Sin medir la velocidad salió de aquel planeta con los sentimientos en total desequilibrio, el ardor de sus ojos y las punzadas en la cabeza le nublaba la conciencia.
Quería llegar hasta Terra y creía que lo haría pero no lo soportaría, se sintió obligada a descender en un planeta deshabitado por civilización pero no por criaturas .
Por seguridad propia y con la única idea clara que tenía, descendió en las montañas cerca de una cueva. Era el unico lugar seguro o en el que no la atacarian de inmediato.
Con las piernas temblorosas se adentró en la cueva y se sentó en una roca. Intentó calmarse frotandose las manos pero solo aumentaba su dolor, las esposas le habían dejado visibles marcas que no había notado. Marcas que casi sangraban por la presión que se habían ejercido sobre ella.
Jamás había discutido de tal manera con Kristal pero no siempre las cosas pueden ser un cuento de hadas donde tienes una amiga que no te traiciona o descepciona. Sentía ambas cosas de parte de ambos, Rex era más analítico por eso pensó que no haría algo así pero todo indicaba que regían bajo el mando de los ancianos del consejo.Se sentía débil, vulnerable, innecesaria en ese trascurso que todos llamaban vida. Y su pesar aumentaba al pensar en la palabra
Asesina
Ellos tenían razón, era la culpable. Era una asesina.
Rex lo llamó sacrificio pero de cualquier manera el resultado era el mismo, la muerte de aquel chico.
La muerte que aún le dolía y pesaba.
Si no hubiese sido por ella o si hubiese hecho más él aún estaría con vida. Hacía mucho que no pensaba tan detenidamente en él y era inevitable sentirse tan débil.
Una inusual tormenta comenzó a caer ante su mirada y con ella se dezlizaban sus lágrimas , sin control.
Lágrimas que estuvo reteniendo por mucho tiempo.
Le dolía absolutamente todo, el cuerpo, su interior pero lo más llamativo era su cabeza y el ardor de ojos aunque no tenía animos de encontrar razones, su debilidad se lo impedía.
Dejó que sus lágrimas amargas salieran todo lo que quisieran, quizá aminorarían el peso que sentía mientras una frase llegó a su mente.Perdóname...
Ese perdón que le había pedido antes de dejarla inconciente y hacer las a su manera.
—No te perdono, no te perdono...
Repitió varias veces golpeandose levemente el pecho.
Llevaba un par de horas observando a la nada, callando los gritos de su mente. Las últimas gotas de lluvia caían distanciadas en señal de que pronto pararían por completo.
Se levantó con pesadez, aquel día era uno de los peores y la poca tranquilidad que había conseguido se fue al infierno cuando se dió cuenta que empeoraría mucho más al notar que no tenia nada para defenderse.
A la lejanía distinguía una silueta de un encapuchado, todo de negro. Cualquiera saldría corriendo creyendo que era un fantasma pero éste tenía espada en mano.—Apestosa existencia —murmuró para sí misma pero caminando hasta la nave ignorando a su posible asesino
Se detuvo en seco prestando atención y sintiendo la misma presencia. Un segundo fue suficiente para agacharse y ver pasar el filo de la espada muy cerca de su cuello, lo tenía casi encima.
—No tengo idea de quien seas pero no tuve un buen día, no sería un enfrentamiento justo —intentó llamar su atención pero no lo consiguió
El desconocido continuó atacando mientras solo podía esquivar con velocidad pero aquel se igualaba. No saldría ilesa o con vida si no pensaba algo rápido y sus condiciones eran lamentables.
Se sentía tan idiota por haber abandonado el planeta sin su dispositivo de armas, en tal momento de ira y valor debió exigir que se lo regresaran pero una frase la golpeaba. Eso no le pertenecía y por otro lado tenía orgullo, aunque en el momento se esté jugando la vida.
Quería prestar total atención al enfrentamiento pero las punzadas regresaban como oleadas y la debilitaban más de lo que estaba.
El primer corte se hizo presente en su brazo mientras gotas de sangre caían en la vegetación. Él o ella no parecería que se detendría, se acercaba a paso lento
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CAOS - TRILOGÍA DEL UNIVERSO 2/3 [COMPLETA ✔]
Science FictionDespués de la muerte de Den tanto Emily, como Kristal y Rex quedaron destruidos pero no podían quedar sin hacer nada, al menos los últimos dos. Rex regresó a Beta para informar lo sucedido y establecer un plan de exterminación ante los Reptilianos...