CAOS - TRILOGÍA DEL UNIVERSO 2/3 [COMPLETA ✔]

CAPÍTULO IV

Aquella noche la pasó ahí, en la misma habitación pero no le fue fácil conciliar el sueño.
Parecía que regresar solo la golpeaba emocionalmente y al día siguiente debería enfrentar algo parecido al regresar a Beta, solo recuerdos llegaban a su mente. Recuerdos con los que debía vivir.

Por la mañana despertó al amanecer como de costumbre y bajó  con prisa esperando salir sin ser vista.

—¿Te vas sin despedirte? —aquella pregunta hizo que se detuviera

—Creí que te habías ido —la miró

—Creiste mal... —respondió con seriedad —no sé cuando te volveré a ver y dudo que respondas mis comunicaciones. Solo quería decirte que espero que encuentres la paz que buscas pero que no sea a costa de tu vida...

Después de lo que le dijo la noche anterior Kristal no había respondido, solo se había retirado por lo que Emily pensó que se había molestado y por lo que le decía parecía estar en lo correcto.

—Siento si me expresé mal anoche, solo no quiero que te preocupes por mi. Tienes cosas más importantes... —desvió la mirada

—Emily, te vi nacer. No me pidas eso, nos hicimos muy cercanas. Eres como mi hermana y lo sabes

—Claro que lo sé y por eso mismo te pido que confíes en mi. No busco la paz a costa de mi vida porque sería cumplir  con lo que ellos quieren y no los complaceré... —suspiró —estamos de acuerdo en que jamas habrá paz mientas ellos existan, puedes darte una idea de mi objetivo

—No será tan fácil, eso implicaría tanta destrucción

—Eso lo tratare con Rex, debo irme —se acercó para abrazarla —me comunicaré más seguido

—Te lo agradecería, todo se siente tan complicado desde que Rex y tú nos están aquí... —susurró

—Podrias comunicarte con él más  seguido, incluso visitarlo o viceverasa

—Que fácil suena —sonrió

—Nos vemos —se dirigió a la puerta

—Cuidate...

Sin más que decir subió a la nave y trazó rumbo a la galaxia tridente, luego de unas horas, pudo ver al planeta Beta que no quedaba tan alejado después de ingresar a dicha galaxia.
Disminuyó  la velocidad para observar con atención esa imagen que jamás había observado. Los tres planetas estaban alejados a distancia prudente al igual que las lunas y soles. Podría decir que era bonito pero ese pensamiento desapareció cuando recordó para que estaban destinados.
Nuevamente aumentó  la velocidad y se dirigio al segundo planeta que por razonamento debía ser el indicado. Con cuidado descendió en la base principal donde no tardaron en llegar varios palnetarios para rodearla.

—¡Pueden retirarse! —levantó la voz alguien conocido

Todos hicieron caso y se retiraron sin decir nada.

—¿Tendré que acostumbrarme a ser recibida así? —lo miró

—A penas llegas

—Si pero en el planeta Cristal fue parecido —se acercó

—Eso... —sonrió levemente —por alguna razón te dije que vinieras al amanecer, casi es mediodía —dijo caminando seguido por Emily

—No hubiera estado de más decir que estaba tan alejado...

—¿Comienzas a quejarte? —ingresaron a la base

—No, solo es una opinión. Pero a lo que vine, no quiero estar mucho tiempo aquí