5.

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Esas, fueron las únicas palabras que oyó antes de caer inanimado al suelo.

Despertó, pero para su mala suerte, no estaba en la base ni en el centro comercial. Estaba, nada más y nada menos que un pequeño cuarto, lleno de polvo.
No podía mover sus extremidades, claramente estaba atado a una silla. Esto lo alarmó y empezó a hacer una danza de movimientos bruscos para intentar desatarse, cosa que fue en vano.
Ahora si, estaba perdido.

Se abrió la puerta que tenía en frente, era el tipo calavera. Que raramente no hizo su epica entrada con las sombras.
Junto con el, entraron las mismas mujeres que había visto antes de desplomarse en el piso. Estos tres discutían entre ellos, Jack no entendía que decían, sus palabras eran inaudibles.
El hombre de la calavera, Reaper, miró al rubio y se acercó a el. Este se sobresaltó ya que supuso que le iba a sacar la mascara y su visor.

—Wow, no te alarmes - dijo Reaper seguido de una risa macabra.

¿Que no se alarme? Era algo difícil de no hacer

—¿Y qué? ¿Vamos a matarlo o cómo? — dijo la joven de pelo violeta con su tono mexicano.
—No, Sombra, no. Necesitamos a este tipo vivo — contestó Widowmaker, con ese característico acento frances.

—¿Que quieren? ¿Dinero? — Preguntó Jack, que claramente quería safarse de esta.
Dos de los tres, rieron.
—Nah, a ver soldado, escuchame. Tenemos entendido que tienen acceso a armas de primera categoría. Solo queremos que nos deleites con donde encontrar tales armas. — Dijo el de prendas negras.
—No les voy a decir nada, jamás.
—Vamos soldadito, sería una pena matarte ahora.

Jack se quedó callado, no pensaba decir ni una palabra mas, aunque de eso dependiera su vida. Y Reaper, sin más, le pegó fuertemente en el estómago a aquel que había decidido guardar silencio.

—Yo te recomendaría que hables, rubiecito. — Seguido de estas palabras, Sombra le puso una mano en el hombro a Reaper.
—Hey, deberíamos darle un tiempecito, ¿cierto, Widow? — Preguntó la mexicana.
—Sombra tiene razón, vamos Reaper. Tal vez asi, este idiota aclara sus ideas.

Reaper volteó a ver a ambas mujeres, y volviéndose en mismísimo humo negro, desapareció. Y las chicas se fueron por la puerta.
Jack ahora no tenía mas remedio, estaba al borde de un precipicio y nadie podría salvarlo.

Pasaron unas horas, para Jack fueron eternidades ¿Como había acabado allí? Simplemente bajo la guardia y he aquí la consecuencia.
El cuarto era oscuro y frío, el rubio estaba abrumado, quería que esta tortura acabase.

Querían las armas de categoría que conseguían "ilegalmente". Si esos tres  sabían aquello. Overwatch quedaría en ruinas.
Jack intentaba con todas sus fuerzas escapar de las sogas que lo tenían aprisionado a una vieja silla casi rota.
Un ruido sordo se oyó, Morrison cayó al suelo junto a la silla en uno de sus intentos desenfrenados de liberarse de aquel tormento de ataduras.

—Mierda..- dijo al haberse golpeado la cabeza contra el piso, tenía un poco de sangre en la frente. Fue un buen golpe.

La puerta se abrió, Jack levantó la mirada, unos ojos morados se encontraron con el que permanecía en el suelo. Era Sombra, que al verlo estalló de risa.

—Podrias explicarme como carajo te caíste? — Dijo la de pelo violeta sarcásticamente y entre risas.
Jack no mostro expresión alguna ante la obvia pregunta de Sombra.

Esta última levantó la silla y consigo a Jack, quien parecía sorprendido al ver que la mexicana lo había ayudado.
Sombra notó aquella confusión en el rostro del rubio.

—No soy taaan mala como para dejarte ahí tirado, sabes.
—Que es lo que queres..No pareces interesada en las armas tanto como esos dos.— contestó Jack
—No tengo ningún interés ahora mismo, solo ayudo con el plan de mi jefe— dijo mientras con una suave caricia, le saco la mancha de sangre de la frente a Jack.
—Pero que golpe — Agregó esta última y con un papelito de su bolsillo limpiando la pequeña y no tan profunda herida de Morrison.
—Eres tan joven..¿Por qué haces esto? - preguntó Jack.
Sombra río pero no contesto la pregunta de este último.
—Mira, a mi no me importa si estas aca o no. Asi que.. hagamos un trato— Dijo Sombra mientras ponía sus manos en sus propias caderas.
—¿Cual es el truco?
—No hay truco, te ayudo si me ayudas y listo ¿Te va?
—¿Que ofreces..?
—Te libero de esta mierda y tú me das toda la información que tengas sobre Katya Volskaya, sé que la conoces.
Un silencio invadió la pequeña sala y Jack tragó saliva.
—¿Y si no quiero? — dijo seguido de una tos nerviosa.
—Mm, te quedas aca yy bueno. Yo sé sobre la venta ilegal de las armas contra omnicos. Fácilmente podría decírselo a Reaper e incluído a mi jefee..

La Noche Es NuestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora