JEFF
Cuando le pregunté qué necesitaba de mí, eso fue lo último que esperé que pronunciara a través de sus carnosos labios rojos.
¿Necesitaba que matara a alguien? ¿Por el? ¿Era una maldita broma?
—¿Qué acabas de decir? —le pregunté, mi voz áspera y chirriante incluso a mis propios oídos. Tiré del mechón envuelto en mi dedo. Había algo en su cercanía, su calidez... su dulce y jodido olor que hacía que mi polla palpitara.
Me decían animal por una razón. Duermo. Como. Cazo. Mato. Y follo. Duro.
Ta olía a inocencia y quería arrebatársela; quería bañarlo con mi depravación; quería mostrarle por qué los niños lindos como el no debían poner ni un pie en mi mundo.
Tragó con fuerza, su garganta pálida balanceándose con la acción. Me acerqué más, obligándolo a retroceder... atrapándolo contra la pared y mi cuerpo. Todo su cuerpo tembló contra el mío y sus dientes se hundieron en su labio inferior.
Sostuvo mis ojos por solo un segundo antes de bajar su mirada a mi pecho.—Necesito que... mates a alguien... por mí.
Un pequeño susurro, su voz jodidamente dulce, su aliento como caramelo y sus ojos negros llenos de incertidumbre y miedo: Ta no tenía ni idea en qué se había metido.
—¿Por qué? —exigí.
Luchó por encontrar su voz y su pecho se sacudió con una fuerte inhalación. Tiré de su cabello, un poco más fuerte que antes. Una advertencia silenciosa. Ta se estremeció, casi violentamente. Parecía querer acobardarse, pero no podía, ya que estaba atrapado.
—Porque, es un mal hombre —susurró.
Pequeño, tan inocente... tan joven... tan confiado...tan jodidamente ingenuo.
—Porque es un mal hombre —repetí en voz alta. Ta asintió, sin darse cuenta que en realidad me estaba burlando de sus palabras.
Si él era un hombre malo, quienquiera que fuera, entonces ¿qué soy yo?
—¿Por qué es un mal hombre? —quise saber. Cerró los ojos con fuerza y tragó. Lo vi luchando por compostura. Mmm, interesante.
Levantando mi otra mano, agarré su barbilla e incliné su cabeza hacia arriba. Sus ojos se abrieron y nuestras miradas se encontraron. Sus pupilas se dilataron más, con una mirada de pavor en sus ojos. Pero había algo más...
—Me lastimó y me humilló —confesó Ta, su voz tan suave que casi me pierdo sus palabras—. No merece vivir.
—¿Cómo te lastimó? —No sabía por qué estaba preguntándolo ya que nunca antes me había importado nada. Cuando me ofrecían un trabajo, nunca necesitaba ni pedía detalles. Solo necesitaba un nombre y una ubicación, luego hacía mi trabajo y asesinaba.
Ta se estremeció pero respondió de todos modos a mi pregunta.
—Él... me trató como basura, como si fuera menos que un humano para él, me golpeó... y amenazó... con lastimarme...
Solté una pequeña risa seca.
—¿Sabes quién soy, pequeño?
—Killer —susurró Ta mi nombre.
—¿Sabes lo que soy?
Se mordió los labios, su temblor empeorando. El pobre niño estaba tan asustado que estaba prácticamente mudo. No debería haber venido aquí. No debería haberse metido en mi camino... o pedido mi ayuda.
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𝐓𝐫𝐚𝐭𝐨 𝐬𝐮𝐜𝐢𝐨 (𝐉𝐄𝐅𝐅𝐓𝐀)
Rastgele𝑻𝒂... La Bratva significa problemas, especialmente para alguien como yo, un chico criado en la mafia tailandesa. Pero tendré que jugar con el diablo y enfrentar la decisión más imposible de mi vida para conseguir lo que más deseo: venganza. ...