Complicated.-Choi SooBin y tú.

34.

El tiempo estaba pasando volando al tener ambos labios unidos como una cadena. Su gran mano sostenía mi mentón mientras que las mías acariciaban suavemente el cabello que alcanzaba en su nuca.

Una fuerte fuente de luz fue lo que logró separarnos a SooBin y a mí, que miramos con confusión hacia aquello que nos había distanciado en un momento tan sumamente íntimo. Mi rostro ensombreció al ver al chico de la moto blanca parado frente a nosotros. De manera iracunda golpeó el tanque de depósito de su motocicleta y desabrochó su casco para quitárselo.

SooBin se levantó rápidamente y se interpuso entre aquella luz y yo, y fue gracias a que tapó aquella deslumbrante luz que pude ver a quién le pertenecía aquel mote, a Huening Kai. Mi cuerpo se empapó de un sudor frío, de un sentimiento de culpa que no entendía, no hasta que comenzaron a pelear.

—Debes estar jodiéndome, SooBin. Yo sabía que esto era real, que no me lo había inventado.
—Kai.— Espetó SooBin.— Ninguno de nosotros dos pensó que esto pasaría. Simplemente surgió y-

El peliazul fue interrumpido por un empujón basto, tosco, que le hizo retroceder unos cuantos pasos. Me acerqué a ellos pero volvieron a discutir antes de darme tiempo a decir una sóla palabra.

—¡Eres un traidor! ¡Sabías que yo estaba allí para protegerla, sabías que yo la quería desde un principio, sabías que yo estaba enamorado de ella!
—¡Y yo de ti!— Lo silencié antes de que siguiera culpando a SooBin.— Huening Kai me gustabas, me gustabas hasta que comenzaste a tener berrinches si me acercaba a SooBin o a DongMyeong. ¿Acaso por estar contigo no tendría derecho a tratar con nadie más?

Kai se llevó las manos a la cabeza y negó con frustración. No podía creer que su mejor amigo y la chica que le gustaba estuvieran teniendo una aventura a sus espaldas, y vaya si daba para largo su aventura. Kai señaló despectivamente a SooBin.

—______, él es gay. Sólo está jugando a dos bandas porque le gusto yo y no puedo corresponderle, por favor, abre los ojos.

SooBin frunció el ceño notablemente puesto que esa no era la situación actual en realidad.

—No estoy a dos bandas porque me di cuenta qué camino debía seguir si quería tener un final feliz, Huening Kai, y contigo no lo es.

Huening Kai miraba al suelo apesadumbrado al darse cuenta de que en realidad sí que había perdido toda clase de oportunidad conmigo. Me senté a su lado, acariciando su espalda a pesar de que al principio se mostraba reacio a mi tacto.

—No he hecho esto por romperte el corazón aposta, Kai... Deberías saberlo.
—No lo has hecho a malas, pero al igual que tu corazón late por SooBin, el mío lo hacía por ti y se ha roto...—Escondió su rostro entre sus manos.— Estuve en las carreras por protegerte a ti, por cuidarte, yo fui quien te salvó aquella noche...
—Lo sé...—Susurré en un vano intento de curar aquel corazón.— Y no significa que no fue suficiente para que yo me sintiera afortunada de tenerte en mi vida Huening Kai. De hecho, para mi no eras el ángel de la carretera, sino mi ángel de la guarda.

Kai alzó levemente la vista mirándome con incredulidad, era normal en un corazón cansado como el suyo. Le dediqué una leve sonrisa que él pareció rechazar escondiendo de nuevo su rostro.

—Eres un chico maravilloso, Huening Kai. Eres todo lo que cualquier chica desearía tener.
—Pero yo no quiero a cualquier chica.—Apretó sus puños levemente.— Yo te quiero a tí.

Sabía que en aquel momento no habría manera de hablar con él. Sería imposible que pudiera entender por qué elegía a otro chico por encima de él a pesar de todos sus esfuerzos por protegerme y ganarse mi amor, pero mi amor no era ninguna apuesta, no ganaba quien más daba al final, sino quien más consistencia y constancia tenía. Huening Kai había sido una persona increíble conmigo. Me había protegido desde el principio y yo ni fui capaz de reconocerlo, y es por eso que cuando Kai se comportaba distante conmigo, yo jamás lo asocié a aquel motorista, sino a mi amigo y al chico que me gustaba.

En cambio, a pesar de que SooBin y yo habíamos tenido nuestros más y nuestros menos, jamás se le pasó por la cabeza evitarme o salir corriendo de clases para no ir conmigo porque hablaba o me reía con Kai, es más, tuvo que aguantar que el chico que le gustaba lo obligara a juntarse conmigo, pues SooBin no era conocido por ser una persona sociable.

Ambos habían dado lo mejor de sí, pero Kai falló al pensar que yo podría perdonar aquellas frivolidades sólo con el hecho de haber sido todo este tiempo aquel motorista. A decir verdad, yo no buscaba un salvador, yo sólo quería que el chico que me gustaba estuviera ahí para estupideces como explicarme una pequeña clase de historia o una salida a por un café a solas. Huening Kai fue a lo grande, tratando de impresionar a mi corazón, sin embargo SooBin fue escalando a pequeños pasos hacia mi corazón, y aquello lo había ganado.