16.

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Tras aquel inquietante altercado decidí llamar a SooBin con manos aún temblorosas y el teléfono hecho pedazos. SooBin cogió aquella llamada como si se le fuera la vida en ello y comenzó a preguntar alterado dónde estaba, pero claro, ¿cómo le decía dónde estaba?

Opté por decirle que estaba en la puerta del parque donde se encontraban aquellas planadas lo suficientemente alejadas de las carreras. Él no perdió un momento más, colgándome tras darme la señal que de vendría a por mí. Me acerqué a los chicos y pude notar que cierto pelirrojo no estaba. Mi única salvación allí era YeonJun, al que me acerqué sin importar la chica a la que estuviera manoseando.

Al pincipio se giró bruscamente de manera agresiva pero rápidamente se calmó al ver que era yo. Me miró esperando a que hablara pero de mí no salían palabras suficientes. Se dio cuenta de esto de manera astuta y colocó una mano en mi hombro con cierta preocupación.

______, ¿qué ha pasado? Cuéntamelo.
—YeonJun... Me tengo que ir, debo irme, de verdad, debo irme.
—Hey, no vas a ninguna parte hasta que no me digas qué ha pasado.
—Tomó mi muñeca para evitar que me fuera.

Rápidamente me solté y le señalé al conductor de blanco, logrando salir corriendo en cuanto desvió su mirada hasta él, dirigiéndose hacia el mismo con pisadas seguras. Yo me giré tomando el camino más rápido para llegar a aquel lugar donde había quedado con el peliazul para vernos y es que necesitaba un lugar donde sentirme segura, y más que nunca, la vívida imagen de Kai fue la que se vino a mi cabeza en aquel momento de desesperación.

Al visualizar a SooBin me lancé a sus brazos sin pensarlo y él me tomó entre estos sin perder ni un segundo. Miró alrededor preocupado en busca de aquel hombre que me había puesto en peligro y negó al ver que gracias a la oscuridad y a los árboles de la entrada no se veía casi nada.

Tomó mi mano y me condujo hasta el coche para abrirme la puerta de este y me senté dejándome caer y apoyando mi cabeza en el asiento, suspirando con alivio. En cuanto SooBin se montó le miré buscando llamar su atención sin palabras y pareció ser así, pues la mirada de SooBin se posó en mí.

—Alguien me salvó.

Me miró confuso, ni siquiera sabía qué hacía en aquel lugar tan tarde como para encima decirle que alguien más me había salvado. Se giró para mirarme al completo y apoyó una mano en mi muslo.

¿Quién fue?—Preguntó curioso a lo que yo respondí encogiéndome de hombros.
Me acarició la mejilla antes de irse.

SooBin frunció el ceño y llevó su mano a mi mejilla para acariciarla de igual manera que el motorista, como si quisiera borrar su rastro de mí. Rápidamente arrancó el coche y comenzó a conducir hasta mi casa.

Al llegar a casa me metí en la cama sin siquiera preocuparme en cambiar mi ropa o desmaquillarme

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Al llegar a casa me metí en la cama sin siquiera preocuparme en cambiar mi ropa o desmaquillarme. Volví a revisar si Huening Kai me había mandado algún mensaje, pero aún no había recibido nada. Con demasiada angustia en el pecho como para soportar aquello, me dirigí a casa de Huening Kai, necesitaba su consuelo.

De lejos las luces se veían apagadas y podría ser natural si estaba durmiendo, pero un bulto en la puerta de su casa me hizo ajustar mi vista a la noche tratando de focalizar antes de acercarme por si era algo peligroso. Logré distinguir una maleta de viaje y a su lado una persona.

Terminé por acercarme de manera curiosa hasta aquella persona y resultó ser una chica joven de unos 18 años más o menos que me miró con igual confusión que yo a ella.

Am... ¿Qué hace aquí, señorita? ¿Puedo ayudarla en algo?
—Estoy esperando a mi hermano, quise darle una sorpresa pero al parecer no está en casa.
—Suspiró con cansancio.

Abrí mis ojos como platos, por eso se me hacía tan familiar a Huening Kai, era su jodida hermana. Pestañeé un par de veces y me agaché a su altura, dejándola aún más confundida.

¿Eres la hermana de Huening Kai?—Pregunté ladeando mi cabeza.

Los ojos de la pequeña brillaron, asintiendo de manera efusiva mientras tendía sus manos hacia mí, para yo tomarlas y eso hice.

¡Sí, soy su hermana! ¿Sabes donde está Hyuka? Lo he llamado y no responde, he llamado al timbre y tampoco, nada, y llevo aquí cinco horas y-
—No sé nada de él.
—Interrumpí su nerviosismo y la miré acariciando sus manos para que respirara. Ella suspiró resignada.— Llevo toda la tarde intentando saber de él igualmente y no me coge las llamadas ni los mensajes y de hecho venía a ver por qué-
—¿A las 4 de la mañana?
—Me interrumpió esta vez la pequeña mirándome con una ceja alzada, como si estuviera cuestionándome.

Mi rostro se sonrojó al saber lo mal que podía verse aquello desde fuera y abrí mi boca para responder pero entonces negué rápidamente para aclarar todo.

Sólo amigos... oye, ¿qué te parece...?
—Bahiyyih.
—Bien, Bahiyyih, ¿Qué te parece si te quedas esta noche en mi casa y mañana por la mañana tratamos de contactar a tu hermano de nuevo?


La chica al principio me miró desconfiada, qué menos de una persona que no conoces y que te ofrece estancia en su casa. Por un momento pareció hesitar, pero a continuación se levantó del suelo, tomando su maleta mientras asentía.

Está bien, pero tendré marcado el 911 por si llegas a intentar matarme.
—Cada vez tengo menos dudas de que eres la hermana de Kai.
—Reí rodando los ojos.

Ambas caminamos hasta mi casa, apenas dos minutos nos llevó llegar y le abrí la puerta para que pasara. Le indiqué donde estaba mi habitación y tomé su pesada maleta por ella, a decir verdad apenas podía con ella, pero no quería hacerla cargar con ese peso escaleras arriba. Miró a su alrededor, buscando el lugar donde dormiría ella. Mientras tanto yo saqué una colcha de invierno para colocarla sobre el suelo a modo de colchón para así dormir ahí. Ella me miró fijamente buscando saber para quién sería eso y yo entonces le sonreí buscando hacerla sentir más cómoda.

—Duermes en mi cama, yo dormiré aquí abajo.

Ella asintió y entonces de su maleta sacó un pijama, entrando en el baño de mi habitación para cambiarse. Mientras tanto yo bajé a la cocina y le preparé un rápido sándwich para que no durmiera con el estómago vacío. Al subir y dárselo, ella agradeció aquel gesto comiendo el sándwich de manera hambrienta.

Entonces... aclaremos cosas...—Habló de manera inquiridora.
—_______.
—Bien, ______, hablemos.

Complicated.-Choi SooBin y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora