Capítulo 18

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Tsunade.

Ver a todos los jóvenes despiertos resultaba un verdadero alivio, aunque la culpa que aparecían en sus caras no era nada grata. Tuvimos que informarles de lo que había sucedido y como ellos habían ayudado en el ataque. Era normal que estuvieran afectados. Sobre todo Neji.

Sabía que el joven era fuerte, pero me impresionó su fuerza mental, al parecer, a pesar de estar bajo el control de ese desgraciado, parecía recordar algunos fragmentos, especialmente como había apuñalado a Naruto. Podía ver cómo su rostro se contrajo ante la indignación y la rabia que se tenía contra él mismo. No había su culpa, no era capaz de controlarse, pero aun así, sus manos se mancharon de la sangre del príncipe que había jurado proteger.

Azu - y bien - Dijo con un cigarro en la boca - ¿Ahora qué hacemos? -

Jir - Seguir con el plan - Jiraya se levantó del suelo. - Continuemos avanzando -

Hin - Pero... - su voz era tímida - No sería mejor intentar... salvar a... -

Nej - Estoy de acuerdo - interrumpió, - tendríamos que buscar la forma de interceptarlos, aún podríamos encontrarlo -

Kib - es verdad - se levantó con entusiasmo - Akamaru y yo podemos rastrearlo y .. -

Tsu -BASTA - Exclamé y los encare. ellos se callaron y Jiraya se acercó a ellos.

Jir - eso sería lo normal, sin embargo, Naruto fue muy claro con nosotros - La sorpresa estaba en sus rostros.

Tsu - existía la posibilidad de que vinieran por él -

Shi - posibilidad.. ¿Qué quiere decir Tsunade sama? -

Tsu - Para que el árbol termine de formarse, ellos necesitan a Naruto -

Kib - Eso lo sabemos - exclamó - Es por eso que venimos para resguardarlo -

Tsu - pero... el lugar que tenemos que ir para detenerlo es precisamente el mismo al que ellos lo quieren llevar - los jóvenes lo pensaron un segundo parecieron entender. Sería normal que fueran a capturarlo si Naruto hubiera decidido escapar, ocultarse y alejarse del árbol, pero él estaba haciendo lo contrario, estaban acercándose al lugar del que debería alejarse. Por que tenderle una trampa ahora, que se estaba acercando al árbol.

Jir - La prioridad era llevar a Naruto al árbol y de hay encargarnos de la segunda fase - explico - Sin embargo si  Naruto  era capturado, nosotros nos encargaremos de la segunda fase -

Ita - pero - el joven se levantó - si Naruto esta con ellos, no podrían obligar hacer lo contrario del objeto - Jiraya asintió. sabía que existía esa posibilidad, no importaba lo optimistas que pudiéramos ser, sabíamos que era uno de los riesgos.

Tus - aun así, debemos movernos - aspecto. - la segunda fase es cerca de donde sucederá el evento final... - mire a todos - hay que darnos prisa -

Gaara

Mientras avanzábamos, podía sentir la salida cada vez mas cerca, me parecía increíble que a estas alturas, Sasori, no se hubiera percatado de nuestra partida, aunque, podía sentir que seguía en el mismo lugar.

Sai - ¿Falta mucho? - yo negué, prácticamente estábamos a un par de metros de la salida.

Gaa -Vamos - me acerque, pero apenas iba a abrir la siguiente puerta cuando algo corto mi mano. - que - dos ataque nuevos que nos hicieron retroceder y me puse en posición al igual que Sai, las tenues luces se apagaron, intenté concentrarme para ver de dónde venía, pero no detectaba nada. Los ataques volvieron y tuve que esquivar por instinto.

Escuche exclamar  a Sai, lo habían alcanzado. Ese segundo ocasionó que varias se clavaron en mi pierna, no pude sostenerme. Sai, me llamó, me jalo del brazo, ayudándome a esquivar los ataque, pero volvieron a darle, lo que ocasionó que ambos fuéramos al piso.

En la oscuridad lleve mi mano a su pierna y saque las armas, fue entonces que me di cuenta, las cuchillas que nos atacaban eran papel.

-No debieron salir de su celda - una voz femenina se escucho.

Gaa - ¿Quién eres? - aspecto, y mire en todas direcciones pero no lograba distinguir ninguna figura a vibración.

- Eso no importa - hablo.

Gaa - Ya no tengo el Shukaku - necesitaba tiempo, saber donde estaba y neutralizar antes de que Sasori viniera.

-Lo se - Respondió, nuevamente mire en todas direcciones, nada. ¿Cómo demonios era posible?

Gaa - Entonces.... -

-Necesitamos un incentivo - fije la mirada en un punto y empecé a notar como las paredes se movían, como si algo se despegara de ellas - A Pesar de que el Kyubi cumplirá con su destino - las paredes poco a poco descarapelándose en cuadrados perfectos, que empezaron a concentrarse en un punto sobre nosotros - Posiblemente necesite un pequeño empujón - el rostro de una chica con cabello azul, salió del techo, podía notar los rectángulos de papel que marcaban su cuerpo. -

Sa. ¿Que... es..? - Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. Mis ojos empezaron a nublarse, sentí como Sai caía a mi lado.... Mi cuerpo tampoco me respondía y también toque piso.

- El destino no puede cambiarse - La mujer bajó del techo con una gran elegancia mientras mas papeles formaban su cuerpo - y el tuyo no ha concluido -

Mientras tanto.

Lo primero que escuchó fue el sonido de la madera crispando, lo segundo el olor de algo delicioso cocinando y...

-Quiero mas - la voz de suigetsu. Deidadara despertó y se incorporó abruptamente sintiendo un gran dolor que le recorría todo el brazo.

-No lo hagas - escucho una voz femenina - no es letal, pero la quemadura en tu brazo no te permitirá usarlo por un tiempo - Deidara la miro, llevaba una capa color arena que cubría su cuerpo, su cabello rubio estaba sujeto por dos coletas que la hacían ver algo alborotado, ojos azules y piel clara. a su lado esta suigetsu comiendo felizmente un pescado asado a las brasas.

dei - ¿Quién eres? -

Sug - oye no seas grosero - exclamó con la boca llena - fue ella quien nos salvó de kakuzu -

Dei - y me queda preguntar ¿por qué? - era evidente que no se conocían de nada, ¿por que ayudar a unos extraños?

-Eres inteligente - dijo la mujer con una sonrisa en los labios,- estando yo en tu posición tampoco confiaría en quien me ha ayudado - dijo mientras servía mas arroz y se lo extendió al peliblanco. - Pero, no te preocupes, - dijo y amplió su sonrisa - no planeo hacer nada por el momento, así que lo primero, es reponer tus fuerzas. - 


El Reino de un DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora