10.

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Jack llegó a una parte de la ciudad donde nunca había estado, pero le parecía un lindo lugar, así que se quedó allí, aun que se sentia mal por no poder ayudar a sus compañeros. Caminó intentando encontrar un camino que lo lleve a su base, no había mucha gente, solo algunas familias. Jack las observaba detenidamente como si de tanto mirar, el se iba a convertir en ese niño al que sus padres estaban cargando, o que se convertiría en ese papá tranquilo y alegre al que parece que ninguna preocupación lo acecha.
Jack pateaba las piedras en su camino y miraba el suelo, pasó por al lado de una tienda donde dos personas hablaban fuera de esta. Aún con la cabeza gacha escuchó una voz, una voz gruesa pero dulce, una voz firme pero tranquila. Jack levantó la mirada y ahí lo vió, Gabriel estaba allí, hablando con una mujer a la cual Morrison no le interesó ni siquiera ver su cara. La mujer pelirroja miró de reojo a Jack, esta inmediatamente cubrió su rostro con un barbijo y entró al local que tenía a sus espaldas. Gabriel se volteó, encontrándose con los ojos azulados de Jack.
—¡Hola!— dijo Gabriel, con la voz algo cansada.
—Ho..Hola!— contestó Jack, algo avergonzado por haberse quedado mirando en vez de saludar.
—No esperaba verte por acá, compras navideñas, no?— comentó Gabriel con una sonrisa algo forzada y algo aguitado.
—Ah..algo así, vos te ves algo cansado ¿Estás bien?
—Yo? Estoy completamente bien, es que anduve de acá para allá.— Jack río y se acercó un poco más a Gabriel.
—Yy..¿Estás libre?— preguntó Morrison.
Gabriel se puso nervioso, hace un rato Jack quería matarlo y ahora lo está invitando a salir, era algo raro para el.
—Más que libre— contestó Gabriel, al carajo todo.

Jack estaba feliz de haberse encontrado a Gabriel, fue un momento oportuno para olvidar lo que le acababa de pasar en el centro comercial con ese encapuchado. Mientras caminaban se adentraron a una zona más transitada, estaban frente al centro comercial y había reporteros por todas partes.
—Yo estuve ahí dentro— dijo Jack entre risas.
—¿Qué mierda pasó allí?— dijo Gabriel mientras miraba el centro comercial, evitando todo tipo de contacto visual con Morrison.
—Un loco enmascarado entró y yo tuve que pelear con el, porque había una familia en el medio, era muy peligroso.— contestó Jack, como si fuera lo mas normal del mundo.
—Wow, cuanto sentido de la justicia— agregó Gabriel mientras seguían caminando, hasta que se dió cuenta de lo que había dicho. Un silencio invadió la caminata.
—El tipo ese dijo lo mismo— comentó Jack
—Lo siento, tuve que preguntarte si estabas bien, ¿Ellos no te lastimaron?—
—No..estoy bien— contestó Morrison. ¿Ellos? ¿Lastimaron? Nunca había mencionado que había más tipos, ¿Tal vez Gabriel lo supuso? Es inteligente, tal vez solo es eso.
—Ven— dijo Jack, tomando de la mano a Gabriel y llevándolo lejos de la multitud reunida al rededor del centro comercial como si fuera un espectáculo. Llegaron hasta una cafetería.
—Yo invito— propuso Jack. Gabriel no tuvo ni tiempo de responder. En un abrir y cerrar de ojos, Jack, ya lo había hecho entrar.
Se sentaron en una mesa en el fondo y esperaron pacientemente a la moza.
—No pienso discutir lo del dinero, solo que sepas que invito yo— dijo firmemente Jack.
—Okay, okay, que autoritario— comentó Reyes entre risas, Morrison sonrió dulcemente y se quedó mirandolo, todo de Gabriel era perfecto. Su sonrisa, sus ojos, su cabello, Jack estaba completamente enamorado pero no quería admitirlo.
Tiempo después, ambos ya habían comido y Jack había pagado la cuenta. Decidieron marcharse del lugar y se dirigieron a una plaza cercana de ahí.
Jack y Gabriel caminaban a la par por el parque, sus manos se rozaban a medida que avanzaban, pero ninguno se atrevió a darle la mano al otro. El pelo rubio de Jack se movía de aqui para allá debido a la dulce brisa invernal, el parecía feliz, Gabriel giró la cabeza dulcemente hacía Morrison, Jack le devolvió la mirada, ambos frenaron, giraron sus cuerpos para que queden enfrentados, sus caras se acercaban poco a poco, sus respiraciones se encontraban, pero rápidamente los dos se alejaron suavemente de esa atracción que ambos profundamente sentían. Los ojos oscuros de Gabriel estaban enfocados en los ojos celestes de Jack.
—Y..dime..¿Vas a festejar navidad con tu familia..? ¿O algo así?— preguntó Gabriel, intrigado, su cuerpo mostraba interés a la respuesta de Morrison.
—Um..si, con mi..familia— contestó Jack dulcemente, comenzaba a ponerse nervioso y su mirada se alejo de los ojos nocturnos de Reyes. La respuesta de Gabriel fue acercar aún más su cuerpo al de Jack, este no pudo evitar mirarlo de nuevo.
—¿Y qué tal una escapadita navideña por la noche, en este mismo lugar..?— Gabriel acotó, toda su atención estaba dirigida a Jack y a su respuesta, la cual tuvo que pensar bien..¿Era correcto salir de noche en navidad y dejar a los demás allí en el cuartel?
....
—¿Por qué no? — contestó Jack, sonriendo y comiendo poco a poco a Gabriel con su mirada voraz.

