociones de Vera que no cedería y que acabaría haciendo lo que quería. 

Dos días después y unos amordazados Mihail y Dante nos miraban con rencor desde el poste del pequeño navío que habíamos sustraído del puerto. 

- No nos miréis así, no estaríais así si hubieras sido mas despistados y quedaros durmiendo en la cabaña - sentencio la morena a los piratas que intentaron expresar su disconformidad, pero como no paraban de hablar de lo peligroso que era los había amordazado. 

- Madre mía, cuando Marco los dejo a tu cuidado no tuvo en cuenta que puedes controlar sus emociones y que hemos entrenado hasta el punto de ser mas fuertes de lo que pensaba....- sentencie mirando divertida a los piratas y recordando como los habíamos emboscado cuando seguían a Vera para ver a donde se dirigía. 

Viaje al corazón - Historias del Grand Line IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora