La arriesgada chica que convivía piel a piel con las carreras comenzaba a estar en un grave peligro. Su amigo Huening Kai era consciente de ello y sin dudarlo se lanzó al ruedo para cuidar de ella pero, ¿Qué pasaba con su fiel amigo SooBin? ¿Correrí...
Nos dirigimos juntos hasta la clase. Él recibía las típicas miradas curiosas de la gente que jamás le había visto por allí, incluída la mía, pues no podía negar que el chico tenía un atractivo y exótico perfil.
—_____, ¿tardaremos mucho en llegar a clase? La gente me mira raro, es algo incómodo. — dijo el chico tirando suavemente de mi manga como un niño pequeño cosa que me mató de ternura. —No, no te preocupes, está aquí detrás.
Entramos en la clase y ofrecí sentarme a su lado, cosa que agradeció. Comencé a sacar los materiales antes de que entrara el profesor y esperé para que la clase pasara lo más rápido posible. Durante la clase Kai y yo tratábamos de juguetear el uno con el otro sacándonos la lengua y haciéndonos reír levemente, al fin y al cabo ¿Qué tenía la universidad de especial sin risas?
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Tras la clase Huening Kai y yo salimos de la Universidad exhaustos. No era fácil compaginar clases desde por la mañana temprano hasta tarde porque una asignatura tuviera que ser por la tarde. Al salir me senté en un banco fuera de la Universidad a respirar aire puro pues simplemente el pensar que estaba respirando aire cerca de la Universidad me provocaba ansiedad y entonces Kai se sentó a mi lado.
—¿no vas a casa? —pregunté curiosa. —¡ah! Sí sí, ahora iré. Es que me preocupó verte así, ¿estás bien?
En realidad yo no estaba nada bien tenía amigas que se sentía como tener niños pequeños y tener que estar a cargo de ellos. Sentía que por juntarme con x, era ya una cruz más como ellas. Debía estudiar una carrera que no me gustaba solo porque mis padres querían que tuviera un buen futuro y me daba pavor tirarlo todo por la borda y que el esfuerzo de mis padres por pagar la carrera fuera en vano. A diferencia de mis amigas, yo no podía permitirme tantos lujos, éramos una familia humilde y estaba feliz con eso, pero también a veces me hacía exigirme de más.
Suspiré tratando de borrar todos esos pensamientos intrusivos, hacía tiempo que nadie me preguntaba si estaba bien. Sonreí levemente y asentí.
—Estoy bien Huening, gracias por preguntar, vayamos a casa, mañana será otro día duro.
Ambos fuimos el camino juntos, sorpresivamente él era vecino mío unos bloques más allá del mío. Estábamos hablando en la entrada de mi casa justo antes de entrar para descansar cuando una moto pasó a toda velocidad por nuestro lado, haciéndome cerrar los ojos con fuerza ya que el ruido era molesto.
—¡y luego nos preguntaremos que por qué pasa lo que pasa! Bueno _____, será mejor que vayamos a descansar, mañana será un día duro, ¡hasta mañana!
Se despidió al igual con la mano mientras caminaba para su casa: era cómodo estar con él, era seguro. Yo entré en la mía saludando a mis padres sonriente y subí a mi habitación para soltar las cosas y tirarme a la cama. Tomé una bocanada profunda de aire: tenía que ducharme, hacer los deberes e ir estudiando para el próximo examen. Todo en mi cabeza daba vueltas sumándose las horas que llevaba despierta, pero recordar de manera estúpida e intrusiva que alguien por fin me había preguntado si estaba bien me hacía sacar fuerzas de donde no había.
Me levanté pesadamente de la cama para dirigirme a la ducha, tomando mi pijama y poniendo algo de música de fondo para no quedarme en los laureles mientras me duchaba. Al salir de la ducha sequé mi pelo un poco con el secador y me miré frente por frente en el espejo.
—Dios chica, tienes bonitas ojeras, eh. — solté una pequeña risita y me separé.
Volví a mi habitación para sentarme frente al escritorio, como si no llevará suficientes horas sentada ya y comencé a organizar mis trabajos y a hacer un par de actividades para repasar lo que habíamos dado y entonces comencé a estudiar.
Pensaréis, ¿cómo puede compaginarse él dormir un par de horas, tener clases por la tarde y por la mañana, de algo que no te gusta y encima querer sacar buena nota? Fácil, muchos de nosotros lo hacemos, ¿no es así? Lo estás haciendo bien. ♡
Bajé al rato a tomar la cena con mis padres, sin contar a Kai, era la única interacción social agradable que había tenido a lo largo del día. Quiero decir, mis amigas son buenas conmigo, no me tratan mal, pero a veces me siento como un perro verde a su lado. Mis padres me preguntaban por la Universidad y felicitaban cualquiera de mis logros por pequeño que fuera y ¿eso? Eso me hacía sentir completamente suficiente y ojalá valoraran a todos de la misma manera que ellos lo hacen conmigo.
Subí a mi habitación tras cenar y entonces mi cabeza no daba para más: me quedé dormida casi al instante con una gran pesadez en el cuerpo. Y este amigos, era mi día a día, normal y corriente como veis.
