CAOS - TRILOGÍA DEL UNIVERSO 2/3 [COMPLETA ✔]

CAPÍTULO XXVIII: PROBLEMAS

Kristal encendió las pantallas mostrando diversos planetas desolados, por algunos Emily ya había pasado y otros eran desconocidos.

—Pasaste por esos dos —señaló —mientras que estos estaban demasiado alejados, tuvieron la proliferación del enemigo. Rex me envió la información para que te la mostrara, alguien anda causando desequilibrio en cada planeta. Mira...

Mostró imágenes donde mostraba los planetas infestados por reptilianos totalmente evolucionados.

—Un artefacto que los hagan mover a un planeta y lo invadirán de sorpresa —la miró

—¿Porque siguen ahí? Deberían haber enviado un exterminador.

—Suena sencillo pero no lo es... —alejó las imágenes de los planetas para mostrar una formación —esas ubicaciones son fundantales, aunque fuesen desolados no podemos enviae un exterminador porque un mínimo impulso eléctrico o expansivo como lo tiene, hará que el núcleo explote. Lo pensaron muy bien, un artefacto no genera ondas aunque si interferencia, aún así no es suficiente para provocar el núcleo...

—¿Que hay de malo? Sabes que aquel planeta era diez veces más grande y no impedimos su destrucción —frunció el ceño.

—¿Ves esa alineación? —señaló los planetas y la chica asintió —sucede cada 200 años haciendo que cualquiera movimiento o problema inusual afecte negativamente a otros planetas produciendo una reacción en cadena.

—¿Quieres decir que ese puede ser el movimiento que estuvieron preparando cuidadosamente todo este tiempo? —señaló.

—Exactamente, hay que encontrar a la híbrida, a la madre o el causante te esto cuanto antes para que no quite a los reptilianos del planeta

—¿Y un sistema de defensa para los demás planetas?

—Imposible... —negó —una defensa bloquea al enemigo y básicamente cualquier cosa, pero lo que genera la destrucción de un núcleo no es para nada sencillo.  Quizá bloqueé la onda expansiva pero la energía que provoca llegará al planeta activando su núcleo.

—Con esto estas diciendo que estamos totalmente a su merced... —asintió —iré, podré hacerlo

—No, no puedes y no lo harás. No es solo un ejército, son miles.

—¿Porque no me avisaste?

—Lo Intentamos pero no respondían...

Emily quedó pensativa en ello, era cierto pero tenía una extraña sensación.

—De acuerdo, mañana continuaré con el viajes. cueste lo que cueste debo encontrar a Alexandra

No recibió respuesta y subió a su habitación, luego de una ducha de agua fría se recostó intentando dormir cosa que fue inútil.
Despertó repetidas veces con un extraño sueño destructivo, enfrentándose a alguien que no reconocía.

—¿Terrible pesadilla? —preguntó una voz masculina.

Lo buscó con la mirada y allí estaba él dándole la espalda, observando por la ventana hacia la ciudad.

—¿Que haces aquí? —se frotó la frente sudorosa.

—Tantas noches durmiendo juntos quiero tu compañía... —volteó para acercarse.

—No —lo detuvo —no quiero nada de esto

—¿Porque?

—Porque no significo nada para ti... —lo miró y él frunció levemente el ceño —y tampoco lo serás para mi, no eres quien conocí y no soy quien quieres disfrutar. Solo me utilizas para tus impulsos primitivos.