La arriesgada chica que convivía piel a piel con las carreras comenzaba a estar en un grave peligro. Su amigo Huening Kai era consciente de ello y sin dudarlo se lanzó al ruedo para cuidar de ella pero, ¿Qué pasaba con su fiel amigo SooBin? ¿Correrí...
Lunes de vuelta. Desperté con un cansancio en mi cuerpo inexplicablemente pesado. Me levanté de la cama con mi típica rutina: despertar, desayunar, vestirme e irme. Al salir me encontré con Kai y sonreí al verle saludándole con la mano.
—Buenos días, _____. ¿Qué tal has descansado? —Buenos dias, Kai. Estoy agotada, exhausta, ha sido un fin de semana tan movidito... —¿Y eso, si se puede preguntar? — Me preguntó el hawaiano divertido. —Es algo un poco íntimo pero digamos que... Tuvimos una fiesta y tal y un día antes fuimos de fiesta con otros chicos y... Tenían sus motos y sus cosas, tu sabes. —... ¿Una carrera ilegal? —Respondió bromeando. —¡Si! Quiero decir... ¡No! No hacen nada raro desde luego.
Y no lo hacían, jamás los había visto hacer algo ilegal aparte de la carrera. No los había visto ni vender ni probar droga. Miré a Kai con miedo a que juzgara por él mismo pero él sólo sonrió creyendo que era verdaderamente una broma.
—por mucho que no sea nada ilegal según tú... Yo te recomendaría no ir más. ¿Qué pasaría si os coge la policía? Vais a la cárcel seguro. Tú no tendrías manera siquiera de escapar.
Me quedé pensando en lo que me había dicho Kai y tenía toda la razón del mundo. Realmente era algo ilegal por mucho que ellos no hicieran nada ilegal, sino sus espectadores que se dedicaban a la comercialización de estupefacientes y... Otras cosas, dejémoslo así.
El día transcurrió bien. En más clases de tarde me despedí de mis amigas y de repente sentí unas manos en mis hombros que me hicieron sobresaltar. Me giré y ahí estaba Kai riendo acompañado de un SooBin que marcaba sus hoyuelos en una tierna mueca.
—¡_____! Nos preguntábamos si querías salir hoy. Podríamos dar una vuelta, ir a cenar, tomar helado... Lo que sea.
Miré al alto chico con algo de nerviosismo puesto que no sabía si se refería a salir únicamente ellos dos o los tres y asentí lentamente. En realidad creía que era una buena manera de acercarme a SooBin aunque no fuera directamente por mi propia valentía.
—Salgamos luego, por mí magnífico. Ahora vamos a la clase, ¿te parece? —me parece genial.
Antes de separarnos de SooBin nos despedimos de él con la mano y ambos pusimos rumbo a clase, aburrida y larga clase, pero esa aburrida y larga clase tenía como recompensa la salida con SooBin y Kai. Estaba ilusionada, no solía tener amigos chicos y si eso pasaba mis amigas lo apartaban. Ahora tenía tres, a Kai, a YeonJun y a TaeHyun y me sentía le chica más feliz del mundo. Además tendría una oportunidad para descubrir que escondía aquel peliazul que aún no me había dirigido ni una sola palabra, cosa que me causaba curiosidad.
Justo tras salir decidimos ir a tomar un helado. Yo decidí coger uno de menta con chocolate mientras que Kai escogió uno de fresa y SooBin uno de chocolate. Huening Kai y yo íbamos caminando mientras comíamos nuestros helados y nos gastabamos bromas, sin embargo SooBin nos miraba apartado mientras trataba de mantener su helado intacto por la torpeza de los pasos de Kai.
Una vez el helado de Kai casi cayó al suelo y soltó un grito realmente agudo. Yo no pude evitar soltar enormes carcajadas y reirme a todo pulmón de eso, aquel acto hizo que SooBin pusiera una mueca de desagrado, quizá por lo ruidosa que había sido. Me sentí apenada ante aquella imagen que estaba dando para nada encantadora y una notificación llegó a mi teléfono móvil, sacándome de toda clase de pensamiento.
[HwanJo] — Chicas, el viernes hay de nuevo carreras por noche.
[SeoHee] —No puedo esperar a ver a Beom y a Jun de nuevo.
Fruncí mi ceño, ¿desde cuando eran todos tan cercanos? Kai miró mi rostro de confusión y pensando que sería algo grave propuso volver a casa dando un lento y agradable paseo que acabó siendo incómodo por la insonora presencia de SooBin.
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Viernes por la noche. Esta vez yo llevaba unos vaqueros largos y me había maquillado un poco menos. Había llevado calzado un poco más cómodo pero había arreglado mi pelo. Volvimos las cuatro al mismo lugar y de nuevo se podía oír el rugido de los motores y la música alta resonando por alrededor y haciendo eco en mis oídos. YeonJun se acercó rápidamente a nosotras.
—Habéis llegado justo a tiempo, ya tenía que irme a correr, Gyu me está esperando en la parrilla de salida. —¿Competirás solo con BeomGyu?— preguntó DongHak. —No.—contestó Jun. —Hoy vamos a celebrar una carrera de treinta participantes. Será arriesgado.
Todas le tiraban flores y le deseaban suerte. Yo en cambio le miraba con cara de: "¿Tú que te crees, que todo va a ser colores de rosa aquí, bola de chicle?" Él me correspondió la mirada divertido y revolvió un poco su pelo mientras pasaba la mirada de una en una hasta llegar a HwanJo. Tiró de su mano y la pegó a él, comenzando a besar sus labios mientras que las otras dos la miraban con recelo. Llevaba sus manos siempre a la cintura de la chica y si podía bajar, incluso apretaba sus nalgas. Se separó de HwanJo y le guiñó un ojo a mis amigas.
—Un último beso por si hoy es mi última carrera.
Dijo antes de irse. Entonces ví que TaeHyun desde lo lejos me saludaba. Levanté mi mano e hice lo mismo cambiando al completo mi rostro por uno de felicidad.
—Creo que le gustas. —Dijo SeoHee. —No, Hee. Por desgracia no soy tan atractiva como vosotras como para llamar la atención de alguien. —Lo eres, ______, pero te cierras al amor. — Terminó la conversación HwanJo.
La frase que me dijo me dejó pensativa por un rato, ¿acaso yo me cerraba al amor de verdad o es que mi nueva fijación ya tenía nombre?
