JEFFDos días después, entré en su apartamento y lo encontré sentado en el sofá, acurrucado contra un montón de almohadas y mirando la televisión. Jadeó cuando entré por la puerta y saltó alarmado poniéndose de pie. Solo para terminar de nuevo en el sofá con un fuerte grito.
Me acerqué a el y me agaché a su nivel. Aferrando la parte inferior de su pierna, puse su pie lesionado en mi rodilla para mirarlo más de cerca. Palpé el tobillo con el pulgar.
—¿Todavía duele?
—Tienes que llamar a la puerta. Este es mi apartamento. No puedes solo ir y venir como quieras.
Levanté la cabeza y le lancé una mirada, inclinando la cabeza hacia un lado. ¿En serio? Follamos... ¿estaba a punto de matar a un hombre por el y solo le preocupaba que yo entrara a su apartamento sin llamar?
Tragó con fuerza y desvió la mirada.—De todos modos, ¿Cómo entraste?
—Tengo mis trucos —dije, sin dar más detalles. Queriendo decir: Tengo un duplicado de la llave, pero el no lo sabía. O tal vez ahora lo adivinaba. Mis palabras fueron crípticas, pero estaba empezando a aprender que Ta no era tan estúpido como pensaba que era.
Dejó escapar un siseo bajo y se cruzó de brazos.
—Bueno, ¡no puedes simplemente entrar así!
—Puedo y lo hago. —Puse la bolsa de plástico en el sofá
—. Comida. Come.
—Ya comí un sándwich —respondió, pero le dio una mirada anhelante a la bolsa. Estaba prácticamente salivando ante el olor de la comida china.
—Mientes. Revisé su refrigerador y estaba vacío. Come.
Ta hizo un sonido agitado en el fondo de su garganta.
—Tal vez si me lo pidieras amablemente en lugar de demandar que coma...Mantuve mi expresión en blanco y permanecí en silencio, esperando que cediera. Y lo hizo. Ni siquiera un minuto después, su estómago gruñó y alcanzó la comida, cavando prácticamente como una pequeña cosa desesperada y hambrienta.
Se metió una gran cucharada de arroz en la boca y masticó casi agresivamente a medida que mantenía los ojos apartados. Fue un poco... lindo.
Lo observé mientras comía. Hasta que no pude solo ver más. Mis manos temblaban con la necesidad de tocarlo y así lo hice. Levanté mi mano y puse un mechón de cabello detrás de su oreja y mi pulgar apartó el grano de arroz que estaba pegado a sus labios. Ta inhaló bruscamente y su mirada volvió a caer sobre mí.
—¿Qué estás haciendo? —susurró.
Bajé la cabeza y mis labios se estrellaron contra los suyos, robándole el aliento y tragándome su jadeo. Su pequeño puño golpeó contra mi pecho por un segundo... antes de que su toque se tornara menos un esfuerzo por escapar de mí y más...Sus dedos se clavaron en mis hombros y su cuerpo se deslizó aún más cerca de mí. Gemí contra el beso, mi lengua deslizándose por sus labios y exigiendo la entrada. El me dejó y maldita sea, lo devoré. Ta se apartó, sin aliento. Sus pupilas dilatadas, sus labios rojos e hinchados, y sus mejillas enrojecidas.
—¿Qué...?
Mi polla palpitaba.
—Estás mejorando.
—¿Qué?
—Con los besos. Estás mejorando, pero creo que necesitas un poco más de práctica. —Había sabido que Ta era virgen, pero nunca había esperado que fuera su primer beso. Era tan jodidamente inocente y tan jodidamente inexperto
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𝐓𝐫𝐚𝐭𝐨 𝐬𝐮𝐜𝐢𝐨 (𝐉𝐄𝐅𝐅𝐓𝐀)
Random𝑻𝒂... La Bratva significa problemas, especialmente para alguien como yo, un chico criado en la mafia tailandesa. Pero tendré que jugar con el diablo y enfrentar la decisión más imposible de mi vida para conseguir lo que más deseo: venganza. ...