Jack y sus compañeros estaban reunidos en el cuartel, empezaba a oscurecer. Genji y Tracer estaban semi acostados en el sillón, riendose de los chistes que les contaba Reinhardt, había un ambiente muy alegre.
Ana obligaba a Jack a ayudarla con la cena, pero Jack no parecía renegar sobre este hecho, es más, casi que bailaba mientras cortaba las zanahorias, Ana lo observaba confundida.
—¿Te divierte cortar zanahorias? Eso es raro— dijo Ana, en un tono divertido.
—Digamos que sí— contestó Jack.
Ana le clavo una mirada intrigada al rubio, este se sintió perturbado.
—¿Qué?— pregunto Morrison.
—En serio pareces feliz, ¿pasó algo?—
—¿Solo porque estoy alegre te hace pensar que algo paso?
—Bueno..es algo peculiar en ti, suponiendo que siempre estás serio..— hubo un silencio incómodo, Ana aprovechó para atarse su larga cabellera negra.
—Bueno está bien, te..te voy a decir la verdad.— dijo por fin Jack, Ana fijaba toda su atención en este ahora.
—Habla de una vez, rubiecito—
—Mira, conocí a alguien si..? Y sé que quizás es algo pronto, pero me invitó a salir hoy— Ana se quedó completamente callada, y comenzó a reir —Eso era todo?— dijo.
—Eeh..si—  contestó Morrison.
—Espera..o sea que no vas a estar en la cena de hoy..?— pregunto Ana mientras cruzaba los brazos y miraba juzgadoramente a Jack, este, asintió.
—Que hijo de perra— ambos rieron suavemente después de las palabras de Ana.
—ehm..Ana— Jack frenó las risas, y su mirada parecía seria ahora.
—Mhm?—
—No conocí a una chica..— Dijo Jack con la voz algo nerviosa.
—A que te refieres?— contestó Ana.
—Bueno..me invitó a salir un chico..—
Un silencio invadió la sala.

...

—Ah, ya veo..bueno, me parece bien— por fin habló Ana.
Jack no comprendía, acababa de abrir un sentimiento que jamás hubiese compartido y Ana parece haberlo tomado bien..
—Solo..vas a decir eso..?—
—Que más debería decir? Si tu crees que es el indicado, genial.—
Los dos continuaron haciendo la cena, el teléfono en el bolsillo de Jack comenzó a sonar, tomó el celular y se alejó un poco de la cocina. Se puso el teléfono en la oreja y contestó.
—Si..?—
—Hey, Jack..— la voz grave de Gabriel hizo cosquillear a aquel que respondió la llamada.
—Oh..hola..— Jack contestó, no sabiendo como proseguir con esta incómoda conversación.
—Te parece..encontrarnos como quedamos..¿ahora?— agregó Gabriel, su grave voz sonaba dulce. Morrison no pudo contener su emoción.
—¡Si!— gritó. Sus compañeros voltearon a verlo, Jack se quedó callado.
—digo..si..— jack se rascó la nuca incómodo. Al otro lado del teléfono, Gabriel río tiernamente.
—Aqui te espero..— dijo Reyes antes de cortar la llamada, sonando misterioso.
¿Aquí? ¿Gabriel ya estaba en el lugar acordado? Jack recurrió a la desesperación, corrió a su cuarto y se pegó una rápida ducha, para después, cambiarse elegante pero a la vez bien abrigado debido al frío invernal.
Jack salió corriendo de su habitación, dirigiéndose a la salida muy apurado. Todos lo miraron, confundidos, pero no dijeron ni "a".
Jack caminaba, con los brazos cruzados para aguantar el frío abrazador, caminaba por una calle inmensa, la luna brillaba, casi no había autos por el vecindario. Al llegar al lugar acordado con Gabriel, Jack pudo ver a aquel, sentado en un banco en la gran plaza, cuando Gabriel levantó la cabeza, sus ojos se iluminaron al ver a Morrison, este se acercó al que esperaba desde las sombras. Cuando ambos estaban lo suficientemente cerca, Reyes se levantó y tomó de la mano Jack, Jack nervioso, no podía mantener el contacto visual, esto hizo que Gabriel tomará el rostro de Morrison con delicadeza, giró la cara de este, para que ambos se mirasen a los ojos. Gabriel acercó aún mas su rostro, sus respiraciones frías se encontraron. Y en un inesperado movimiento, Reyes derritió completamente sus labios contra los de Jack, este no se resistió, para nada, aceptó sin chistar el apasionado beso de Gabriel. Y así, aquellos dos hombres que se habían conocido en un bar, aquellos dos hombres que caminaron juntos por una calle repleta de una multitud..aquellos dos hombres ahora, se besaban.



Holaa, me extrañaron?? Bueno, reviví, no les voy a mentir, soy muy procastinador y este es el resultado de eso JAJAJA 👻

La Noche Es NuestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora