Las mariposas no son buenas

228 30 2
                                    

Una respiración agitada, oscuridad total, un inmenso intento de silenciarse junto con intensas ganas de aguantar las lágrimas sin poder evitar que algunas se derramen.

"Ven, ya no hay nada que hacer aquí"

Despertó agitado, aquello se había sentido demaciado aterrador, pero no lograba saber porque, esa voz lo llamaba tranquilamente pero... no se sentía como tal.

—¿Gustabo? -Horacio estaba a su lado preocupado- ¿Que sucede? Te veías asustado- ¿Que soñaste?

—Yo... no estoy seguro, aún no tengo todos mis recuerdos: estaba oscuro y escondido.

—Entonces... puede ser un recuerdo reprimido -dijo desviando la mirada-.

—¿Reprimido? Osea...

—De Mathias Conway, una parte de tí que Pogo se encargó de que olvidarás, supongo.

—Quizas no recuerdo muchas de mi infancia por culpa de Pogo, no recuerdo haberme preguntando alguna vez por mi infancia... pero ahora es de lo que más me preguntó, no tengo nada claro, lo que recuerdo es... un poco de mi adolescencia y en todos mis recuerdos estás tú, siempre estás ahí.

—Me gustaría ayudarte pero... nunca me contaste de tu infancia, nada, ni de tu familia, solo la edad y tus gustos.

—¿Nunca te dije porque estaba en la calle?

—Me dijiste que tus padres te habían abandonado, pero según lo sie dijo Conway parece que no fue eso, ya que él te quería mucho. Fue otro motivo.

—Es que no lo recuerdo.

—Ya déjalo quieres, no pienses en recordar todo rápidamente, llevará tiempo.

—¿Cuáles son los efectos secundarios de la clonación?

Aprieta los labios —Eso no es importante, no hay efectos secundarios.

—¿Y ahora?

—Ahora... -suspira- no hay señales de A, continúa desaparecido, no a llamado la atención, cosa que me tranquiliza levemente, pero a la vez no, solo así lograremos encontrarlo.

—¿Crees que siga en Los Santos?

—Pensar que no, me preocupa.

—No quiero ir en tu contra, pero talvez lo mejor sea que siga escondido -recibe una mirada de enojo- escucha, no nos preguntaron si queríamos ser clonados, no nos preguntaron si queríamos vivir de nuevo una vida que abandonamos, no sé si me entiendes.

—Puede provocar un desastre.

—No a hecho nada, eso ya debería decirte algo -se cruza de brazos- déjalo vivir, después de todo nos diste esa oportunidad a los tres.

—A los tres no, solo a tí, yo solo te quería a tí, esos dos son unos extras que salieron por un error.

—Siguen siendo yo, partes de mi al fin y al cabo ¿Estás tratando de decirme que esas partes de mi no te gustan?

—¡No! ¡No me gustan! -se es cuenta de lo que dijo- ... no... no fue lo que quise decir...

—¿Así me quieres? ¿Como un prisionero que te hace caso en todo? ¿Cómo me tenía Pogo? Ya veo... te dan poder y te vuelves irreconocible, aún que no lo creas recuerdo a un Horacio lleno de ilusión que era feliz con una placa de policía de plástico ¿Que paso?

—Te perdí, eso paso, eras lo que me mantenía cuerdo y ya perdí la razón, he hecho cosas de las cuales no me enorgullesco, tenía mucho miedo y no estabas ahí para consolarme.

—¿Entonces es culpa mía que estés así?

—Si, si lo es, porque tomaste una decisión estúpida que no respeto para nada, debiste volver de Marbella.

—¿Para que? ¿Para seguir teniendo miedo de mi mismo? ¿De hacerte daño o algo peor? No quería esa vida, sigo sin quererla, debiste dejarme muerto.

—No.

—¿Porque?

—Porque aún te amo, maldita sea, siempre fue así, no podía dejarte ir, no así, quería que volvieras a estar junto a mí pese a todo.

Niega con la cabeza —Estas enfermo. Quizás tú también debiste ir al psiquiatra.

—Mira quien habla, justo tu lo dices.

—Me estoy cansando de esto -se levanta y sale de la habitación-.

—Gustabo -lo sigue- no sé que te extraña.

—Este no eres tú, me estás incomodando cada vez más.

—¿Enserio no soy yo? -ríe- ¿Y lo de Aiden?

—¿Quien es Aiden? -voltea a verlo-.

—¿No lo recuerdas? Debí imaginarlo, si Pogo te quitaba recuerdos debí pensar que se empeño en que ese no se te pasará por la mente.

—No entiendo... -retrocede lentamente-.

—No podía dejar que amarás a alguien más -camina hacia él- solo debías tener ojos para mí, pero ese estúpido se metió en tu vida, tenía que quitarlo del camino.

—¿Q~que hiciste? -choca contra la pared-.

—Lo que tenía que hacer -pone sus manos acorralandolo- después nos volvimos polis, talvez así iba a llamar tu atención, pero ni así me veías como yo a tí.

—¿Y~y q~que... -de pronto se le dificultaba organizar las palabras- t~te hace pensar que ahora l~lo haré?

—Tranquilo -le acaricia la mejilla- no te haré daño, no me tomes como a una amenaza.

—N~no te veo más que como a un hermano.

Frunce el seño —¿Porque no? ¿Hay alguien más? -piensa un poco- cierto... recuerdo que estabas interesado en Volkov... interesado en Volkov... -ríe- ya se dónde está A -niega con la cabeza- debí rematarlo cuando estaba en coma.

—¿Que? ¡Espera! -lo abraza- ¿Quieres calmarte? Por favor... -aprieta los labios- estoy yo aquí, no necesitas a nadie más que... a mí.

—Siento como tiemblas -corresponde el abrazo- entonces ¿Te quedarás conmigo?

—Mientras dejes en paz a A y B.

—Es un trato, los dejaré en paz mientras tú te quedes a mi lado como siempre debió ser.

Horacio lo tomo de la barbilla y le quitó un beso de la boca, la verdad es que no lo sintió bien, fue como esperaba, sexo y sin un jeje sentimiento de por medio, después fue dejado solo con la puerta cerrada por fuera, intento abrir pero le fue imposible.

—¿En qué me metí?

"Bueno... al principio me sentía bastante bien, pero ahora siento mi cabeza confundida, no sé si es por el hecho de intentar comprender que estoy vivo o... algo más. Tengo cierta inseguridades... pero talvez es solo paranoia"

—No era paranoia... yo... realmente sabía que Horacio estaba mal... esa era la inseguridad que sentía... ¿Que haré ahora? Me he comprometido para proteger a esos dos... y ni siquiera se porque lo hice, en el pasado solo hubiera pensando en mi bien... pero ahora soy el que saldrá más perjudicado -golpea su cabeza contra la pared- mierda ¡Mierda! -vuelve a golpearla una y otra vez-.

Proyecto L424R0 [Gustabowl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora