Complicated.-Choi SooBin y tú.

35.

Un par de semanas habían pasado desde que Kai se enteró de aquello y acabó en trifulca. SooBin y yo habíamos comenzado a aparecer más públicamente tomados de la mano y rodeando el cuerpo del otro entre bromas y risas. Huening Kai se había alejado como era eventual, era algo que tanto SooBin como yo respetábamos y entendíamos, es por eso que en lugares en los que pudiera estar cerca manteníamos la distancia. Era injusto dañar a alguien que en realidad nos había hecho tan felices a ambos.

Habíamos llegado a esa estresante fecha de los universitarios de la que no se habla en las películas: los exámenes. En esa época mi mente se volvía un puro caos y aquello resaltaba notablemente en mi personalidad, me había vuelto más distante y más ausente por culpa de esto y SooBin lo notó rápidamente. 

Cada vez que ambos íbamos a la biblioteca se encargaba de comprar mi café favorito en la cafetería a la que solíamos ir. Acompañaba el vaso con notas divertidas o tiernas y eso siempre lograba levantarme el ánimo a pesar de lo lejana que me sentía en aquellos momentos. Detalles como esos habían logrado que me enamorara de Choi SooBin. 

Un día de aquellos intensos momentos de mi existencia como universitaria, Huening Kai apareció. Se sentó junto a mí mientras jugaba con sus manos con nerviosismo mientras de vez en cuando me miraba de reojo. Sabía que quería pedirme algo pero no tenía valor suficiente así que decidí mirarle con una pequeña sonrisa. Aquello pareció incentivarlo a hablar y se acercó a mi oído para susurrar y que no fuera tan notable en aquella silenciosa sala.

—¿Puedes ayudarme con Literatura?—Preguntó timidamente.

Si de algo me había dado cuenta en todo este tiempo era que jamás le negaría nada a Kai. Tomé los libros que tenía repartidos por ahí junto con los diccionarios y el café y le miré esperando a que se pusiera en pie para salir de allí y poder explicarle lo que necesitara. Él pareció entenderlo y se levantó con una tímida sonrisa en su rostro, saliendo de allí.

A pesar de que había aceptado aquello sin dudarlo algo me olía a chamusquina, sabía que se traía algo entre manos. Salimos juntos hacia los bancos de fuera y volví a apilar mis libros esperando a que me preguntara sus dudas, lista para explicárselas, pero yo sabía por donde iba a ir la cosa.

—Oye, ______...—Agachó su cabeza mirando sus manos.— Yo... Antes de empezar con las explicaciones...
—Sé lo que vas a decir.—Lo interrumpí dándole un leve golpe en el hombro.— Ninguno de los dos guardamos rencor.

Kai dirigió entonces su mirada hacia mí con los ojos llenos de arrepentimiento. Sabía qué había hecho mal y apostaría todo a que fue Hiyyih quien le había abierto los ojos.

—Me di cuenta de las cosas que hice mal contigo, y con SooBin... Yo jamás pensé que pudiera pasar esto de verdad y me confié tanto que acabé culpando a SooBin simplemente por haberse comportado como una persona decente... Todo esto es mi culpa.

Rápidamente me incorporé, tomé sus manos negando varias veces y las balanceé para darle más enfasis a mis palabras.

—Nada ha sido culpa de nadie, ¿entiendes? Tú no te diste cuenta de las cosas que hacías mal, más bien siquiera pensabas que podrían acabar así. Tampoco fue tu culpa no darte cuenta de que SooBin estaba enamorado de ti. Nada de eso significa que seas insuficiente o que no seas una persona maravillosa, Huening Kai, no te castigues con eso. SooBin y yo no sabíamos que esto iba a ser así tampoco, siempre pensé que le caía mal.

Soltó una suave risita, al parecer yo no era la única que lo pensaba y es que en realidad sí que era así. SooBin me veía como una amenaza a la hora de acercarse a Kai y Kai lo veía a él como una amenaza para acercarse a mí. Sonreí contagiada por el hawaiano y volví a insistirle.

—Gracias por volver a mí. Pensé que ya no ibas a querer saber nada más de mí y que no volverías a hablarme nunca.
—No podría hacer eso jamás.—Negó varias veces el chico.— Este tiempo sin vosotros me ha demostrado que... Es normal cometer errores y sufrir las consecuencias. Por mucho que esté enamorado sé que lo hice mal y que si tiene que ser será... Pero lo importante es no perder a las personas que me hacen bien. 

Aquello me había llegado rápidamente al corazón. Sabía que toda aquella charla se la había dado Bahiyyih pero en ese momento poco me importó. Me abalancé sobre él y lo abracé con fuerza, aquello había sido la paz que necesitaba en ese momento mi corazón, sabía que Huening Kai no me fallaría jamás.